martes, 26 de marzo de 2013

Esperando

Descorazonador relato de Bernando Glópez que apareció en la muy famosa revista 'Dementiras' y que mereció el calificativo de 'descorazonador' precisamente, por parte del crítico Lérez de Cer.
'Cuando me levanto por las mañanas siento que su presencia no se ha ido de mi cama. Su presencia no, su olor. Su algo. Ella continúa en mi cama. Ella ya hace mucho tiempo que no está, sin embargo sigo oliendo su olor. Bebiendo su bebida. Comiendo su comida. Respirando su respiración. Y es mentira, porque ella jamás ha venido a mi casa. Nunca. Jamás. Yo sí que he ido a su casa más de una y más de dos veces, eso me dijo mi amigo Janosz. Él trabaja repartiendo folletos que el banco insiste en colocar a sus clientes y no clientes por las casas y le encargaron trabajar en su barrio. Ella le abrió la puerta dos veces y él se coló para pedir un vasito de agua que le refrescara de los calurosos días de verano. Así pudo ver y oler lo que dentro de su casa existía. Y me lo contó y yo vivo con el recuerdo de ese olor. Un olor a algo que no he visto. Olor de cosas que no veré jamás. Oler y no ver. Los verbos no se corresponden. Y yo, sin embargo, levantándome todas las mañanas desde que la vi aquel día mirando un escaparate. Ni siquiera estábamos en la misma acera de la calle. Yo caminaba junto a Janosz y la vi varios metros más allá, en el otro lado, mirando los patos colgando de aquellos ganchos en la charcutería de la señora Gloszcienny. Se lo dije a Janosz. 'Tengo que saber cómo huele esa mujer'. Y seguí mi camino. Quizás podría haberme acercado a ella un poco para saber cómo olía pero eso se me escapó y no se me ocurrió hasta unos días después. Tonterías. No la podré oler nunca. Me tendré que conformar con apreciar lo que Janosz olió los días en los que pasó por su casa. Me dijo que olía a sopa, a sopa de sobre, a sopa de caldo de pollo. A caldo de pollo. Un olor muy fuerte a caldo de pollo. No se me va nunca de la cabeza el olor a caldo de pollo, mi madre me hacía mucho caldo de pollo cuando era niño. Siento el olor a caldo de pollo. Muy cerca de mí. Muchos días me he hecho caldo de pollo para comer sólo por seguir teniendo olor a caldo de pollo en mi casa, por eso huelo a caldo de pollo, por eso mi cama huele a caldo de pollo. Mi cama huele a ella. Ella nunca ha estado en mi casa. No sé si quiera cómo se llama. Podría preguntárselo a Janosz, pero todo se me ocurre siempre tarde.'

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