martes, 1 de agosto de 2017

Cada día


Una mujer va por la calle con un perro enorme, un perro elefantiásico. Un pedazo de animal peludo y lento. Un perro precioso que, a quien no nos gustan los perros, nos hace volar la imaginación a un piso pequeño y un animal imperial que deambula por la casa aburrido, angustiado, asfixiado con este calor y tanto pelo. Ese animal avanza por la calle acompañado por su dueña, o al menos ella cree que es la dueña. Se van a cruzar con otra mujer que pasea con un perro. Otro perro grande, pero esta vez menos grande. Es otro tipo de perro. Un perro que parece tranquilo pero que tiene malas pulgas. Al cruzarse uno y otro perro, se encaran y hacen ademán de enfrentarse. Las respectivas hacen esfuerzos para que los perros no se enfrenten y no se ladren y llaman la atención de los perros y les llaman por su nombre. Y se enfadan porque el perro de una se ha lanzado contra el perro de la otra.
Un poco más allá, en el tiempo y en el espacio, gentes con perros diferentes, perros grandes, perros pequeños, un perro grande, un perro más pequeño, un perro salchicha, un mil leches sin sustancia pero tan cariñoso como el que más, uno de esos que se sabe si son peligrosos o es que el mundo les ha dibujado así, un galgo afectuoso y estirado, un nervioso animal insoportable, la Candela, el perro más bonito que hayas visto, el perro que se parece a Milú al que han puesto de nombre Milú, Fred Perro, la Neu que era mayor y ciega y todo eso y era entonces cuando molaba, un doberman como los que tenía el hombre aquel de mi calle con bigote que hace mil siglos que no veo y que ahora me ha venido a la memoria y no quiero hablar de mi calle. Un perro pequeño blanco como una bolita de nieve, de esos que son blancos y que da pena que salgan a la calle porque se ensucian a la mínima. Un perro de esos blandongos que parece que se asustan con todo. Un perro, da igual el perro que sea. Un perro que se cruza con otro perro. La Ankara que es susceptible de tirarse en plancha a rematar. Un perro grande que se cruza con otro perro. Hablo en genérico.
Una señora que me llamó perroflauta se cruza con su perro y a su vez su hermana con otro perro, con un muchacho y su respectivo perro y su hijo. Todos los perros se han ido a enfrentar entre sí. Los dueños de los perros se enfrentan entre sí. No siempre pasa. Normalmente la gente simula sorpresa en esta situación. No entienden cómo un perro, su perro, puede no hacer caso de las normas de conducta y de igual manera que yo no me tiro encima de nadie a echarle babas en la cara, sus perros lo hacen. No lo entienden y se sorprenden y se ríen y comentan la extraña situación.
Cada día. Los perros se ladran entre sí. Y sucede cada día. Y todos los días nos extraña. Y no le ponemos remedio.

1 comentario:

  1. Mi perra solo ladra si otros perros ladran primero. Normalmente los que empiezan son los caniches, que son lo peor y encima suelen ir sin correa.

    PD. Fred Perro, me encanta, jajaja

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