jueves, 14 de marzo de 2013

El hundimiento - Oliver Hirschbiegel

Yo creo que se han dado cuenta de que no estaba viendo la tele mucho por las noches y han dicho, vamos a poner pelis buenas de una vez y nos dejamos ya de Jackie Chang y de poner El Guerrero Americano o Ong Bak 2, y vamos a centrarnos un poquito que se nos escapa la audiencia. Que deje de leer y que vea la tele. Así que ayer pusieron El hundimiento, que es una película que ya había visto una vez o dos y que, te pongas como te pongas, es un peliculón.
No voy a decir mucho del director, porque no lo conozco, y de Bruno Ganz, el actor que interpreta a Hitler, decir que lo hace muy bien. Que Bruno Ganz es un actor de esos que sale en muchas películas alemanas, estupendo, como otros actores, pero que hay que decir que salvo esta peli, servidor de ustedes no le recuerda por muchas más, porque de cine alemán ando justito. Sí, sé que existe Fassbinder, sé que existe Wenders, sé que existe Herzog... bien. Pero hasta ahí. Que Bruno Ganz sale en pelis de estos, bien, pero que yo no las he visto.
El hundimiento es un acercamiento a los últimos días de Hitler hecho por alemanes, lo que no es poca cosa. Un acercamiento a los últimos días de Franco hecho por españoles, tan sólo sería posible en una de esas películas de televisión en las que todo el mundo es bueno y las cosas pasaron para bien de todos. Ale. Y no hay buenos ni malos sino que las cosas pasan y ya está. Pues no. Aquí no. Lo primero que sale es la protagonista real, Traudl Junge, secretaria de Hitler hasta el último momento diciendo que ella no era muy nacionalsocialista pero que tampoco se preguntó cosas y que pudo decir que no, pero dijo que si, y que bueno. Vamos, que no se exculpa, que pecó de ignorancia, pero que podría haber sabido de qué personas estaba dependiendo su país. Al final de la película vuelve a salir y dice que vio una calle al cabo de los años añísimos de una chica a la que mataron los nazis y que era de su edad, por lo que la juventud no era excusa. No hay excusas.
El hundimento comienza con la elección de Traudl como secretaria en la Boca del Lobo, el refugio donde Hitler sufrió el atentado que le provocó que la mano se le quedara tonta. Y en esta primera escena, Hitler parece un señor con sus cosas, rarezas, pero no parece mala gente. La elige a ella porque es de Munich, como su novia que era bávara, y tiene su corazoncito.
De ahí al Bunker. Y en el Bunker Hitler ya no rige. No rigió antes, claro que rigió. Pero aquí se le va el pincel. Y a quién no. Ves salvación donde no la hay, quieres que ese 9º ejército aparezca y revierta la situación... todo eso son chaladuras. Más locos, o más cabrones eran los que tenía al lado que se lo creían tanto o más que él. Más locos que el no estaban, más cabrones que él no eran, rectifico. Todos estaban igual. El cuñado de Hitler ve el pampaneo y se larga. Himmler ve el pampaneo y se larga. Göring quiere rendirse. Speer se larga también. Le quedan los más fieles, no los mejores, porque ni los que se fueron ni los que se quedaron eran mejores o peores. Ya habían puesto el huevo y tenían miedo. Los valientes querían pegarse un tiro y desaparecer sin admitir culpas. Los cobardes desaparecer sin admitir culpas.
Eva Braunn, la novia de Hitler, no sabemos si era boba, si prefería hacerse la boba... el caso es que su personaje está muy bien. Ella no ve al mamón de Hitler, si no a un señor que tiene sus cosas. Luego hace de Führer y claro. El cabrón de Goebbels. Luego por otros lados sabes que Goebbels era un picarón, pero en la peli parece subyugado a su mujer Magda, que si que estaba como un cencerrete. O no. O era una cabrona también. Matan a sus hijos porque no pueden vivir en un mundo sin nacionalsocialismo. Así. Los mata ella. Luego se matan. Mueren. Se matan. Se pegan tiros. Los rusos vienen.
La barbarie no estaba fuera, la barbarie eran ellos. Gente bien, gente salvadora de la humanidad, de Europa, los que iban a hacer un mundo nuevo tienen que pegarse tiros entre ellos por honor para largarse al otro barrio.
Al final, Traudl y un niño que había sido condecorado por el propio Hitler se escapan. Un mundo nuevo.
No me olvido de la compasión. Durante toda la película se habla de la compasión. De qué significa tener piedad, compasión, pensar en los demás. Los demás no existen. Hitler, Goebbels lo dicen claro. El pueblo es una mierda y está para que se lo follen. La gente da lo mismo, lo importante somos nosotros. Son carne de cañón, los jóvenes están para que los maten. Que los maten por mí. Me traicionan a mí. La compasión es un pecado. La piedad da asco.
Qué asco daban y qué miedo.
Un peliculón, la verdad.

2 comentarios:

  1. El vaig enganxar començada i desprès la son em va vèncer. A veure si un dia d’aquests la puc veure sencera.
    Ptns!

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  2. Y no se descarga las pelis? Es que, la tele con los anuncios y to.
    Oiga, yo con Ong Bak 1 lo pasé pipa, lo que mola el muay thai.
    Tomo nota de esta que no la conozco.

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