lunes, 15 de diciembre de 2014

You're my heart, you're my soul

Esto seguro que no te lo creerás nunca, pero durante unos años, bastantes años, fui imitador del moreno de Modern Talking. Sé que muchas de las cosas que te cuento te las tomas a guasa, que te crees que te las cuento para hacerte reír, pero la verdad es que fue una época bastante idiota de mi vida y si no te la he contado hasta ahora es porque me duele. Seguía siendo yo joven, casi todavía un adolescente cuando, un día, al mirarme en el espejo, noté que me parecía a alguien. En aquel tiempo gustaba de dejarme el pelo largo y algo desaliñado, pero no sé porqué, aquel día se me había quedado onduladito y con mucho volumen. Yo no he sido nunca especialmente guapo, pero aquel pelazo me daba muchos puntos. Me realzaba la autoestima. Recuerdo que, durante mucho tiempo, pasarme la mano por el pelo era para mí como un bálsamo. Me hacía sentir bien. No conocía yo nada de Modern Talking, nada. Ni su música, ni su trayectoria, ni el nombre de sus componentes. De hecho, ni siquiera sabía que eran dos personas. Sé que un día, me miré en el espejo y me encontré parecido con alguien. No sabía dónde había visto mi cara, pero me ocupé de mirar en las revistas de algunas compañeras y compañeros de mi clase en la Universidad y allí vi que exactamente tenía el mismo pelo, la misma apostura y el mismo aire que el moreno de Modern Talking. Ni me fijé en que hubiera un rubio al lado. Yo era el otro. Qué cosa. No le dí más importancia al asunto, me hice algo de gracia yo solo pensando en que me parecía a... pero no puse más interés en ello hasta que de repente en mi cabeza empezó a sonar 'You're my heart... you're my soul'. La canción. Modern Talking, luego me enteré, tenían más temas, pero era este el que venía a mi cabeza siempre. Recurrentemente. El caso es que no sólo venía a mi cabeza, es que me obligaba a cantarla. Y a cantarla imitando los ademanes, los mohines, la voz... empecé a maquillarme, a ponerme cremas en la cara. Ya digo que mi parecido real con la cara del cantante moreno de Modern Talking era más bien lejana porque tengo fotos de la época y parece un chiste lo que te cuento, que ya veo que te ríes, pero es así. A ojos de cualquiera pudiera parecer que estaba haciendo el tonto, pero no, no era verdad. Yo sabía que me parecía a esa persona. Y empecé a cantar. Primero en mi casa, delante del espejo. You're my heart, you're my soul. Luego en el instituto, por los pasillos. Intentaba llevar ropa que se pareciera a la suya, caminar como él, investigar cosas de su vida. Ignoraba al rubio. Totalmente. Un profesor de Literatura me dijo que podía cantar algunas tardes en un pub que frecuentaba y allí me plantaba todos los jueves a imitar al cantante de Modern Talking. Pese a lo grotesco de la situación, en aquel pub nadie se reía de mí. En realidad, nadie se rió de mí nunca. Pese a todo.
Estuve varios años enganchado al personaje moreno de Modern Talking. De la Universidad pasé a trabajar en un centro de análisis de cosas y tal y un día me citaron para una entrevista con un director de departamento. Al entrar me encuentro con un ser humano de unos sesenta años rubio teñidísimo, con una guitarra blanca colgada al hombro. You're my heart, you're my soul. Se me quitó la tontería de golpe.

3 comentarios:

  1. Ja, ja. Y esos maquillajes tierra que se llevaban y el pintalabios rosa del moreno, y las hombreras y la cazadorita corta... Qué fila! Y ahora que lo dice, me recuerda al moreno de Locomía. Y seguro que ligaban muchísimo los dos. Y aquí nos reímos. Envidia cochina.

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  2. Ya veremos, ya. Hacer fiestas en casa no mola, que luego toca limpiar :D

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