jueves, 16 de febrero de 2017

Borra borrosa

En la historia que te voy a contar hoy, hay mucho de autobiográfico y un poco de ficción. Lo que te voy a contar es una mezcla entre algo que me ha sucedido y que me gustaría que me pasara, aderezado con situaciones y personas que no se encuentran en este plano de la realidad. Lo que voy a empezar a explicarte ahora es una simulación de lo que de verdad está sucediendo. Te voy a ir explicando diferentes maneras de plantear lo que podríamos decir que es la vida, pero sin que lo que te esté contando sea la vida. Voy a hacer las cosas de manera que cuando te esté diciendo una cosa, no te has de confiar, no estoy contando esa cosa que estoy contando, en realidad es otra. Lo que te voy a contar a partir de ahora tiene algo que ver con lo que te estoy contando, pero lo que quiero que te llegue a la cabeza es otra cosa. Y no te la puedo decir. Porque si te la dijera, perdería la gracia. Perdería todo. Sería un diario. Aunque si te contase lo que me pasa en un día normal, podría parecer que estoy haciendo lo mismo que te dije que iba a hacer cuando te decía que te iba a contar algo que en realidad no es lo que te estoy diciendo. Que me lo invento. Voy a contarte algo ahora, a partir del siguiente párrafo, que es completamente real.
'Ayer bajé hacia la biblioteca desde la Plaça de la Vila y no desde el Carrer Major. Pensé que el trayecto por la Plaça de la Vila iba a ser más corto, pero me iba dando cuenta a medida que iba andando, desde la calle Vistalegre, que no iba por el camino más corto.'
A continuación, otra situación real.
'Esta mañana, al ir a ducharme y dejar correr el agua caliente, no salía el agua caliente. He dejado caer el agua más tiempo y nada. He apagado el agua. Me he vuelto a vestir. He dado el grifo de la cocina y allí sí que salía el agua caliente. He vuelto a apagar el grifo, he comprobado que el calentador hacía ruido y me he vuelto a la ducha. Salía el agua caliente'.
Y ahora te voy a contar algo que puede parecer real pero que en realidad quiere decir otra cosa.
No puedo.
Me he convertido en algo que no me gusta. Uno que escribe sin ficcionar. Alguien que escribe en torno a recuerdos. A un campo de fútbol sala, a una vez que fuimos a aquella casa y salimos pensando qué hacíamos allí, a con quién me sentaba en el colegio, a gente que me cruzo y que tiene una historia y la cuento y con eso voy tirando. A lugares que he visto y las cosas aburridas que me pasaron. A ir a sitios y luego decir que he ido a sitios.
No se me ocurren historias nuevas. No puedo hacer el esfuerzo de imaginar algo nuevo. No se me ocurre nada que tenga que ver con eso de contar algo que parezca real pero que en realidad no lo sea.
A ver.
'Andreas Palmasson se llama Andreas Palmasson porque su padre se llamaba Andreas Palmasson'.
Yo creo que es un paso.
Ahí te lo dejo.

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