martes, 9 de julio de 2013

Carta de Amor


Hemos estado esperando como alma que lleva el diablo, digo, con el alma en vilo o... Empiezo otra vez.
Hemos estado esperando, mordiéndonos las uñas por la impaciencia, la publicación de la recopilación de cartas de amor que el escritor polaco Pawel Krisztowiatzky escribió durante el transcurso de su relación con la poetisa y bailarina italiana Renata Dell'Iris. Todas estas cartas se han recogido en un volumen titulado con un criterio más que dudoso 'Antología amorosa', ya que no se trata de un poemario ni nada que se le parezca y debería ser llamado más bien como un... en fin. Repasando, nos hemos quedado con una de las cartas que el bueno de Pawel, nuestro amadísimo y admiradísimo Pawel, le remite a Renata mientras él se encuentra trabajando en una imprenta en París intentando costearse la publicación de su primera novela, la fracasada epopeya 'Polonia... Polonia'.
'Oh Renata, mi dulce y tierna Renata. Renata, que te imagino y te pienso, que te sueño Renata, Renata, Renata. Renata... Oh. Renata. Renata. Renata en mis noches te vislumbro cuando la luz de la luna entra por la ventana que no tengo. Oh Renata, no tengo ventanas que ayuden a mi imaginación a volar. Renata. Renata que por tu amor, por el recuerdo de tu amor, sigo vivo. Renata. Qué dulce mi Renata. Qué pensamiento más puro me inspiras Renata. Un pensamiento y un recuerdo. El beso que nos dimos Renata. Nos dimos un beso, ¿recuerdas? Un beso que imaginamos que no nos íbamos a dar nunca y ese beso nos lo dimos finalmente. Renata. Me muero Renata. Renata, estoy muerto ya. ¿No te has enterado? Los periódicos no han publicado nada, Renata. Renata, tu pelo castaño claro. Renata. Tu figura frágil danzando entre vaporosas gasas, Renata. Renata. Es tu nombre. Es acaso tu nombre lo único que me mantiene con vida. Tu recuerdo. Estoy muerto. Ahora estoy vivo. Vivo cuando te recuerdo. Vivo con tu nombre, Renata. Renata, Renata, Renata. Renata. Al fin te pienso y te recuerdo, Renata. Renata, es tu recuerdo lo que me mata. Renata. Me matas. Renata. Vivo en un cuartucho encima del taller, apenas como. Bueno, sí que como, porque la esposa del jefe me obliga a comer todos los días. Como, pero no quiero comer. Pero como. He ganado peso, Renata. Estoy engordando, Renata. Pero me muero, porque apenas como. Como, claro que como, pero no me alimento. Como. Renata. Renata. Mis palabras se confunden. ¿Cuándo volveré a verte, Renata? ¿Dónde conseguiré volver a encontrarme contigo, Renata? Es tu nombre, Renata, lo que me tiene en el mundo. Estoy aquí por Renata. Es tu recuerdo, Renata. Es tu nombre, Renata. El otro día quise ir al teatro para ver una actuación de una bailarina, también italiana, que se llamaba Renata. Pero no eras tú. Ella se llama Renata Rimini, y no eras tú. Renata. No quise entrar. No entré. Pero finalmente entré. Entré a ver el espectáculo, Renata. Y ella bailaba mucho peor que tú. Pero porque no eras tú. Renata. No entiendo nada. Renata, no sé qué he de hacer para estar contigo, Renata. Renata, por el amor de Dios, contesta mis cartas. Me muero. Estoy comiendo bien. Pero me muero. Renata. Por favor. Estoy escribiendo mucho, pero no entiendo por qué todo el mundo me dice que escriba más. No tengo amigos. Hablo con cosas. Estoy comiendo bien, Renata, no te preocupes. Respondiendo a tu última carta, no quiero que me presentes a tu amiga Demetria cuando vengas a Paris. Quiero estar sólo contigo Renata. Renata. Me muero. Me estoy muriendo. Me llaman para comer. Te beso donde quieras.'

¿Si o no?

3 comentarios:

  1. ¿¿¿¿????

    Perpleja me tienes...

    ;-)

    Antonio! Léete "Menorias Líquidas" de Enric González. Un pasote de los nuestros...

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  2. Pues mire, yo creo que Renata debería enviar a Demetria, pero sin acompañarla ella. Que vaya solo Demetria.

    Feliz día, monsieur

    Bisous

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  3. Mas que una carta de amor parece una canción de feria. Hambre, comida y amor muy mal se relacionan entres sí y el engorde ni me lo imagino:-)
    Un abrazo

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