martes, 19 de noviembre de 2013

Opinión cualificada

Yo no es que tenga mucho que decir al respecto, pero me parece que ya que me das la oportunidad de decir algo sobre el tema, pues no me voy a quedar callada. Ya digo que no tengo el conocimiento concreto de lo que estáis tratando, pero la suelto y si cae bien, pues bien. Y si no, pues espero que no os lo toméis a mal. A ver, por decirlo de una manera sencilla, lo que estáis haciendo me parece una puta mierda. Ya está. Ojo, no os lo estoy diciendo con ánimo de tirar por tierra un trabajo que estáis haciendo con todo el cariño del mundo, que ya se ve que le dedicáis muchas horas y eso, pero la verdad, si os alejáis un poco y lo miráis con perspectiva, es eso, una puta mierda. Que ahora me diréis que yo no hago nada ni medio parecido y que me dedico únicamente a mirar por encima del hombro vuestro trabajo y el de todos los demás, pues sí, pero cuando me pidáis la opinión sobre algo mío, si es que lo hubiera, que ya me cuidaré mucho de enseñarlo, pues me la diré gustosamente. Pero no nos desviemos del tema. Una puta mierda. Pintada de colores, como lo quieras ver. Una puta mierda. No me ha hecho gracia desde que salís hasta que os volvéis a meter dentro de eso que hacéis luego. Nada. No me han gustado ni los colores, ni las ropas, ni cómo lo decís, ni la tipografía de las letras, ni los rombos, ni las rumbas, ni la guitarra del segundo que está detrás, ni los acordes, ni cuando sale la chica esa danzando, ni la mezcla de los colores, ni la antigua disposición de los elementos, ni el interlineado, ni la maquetación, ni el diseño gráfico, ni la campaña de publicidad, ni los motivos que habéis anunciado para llevar a cabo la acción, ni la acción en sí, ni el motivo de la acción, ni tu color de pelo, ni lo que haces con la lengua cuando cantas como queriendo decir, ni la forma de caminar de ese muchacho al salir de escena, ni las baterías programadas, ni el canto del cisne, ni los poemas recuperados de un baúl, ni la camiseta de Raul, ni la programación de las películas elegidas, ni la elección de la actriz principal, ni la forma de besar de la rubia, ni la textura de la pasta, ni lo salado de las galletas, ni el relumbrón, ni el oropel, ni la falsa modestia, ni la miseria fingida, ni la miseria, ni la pobreza, ni el hastío que queréis plasmar, ni la silla que me habéis ofrecido, ni el agua caliente, ni la pretendida falta de pretensiones, ni las momias, ni un poquito así. Nada. No me ha gustado nada. Que se os agradece el esfuerzo, pues sí, porque mejor que hagáis esto que no manipuléis elementos químicos, -y a lo mejor os estoy dando una idea, y ya me estoy arrepintiendo- pero que mejor que os lo penséis un poco más. O da igual. Hacer lo que queráis. De hecho creo que me quiero apuntar yo también.

8 comentarios:

  1. Puedo aceptarlo todo excepto lo del agua caliente, monsieur. Se ve que hay gente para todo.

    Feliz tarde

    Bisous

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  2. no es por la sopa en si! se hierven las cosas y se comen.

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  3. pd. soy yo o hay mucha gente parecida a lo que usted describe hoy?

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    1. debe ser una impresión que le ha causado a usted. la gente, por lo general, es maravillosa.

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  4. Me ha gustado esa postura de la fémina. Enhorabuena por esa presentación y participación en "Narradores colomenses en movimiento" Deseo de corazón que sea un éxito. Merecido lo tiene.
    Había desaparecido. Entre mi operación y la muerte de mi cuñado andaba un poco alejada del mundo virtual.
    Poniéndome al día con los blogs a ratos.
    Bss

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  5. Glups! Qué crítica. Que lo entierren.

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  6. Ni idea, pero ahora que lo dice, sí que suena a judío.
    Y ¿de qué iba el episodio? Hommer viendo la tele con un montaña de pretzels...?

    Oiga, sabe si se pueden quitar de la lista los blogs que una sigue?

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    1. vaya, vaya, consultas técnicas de blogger a mí... no tengo ni idea, pero creo que se pueden quitar. seguro que pueden quitarse.
      pues es un episodio en el que marge crea una franquicia de venta de pretzels y como no vende ni uno, homer pacta con la mafia para 'mejorar' su distribución y trato con la competencia.

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