viernes, 30 de mayo de 2014

Primavera Sound - Jueves


Crónica de un jueves que es como un viernes. El Primavera Sound llega de nuevo a nuestras vidas, convirtiendo al necesitado en esponsorizado. Si el festival está esponsorizado hasta la náusea, yo también. Bueno. Todo viene precedido de un miércoles espantoso de nervios y chascos, resueltos con un muy bien y unos cuerpos de aquella manera. Pero la vida no para y uno está para lo que haga falta y el jueves no se descansa. Vamos. Al lío.
Todos concentrados en el bar de rigor, en Rambla Prim. Qué majos son los del Bar Nou de la Rambla Prim. Y la sola mención de la Rambla Prim ya me pone triste. Porque más allá de la Rambla Prim, ay. Y al final, no es nada tan peliagudo como parece. Las cosas son como son. Han dicho que iba a llover y estamos acojonados por el frío. Así que me llevo paraguas, suetercillo, camisa manga larga, chaquetilla con capucha. Por si acaso. Coger la targeta y la entrada cuesta tan poco y es todo tan rápido que uno se pregunta qué coplas hacían los años anteriores para organizar los pitotes que montaban para una operación tan simple. Vamos. La alineación es la siguiente, elpako, eltoni, elchristian, elabel. Estamos en el bar y pitando a ver a los Solynieve.
Han puesto a los Solynieve allí al final del mundo, casi en Hospitalet. Vamos, corriendo, que ya han empezado. Al entrar nos dan unas bolsitas muy cómodas para llevar toda la mierda que nos hemos traído. Hay mucha gente ya y no hemos sino empezado la tarde. Son las seis. Vamos. Llegamos y nos llevamos el primer chasco de los muchos que se lleva uno en este festival, al que jura y perjura que ya no va a volver, pero que siempre termina picando. Resulta que han puesto una zona vip delante del escenario, por lo que hay como unos veinte metros delante del escenario en el que no hay nadie. Los Solynieve tocan ante una gente que está viéndoles así como a lo lejos. Tocan con poco entusiasmo, porque quizás desde lejos no se aprecia el ánimo. Tocan, las conocidas, más o menos. No sé, creo que yo me he cansado más llegando que ellos tocando. El Jota se despide de la gente, con una barba que se ha dejado que parece Diego Carrasco. El Ferrón ha hecho un cambio de look tan grande que parece otra persona. Decidimos, después del alegrón de concierto, volver al bar de fuera y tomarnos todas las birras posibles. Mil puntos para las dos muchachillas del barrio que ante el aluvión de rubios declaran un sonoro 'ay los payos ya con la prisa'. Mil puntos a sus pinzas en el pelo. Mil puntos a poner los puntos sobre las íes.
Entramos al cabo de hora y algo otra vez. No tenemos claro qué queremos ver. Hay disensiones en el grupo. Se suman lalíder y laana. Y lamar. Más incertidumbre. Yo quiero ir a ver a SVPER, pero también algo a los Neutral Milk Hotel. Hay mucha gente para ver a los Neutral... me decido a no verlos cuando salen y cantan esa de i love you jesuschrist. Me quedo a ver la canción y en cuanto acaban... a correr, al escenario del frío y el viento, allí donde el año pasado tocaron Hidrogenesse a ver a los SVPER. Al final nos quedamos lalíder y yo. Perdemos al resto. Por el camino, me cruzo con Servando Carballar de Aviador Dro, le saludo, le doy la mano. En el concierto vuelve a estar allí y me hago una foto con él. Qué grande. Nuclear sí, por supuesto. Me gustan los SVPER. Me obligo a que me gusten. Un chico y una chica con sus cacharretes. Me molan. La del afilador la tocan al final y me gusta mucho. Todas. Muy bien. Venga, a ver a los Queens of the stone age.
Tengo prevención hacia este concierto, sospecho que va a ser un ñordo. Nos encontramos de nuevo con toda la gente. Venga. El Josh Homme ya es todo el grupo. Empieza con una del Songs for the deaf. Si va a tocar muchas de este disco, bien. Pero toca pocas. El concierto es así así. Toca la que abre el Rated R, cancionón. Y se despiden con otra del Songs for the deaf. Brutal. Muy bien. Salto y bailo como si no hubiera un mañana. Y se me suben los gemelos. Qué mierda llegar a mayores.
Siguiendo a laana vamos a ver a los Arcade Fire. Le gustan a laana, a la mar... y a nadie más. Estamos allí un rato, tres canciones, mucha gente, me tiran dos cervezas al suetercillo, las manos llenas de birra. Un horror. Vámonos a donde sea. Mi hermano quiere ver a Charles Bradley.
No conozco a ese señor. Vamos igualmente. Es un cantante de soul, un señor mayor que lo hace muy bien. La banda es de jovencitos aplicados, lo hacen todos muy bien. Pero a mí me da el bajonazo y me agobio. No me dicen nada. Empiezo a plantearme lo de pirarme. Mi hermano intenta convencerme de que molan pero no hay manera. Terminan y vamos a ver qué hacemos. Es tarde ya. Vamos para el escenario de la entrada donde tocan unos que se llaman... Materia... no Moderat. Una chufla. No me gustan nada, pero a la peña le vuelve loca el tema de unos falsos kraftwerk. Me estoy agobiando de verdad y me quiero ir ya para casa. Finalmente convenzo alabel para que se venga y ya mañana con más tiempo.
Tiene uno la sensación de que ha visto poca música para todo el rato que lleva en danza. Preocupante.

2 comentarios:

  1. Qué cansados - y qué caros- son los festivales. Soy más de concierto de uno en uno.

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  2. A eso se llama ambición musical. Todo le parece poco. O como se dice por aquí, usted ya refalfia. Lo siento, pero no encuentro una traducción aceptable que sea adecuada al caso.

    Feliz fin de semana, Tolya, espero que lo esté disfrutando.

    Bisous

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