jueves, 2 de marzo de 2017

Mirando al mal


A continuación, un extracto de la obra incompleta de Ellis Aharmstrong 'Orellanas', que ha editado La plúmbea y de la que quisiéramos incluir este extracto como ya hemos advertido tan solo unas cuantas palabras antes de que todo esto esté sucediendo ahora mismo.
'Pantalones largos, pantalones largos anchos. Pantalones largos anchos que ya no se llevan. La sensación de llevar pantalones largos anchos y que todo el mundo los lleve estrechos. Mi hijo ha venido hoy diciendo esto, todo el rato, como si no existiera otro problema en el mundo. Me ha dicho que no piensa ir más con pantalones largos anchos al colegio, que los niños de su colegio ya no llevan pantalones anchos y yo le obligo a llevar una ropa de mierda que hace que todos los niños le miren y le hagan bromas y le digan que es un cutre vistiendo. Pantalones largos y anchos. Esto me lo dijo ayer. Nunca me he parado a pensar en esto. Desde que su padre murió, Ingo ha empezado a comportarse de manera extraña. Pero es la misma manera de comportarse que tenía su padre. Siempre echándome la culpa de todo. Ha venido otra vez diciendo lo mismo. Esta vez ha dicho que los suéters que le pongo le pican. Que le pican los sueters. Que llevan las niñas y los niños sudaderas y chándals y ropas deportivas y él va vestido de viejo. Que le pican los suéters además. Que no lo soporta. Que va vestido de viejo. Con pantalones largos y anchos y suéters que le pican. Y yo no sé qué hacer. A la hora de cenar, me ha dicho que no quiere ponerse el pijama para dormir. Que Olli le ha dicho que su madre ya no le pone pijama para dormir, porque se ve que son muy modernos y su madre ha decidido que a partir de ahora ya no van a dormir nadie de su casa con pijama, que van a ir desnudos. Que van a dormir desnudos. Y ahora quiere dormir desnudo también. Que no quiere el pijama que le compré y que no quiere los pantalones largos y que no quiere los pantalones anchos y que no quiere los suéters que le pican. Y que no quiere y que no quiere.
Y yo ha estoy hasta el desto del niño del diablo este todo el puto día quejándose y que si el suéter y que si los pantalones y que si los zapatos, que esta me la ha dicho también hoy, que los zapatos no le gustan, que le aprietan, que no le gusta el color, que no le gusta la sensación de tener el pie encerrado, que no se qué. Y los pantalones. Y que la leche tiene nata. Y que la leche está rara, porque tiene nata, que le da angustia, que le dan ganas de vomitar.
Qué hartura de niño. Qué le pasa. Nada está a su gusto. Nada está como el quiere. Todo está mal. Los pantalones, los suéters, la vida. No sé. Lo que más me preocupa no es todo eso. Lo que más me preocupa es que su padre era igual. Y que parece que lo que yo digo no le cuaja. Ni le cuajó a uno, ni le cuajó al otro.
Ahora me dice que no quiere ir al colegio. Ahora me dice que no quiere salir de casa. Que quiere quedarse en casa. Que ya no quiere leer. Que le pica todo. Que no quiere pantalones. Que ha dormido desnudo. Estoy hasta el moño.'

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