miércoles, 28 de agosto de 2024

Crónica del #PleGramenet extraordinario. Pumba.


Días extraordinarios. Días que vivimos con la sensación de estar atravesando un tiempo especial, mágico, donde todo es posible. Cambios que pensamos que nunca se darían. Habrá quien solo haya vivido bajo la égida de Núria Parlon y que haya pensado que siempre, por siempre, para siempre, sería la alcaldesa de Santa Coloma. Y sin embargo, por arte de carambolas electorales, Núria Parlon pasa a ser Consellera de Interior, Esteve Serrano pasa a ser cap de gabinet, Goyi Salgado también se va y Tomás Carrión completa el grupo de colomenses que formará el clan de los colomenses en la Generalitat. Colominos por el mundo. Eso obliga a hacer relevos y a que se produzca un día mágico que nos pilla casi de vacaciones, a algunos y algunas casi recién sacados de la tostadora, y a que se viva ese mágico momento en el que escuchamos los discursos de agradecimiento, de despedida, és l'hora dels adéus i ens hem de dir adéu siau... o no, porque Núria Parlon en su discurso de agradecimiento y despedida, dijo que esto era un hasta luego. Ojo. Claro, que si seguiré en Santa Coloma y todo eso, eso que se dice para que no parezca que se va a olvidar de nosotros. Día extraordinario. Ambiente de expectación en la plaça de la Vila, no va a haber sitio en la sala de Plenos porque hay muchos invitados y prensa y hay mucha gente de traje y mucho cuerpo y mucha fuerza de seguridad y no estamos invitados y nos tenemos que ir a la Sala de Govern junto con la maquinaria del Ajuntament. Maquinaria humana del Ajuntament, directivos, etc., que vivirán el pleno con la emoción que se merece y aplaudirán y todo eso que pasa cuando pasa lo que pasó ayer. Y es que tan solo la presencia de un metapleno infiltrado por parte del PP y que no dejó pasar ni una ocasión para intentar deslucir lo que era un momento de pleno y absoluto momento de lucimiento socialista, empañó la tarde. Todo estaba dispuesto para mayor loa y prez de lo que es el PSC en Santa Coloma y para demostrar que lo seguirá siendo. La ya ex alcaldesa y el ex teniente de alcaldesa Esteve Serrano han sido dos personas fundamentales para entender la política colomense y entender cómo un partido que había visto a su referente salir esposado e introducido en un furgón policial, consiguió no sólo sobreponerse sino aniquilar cualquier síntoma de debilidad o desfondamiento con una gestión agotadora, asfixiante, total, abrumadora, absoluta, omnipresente, omnisciente, deglutidora, hipnótica, acaparadora, extenuante, lapidadora, minadora, desquiciante, demostrativa, mediática, digital, analógica, brutal, quasársica... yo que sé. Muchas cosas. Son quince años en los que el PSC ha sido todo Santa Coloma y ahora se abre la puerta a pensar si, sin estos dos elementos titánicos de la política colomense, el PSC será todo como lo ha sido en los últimos 30 años. Puedes pensar que sí, puedes pensar que no. Puedes pensar que el liderazgo hiberbólico de Núria Parlon será difícil de empatar, pero no puedes dejar de pensar que la estructura está y que los liderazgos hiperbólicos se construyen y se cuentan y se relatan y en el programa de las fiestas la figura que ilustra el Corretapas ya no se parece a nadie, pero se parecerán otras cosas en el futuro y diremos que Mireia es o deja de ser. Que ya sabemos que tan importante es ser o hacer como contar lo que se es y dónde se está. Ayer, todo el que tenía que estar allí, estaba allí. Y los discursos. Los discursos en grado de emotividad fueron de más a menos, a decir verdad. Más sentido el de Serrano que el de Parlon, políticamente irrelevantes los que hizo Toni Suárez como portavoz socialista, lamentables los de VOX, genéricos los del PP, nulos o justificativos los de ERC y melifluos los de Dimas Gragera que ayer parecía empeñado en coronarse como uno de esos cronistas de ciudad de provincias que asumen el papel de relator de las bondades y bellezas locales y acaba uno hasta más allá de los mengues de tanto almíbar. Y llegamos así al discurso de Mireia González, primer discurso como alcaldesa electa, y nos encontramos con un discurso al que le faltó algo. No sabremos decir el qué. Correcto, pero sin aquel ímpetu que uno espera de quien coge el testigo y necesita afirmarse. Sí que repitió mucho lo del liderazgo, consciente de que va a ser eso lo primero que se le exija, con lo que se le compare, pero por lo demás, bueno, pues eso. Que bueno. Tuvo sus puntos, como acordarse del Camarasa y el Casal d'Amistat amb Cuba, o de los campamentos saharauís. Pero dejó claro que es partido y que con el partido está y el partido está con ella, así que eso. Curioso ver en la sala de la maquinaria a quien se aplaude y a quien no se aplaude. Esas cosas. Sigamos adelante que ya estamos llegando al final, la foto con la vara y los comentarios a la salida. A la salida se encuentra la gente que quiere saludar, abrazar. compañeros de colegio, familia, amigos, la Santa Coloma que no viene a las cosas que haces tú y que ignoras, están allí, despidiendo a Tomás, a Goyi, a Esteve y a Núria. Cuatro personas que son ya pasado colomense y lo que nos ocupa ahora es saber si vamos a saber encarar el futuro más allá de decir las cuatro obviedades, los cuatro tópicos y las cuatro verdades que todos sabemos sobre lo que son, han sido y serán todos estos lustros de dominio socialista en nuestra ciudad. No sé si lo sabemos. 

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