martes, 30 de noviembre de 2021

Juan Pablo... Silvestre


Este artículo se debería sumar a otros artículos que he ido escribiendo cada vez que ha desaparecido uno de esos programas legendarios de Radio 3, que uno piensa que están ahí desde siempre y que van a durar para siempre y luego pasa lo que pasa. Así, pasa que el sábado vas en el coche por la mañana, sintonizas Radio 3 esperando escuchar la voz de Juan Pablo Silvestre o alguna de las músicas de cualquier parte del universo conocido que a él le viniera bien colocar para ilustrar el tema que a él le diera la gana y te encuentras con que está hablando alguien que no es Juan Pablo Silvestre. Y dialoga con otro que tampoco es Juan Pablo Silvestre. Y hablan y hablan. Y tu compañera se cansa de escuchar hablar y cambia de emisora. ¿Qué está pasando? ¿Dónde está Mundo Babel?

Juan Pablo... Silvestre. Era yo un chaval preadolescente o semiadolescente o lo que se quiera y en mi casa se escuchaba Radio 3. Mi padre escuchaba Radio 3 los sábados por la tarde, mientras se ponía a pintar o leer o hacer nada. Y le entusiasmaba un programa de radio especialmente que se llamaba Escápate mi amor. Un programa conducido por un personaje con una voz muy particular y con una forma de conducir el programa completamente fuera de lo que uno espera escuchar en la radio, o no tan fuera, o no tan raro, pero a mí me lo parecía y supongo que a mi padre también. Un programa en el que escuchabas unas músicas que no escuchabas en ninguna parte. Música de cualquier parte del mundo, sin ningún prejuicio. Y esas cuñas en las que una voz de chica que a veces compartía el micro con Juan Pablo Silvestre decía... Juan Pablo... Silvestre. Este programa duró unos pocos años, no sé cuántos, cinco o seis años, pero se me quedó grabado para siempre. Entonces supongo que yo ya empezaba a querer punkarrear y escuchar aquellas músicas te llenaba la cabeza de cosas que luego nunca te volverían a sonar extrañas. Salsa, música africana, boleros, coplas, lo que hiciera falta. Mi padre era un fan absoluto. Y me enganchó. 

Después de aquel programa, que acabó, Juan Pablo Silvestre se me perdió hasta que lo volví a localizar en Mundo Babel. Mundo Babel era un programa muy particular, y las ideas de Juan Pablo Silvestre no siempre casaban con lo que uno piensa, pero cuando te cansaba o te aburría o directamente entraba en contradicción con lo que uno profesa, pues con cambiar de emisora y esperar a que la semana siguiente acertara, lo tenías listo. En Mundo Babel se hablaba de todo, se elegía un tema, supongo y a partir de ahí se rellenaba con música, con alguna entrevista, con grabaciones, con saludos, con una sintonía que era como el programa mismo, una sintonía en múltiples versiones que aparecía constantemente en el programa. Un programa de dos horas que podía ser un programazo, un programa para dejarlo de fondo, o un programa que podía llegar a irritarte. Pero jamás dejaba indiferente, alguna canción, algún comentario, los nombres exóticos o extraños que aparecen en la sintonía... 

Pues así sin previo aviso, el programa se acaba. Radio 3 arguye que si el convenio que si tal y que se acabó. Y se acabó. Y no le dejaron despedirse de su audiencia. Una audiencia numerosa, es uno de los programas con más audiencia. 

Pero debe ser un programa viejo. Un programa para gente ya no como yo, cuarentón, sino incluso mayor. Y ahora toca cambiar el espectro y redirigir la emisora hacia otros campos, es comprensible. O no. Porque supongo que esas músicas y esa forma de hacer deberían tener algún hueco. Alguien las debe estar escuchando, incluso gente joven, pongamos la línea de la juventud donde la queramos poner. Y la verdad, escuchando los programas que han entrado a sustituir a los grandes clásicos, a riesgo de parecer un boomer que no entiende de nada, creo que los programas nuevos con un poco coñazo. Coñazo de rollo, de no sonar música, ni buena ni mala, de gente hablando y tal pero sin poner música. Y Radio 3 es música y descubrir música y escuchar música que tú no te imaginas. Y eso no está pasando. Y para qué Radio 3 entonces. 

El caso es que Juan Pablo Silvestre ya ha encontrado acomodo, en un podcast. Mundobabel.com, donde por el momento hace el programa con sus músicas, porque también era músico o es músico, hizo discos, y con un rollo todavía más 'evocador'. Es que he leído que su estilo era 'evocador'. Y ya se me ha quedado. 

Así que ahora, los sábados por la mañana, se nos va de la radio, pero lo tenemos en otra parte. Juan Pablo... Silvestre. 

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