miércoles, 15 de mayo de 2013

Stroszek

Me conoceréis de otros episodios como 'Komazec', o de tiempos lejanos como el 'Wojcech'. Pues bien. Aquí tenemos a Stroszek. ¿De verdad que a vosotros -o a ustedes si tenéis ínfulas- no os pasa? ¿De verdad que no os ocurre que estáis en una conversación con un grupo de gente y que de repente la cabeza se os va a algún otro sitio, y os dan ganas de decir... 'Stroszek'? ¿No? Stroszek, Komazec, Wojcech... no sé. Me conforta. Sí, esa es la sensación. Confort. Digo Stroszek y me quedo nirvanático. No tanto, claro, pero más tranquilo que un gatico en un cojín, sí.
Alemania es un país del que admiramos muchas cosas. Los coches, por ejemplo. BMW, Mercedes, Volkswagen, Audi... Opel en menor medida... Noticias de Deportes. Desde hace un tiempo las noticias de deportes se convierten en publirreportajes de marcas de coches. Coches alemanes. Audis. Audis entrando a un sitio, Audis saliendo del otro. Los jugadores del Real Madrid han acudido al restaurante nosecuantos para una comida de hermandad y nos dan un plano del parking lleno de Audis. Ah, y algún Porsche. Porsche creo que es alemán también. Gente corriendo para que el ídolo de turno les firme una foto. Críos y crías gritando para que les firmen una foto. No me puedo poner a criticar, yo también hago mis cosas por el fútbol, maldita sea. Correr detrás de un Porsche, eso sí que no.
Stroszek es una película alemana de 1976 dirigida por Werner Herzog. ¿Bien o no? Lo acabo de ver mientras escribo esto en la imagen que ilustra el texto. No he visto la película. Creo recordar que en un documental sobre la carrera de Werner Herzog hablaban de esta peli. Creo -no lo pienso mirar- que la película iba de un trabajador alemán que se va a los Estados Unidos a trabajar y allí pues como que no le va demasiado bien. Durante un tiempo he confundido esta película con 'El amigo americano', porque si no me equivoco y puede que así lo haga, pero no pienso contrastar (que no, que no y que no), salía Bruno Ganz en las dos. Igual no sale en Stroszek. Werner Herzog, qué películas. El amigo americano está basado en un libro de Patricia Highsmith que me he leído hace poquísimo y que no me ha gustado demasiado.
Coches alemanes. BMW, Mercedes, Volkswagen, Audi, Opel, Porsche, coches buenos. Coches caros. BMW. ¿Cuánto cuesta un BMW? ¿Cómo puede llevar un chavalito un BMW? ¿Cómo lo ha pagado? ¿Lo ha pagado? ¿De dónde sale la pasta? La pasta. El 15-M. Hoy es 15 de mayo. Hace dos años salió gente a la calle clamando porque les habían estafado. El Psoe había traicionado unas esencias que hacía decenios que había traicionado. En fin. Nos quedamos con el malo maloso gobernando y mandándonos paso a paso al siglo XIX.... ya casi XVIII. Bueno. No vamos tan mal. La policía y la guardia civil son las instituciones más valoradas. Siguen siendo más los que están a favor de que esto siga que de que cambie. Pero se van viendo cosas.
Stroszek. Hay fotos en google images de Stroszek tocando el acordeón. Instrumento complicado el acordeón. Al parecer no lo es tanto, pero yo no sabría tocar el acordeón ni... claro que lo sabría tocar. Todo es cuestión de ponerse. Yo es que soy muy así, de decir 'esto no lo haría yo nunca'. O bien 'yo es que eso no lo sé hacer ni lo sabré hacer jamás'. Y quedarme tan ancho. Stroszek, cine alemán. Aguirre, la cólera de dios. Las amargas lágrimas de Petra Von Kant -no la he visto. Fitzcarraldo -la he visto o no, no lo sé. Goodbye, Lenin -esta sí. Y así podríamos citar bastantes películas alemanas. Las de Haneke son austriacas, claro. Pero las podemos computar como alemanas, va. Ahora Haneke no mola porque le dan muchos premios y hace ballets y óperas en el Teatro Real. Si sale Ana Botella a tu lado, es que has perdido.
Stroszek. Los ricos tienen que estar contentos porque son los que tienen que repartir el trabajo, si mandan los pobres, qué tienen que repartir. Esta mañana, en la parada del autobús. Un matrimonio mayor. No recuerdo si les he dicho que qué asco o qué vergüenza o qué asco y qué vergüenza. O no. No lo sé. No lo recuerdo. Tengo muy mala memoria. No recuerdo la mitad de las caras de los compañeros de Universidad que me recordaron ayer. El tal, agua. El otro, nada. Aquella, cero. Muy mal. Los pobres tenemos también mala memoria. No nos basta con ser pobres.
Stroszek, Stroszek, Stroszek. Pronóstico para la final de la Uefa a.k.a. Europa League. Pues no sé. Ganará el Chelsea, supongo. El Benfica es que no. Patatas fritas y cachondeo. Stroszek. Hay un jugador serbio en el Benfica que mide casi dos metros. Matic. No es un nombre demasiado sugerente. Stroszek.
Coches alemanes grandes, potentes, que te presionan en el carril de la izquierda y te hacen cambiarte rápido. Rápido. Stroszek, Stroszek. Stroszek.

3 comentarios:

  1. Pues mi abuela tocaba el acordeón. Claro que no tocaba de oído ni eso, no, ni tampoco interpretó nunca esas cosas de los pajaritos y demás. Recibió clases. Ella quería tocar el violín, pero a mi bisabuelo, en aquellos tiempos, debió de parecerle menos femenino eso del violín.
    No deberían admitir jugadores de casi dos metros, porque tapan la portería, y eso no se vale. Con la portería tapada es imposible meter goles, lo cual, tengo entendido, es la esencia del fútbol.

    Buenas noches, monsieur

    Bisous

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  2. Con tanto Stroszek y bricolaje me he perdido. No se iba de fútbol o de pelis. Pero la palabreja mola.
    Stroszek a tu salud.
    Un abrazo

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  3. Esta la vi hace mucho. Me acuerdo a cachos. Me compré el cofre con todas las pelis de Herzog. Y en las de los 70's el prota siempre es el mismo actor, como en las españolas, y me lío. Era triste. Divertida dicen los alemanes. Era triste.

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