miércoles, 22 de marzo de 2017

La ilusión de una flor

En un comentario a un tweet, un tal Senyor Timbaler, tan desconocido para mí como pudiera ser el tal Ramiro Agudo a.k.a. Perro Muerto, considera que hablar del nacimiento de flores y compararlo con la ilusionante firma del acuerdo por el que Un País en Comú se pone en marcha, es cursi. Lo cursi. Lo serio. De la misma manera, he oído recientemente voces que hablan de la presencia de la 'ilusión' como un concepto que no lleva a nada, que no significa nada, que el hecho de que algo sea ilusionante le hace carecer de contenido, de sustancia. Que todo se basa en crear ilusiones en la gente y que de ahí no puede salir más que frustración.
Lo cursi, la ilusión. Una propuesta no puede hablar de flores, de sonrisas, de reírse, de ilusionar a la gente, Tiene que tener propuesta y contenido político.
Ahora voy a decir lo que me parece todo esto. Creo que no hay nada más bonito que despertarte por la mañana con la sensación de que todo puede ser posible. De que no hay nada que todos juntos podamos hacer y construir. Me parece que, como la primavera, estamos viviendo el nacimiento de algo, algo bonito, algo que produce alergia en las personas sensibles y no vacunadas ante una naturaleza a la que no puedes poner coto ni freno. Creo que las flores, lo vivo, lo amarillo, lo rojo, lo violeta, lo verde, lo morado, el arco iris, un vestido de flores, un chicle de menta, un lacito rosa, una camiseta estampada con los colores de la bandera de la república, un sorbete de limón, música de ascensores, un grupo de muchachos cantando a capela canciones de hoy y de siempre sin otra intención que divertir y divertirse, una azalea que surge del suelo y regala color, una flor que se va abriendo poco a poco y que va asombrando con su belleza, con su empuje, con la gracia, con la ilusión que hace que una flor se abra, que crezca, que brille, que nos encante con lo que nos regala. Es la vida, la vida tan bonita que puede ser si no es por esa cuadra de hijosdeputa que piensan todo el día única y exclusivamente en como hacernos la vida más difícil, menos divertida, más triste, más pobre, más cenutria, más de pelo recogido y menos de pelo suelto, más de lleva el pelo como a mí me guste, más de haz las cosas así, más de piensa en si te lo puedes comprar y qué has de sacrificar para ello, más de trabaja, trabaja, trabaja, trabaja, trabaja, eres un trabajador que solo vales para trabajar pues trabaja, trabaja, trabaja, gana el dinero suficiente para poder vivir porque si no trabajas, trabajas, trabajas, trabajas, trabajas y dejas de ser una persona con dignidad no eres nadie.
Déjate barba, maquíllate, juega con clavos. Mira el organigrama, estoy a la cabeza. Ponis, le mundo de Pin y Pon en la tierra. Un mundo de Teletubbies sin complejos. Un mundo en el que gobiernen los dibus. Un mundo como el del Tito Yayo.
Hay una canción de Kojón Prieto que venía a decirlo más o menos de la siguiente manera: en esta pinche vida si no te descojonas, el alma se te pudre y el mondonguillo se aploma. Decían más: creánme mis cuates y no me tuerzan el morro, que si hay algo que les jode es vernos bien contentos, revolcaos en el desmadre. Síganle compadres, no hagan caso a los malasombra.
Hay otra frase también muy buena: riure és la millor manera d'ensenyar les dents. No recuerdo ahora de quién era.
Se acerca Sant Jordi. Casetas de Sant Jordi. Y ese que viene y te dice que para qué coño tantas casetas y tantos partido si somos todos lo mismo. Pues por una vez, parece que eso va a pasar. Si todos podemos ser uno, mejor.
Me parece que esta reflexión ya la he tenido antes. La ilusión, lo cursi. Hoy es un día para estar contento. Muy contento. Con las flores, con el campo, con las vaquitas, con gente tomándose algo en el solete hablando y discutiendo sobre cosas que pueden ser interesantes, que pueden ser superficiales, que pueden ser profundas, que pueden ser duras, que pueden ser una mierda, que te pueden afectar, que se pueden arreglar. Las flores.
Hay una exposición en Can Sisteré con una flor que se abre. Que se va abriendo hasta que sale la flor completa.
Hay una explosión de luz hoy.
Una explosión de ilusión. Una explosión de caramelos de fresa, de niños jugando a la pelota en la Plaça de la Vila, de calcetines de colorines, de bigotes frondosos, de bigotines finos, de pelos en las orejas, de pelos en las espaldas, de pelos en donde te dije. Hay una explosión de ilusión. De ilusionarnos con la ilusión que más ilusión nos hace.
Seguro que si no te hace ilusión, es por alguna cosa.
Mira las flores. Mira como cantan los pajaritos.
Vamos a hacerlo así. Vamos a probar a hacer las cosas sin abroncar a la gente. Sin pensar que somos culpables de nada. Vamos a darle miedo al que ya tiene miedo y trabaja para que perdamos la ilusión desde que nacemos hasta que nos morimos.
Vamos. Todo muy así. Muy de grandes frases. Pero es que me llaman cursi y me vengo arriba.

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