lunes, 9 de julio de 2018

Yo no sé mucho de política

Un cantante de hip hop tiene la obligación de ser ofensivo, irreverente, bocazas, faltón e irrespetuoso. Un cantante, diría que casi de cualquier género, tiene la obligación de ser un grano en el culo. Un artista, tiene la obligación de ir contra el poder. Puede ocurrir que, en ocasiones, el poder tenga muchas caras. El verdugo tiene mil caras, cantaba Negu Gorriak. El artista a veces juega a estar con el Gobierno para estar contra el poder. Puede que el Gobierno a veces esté contra el poder. Es posible que el poder cultural esté en otras manos. El verdugo no es solo el Gobierno, el Estado, el verdugo es numeroso. Un cantante de hip hop, Valtonyc, condenado a nosecuántos años de cárcel por cantar. No he escuchado nunca a Valtonyc, supongo que debe soltarlas bien grandes. ¿A la cárcel? Y una mierda. ¿Cómo va a ir a la cárcel un artista, en este caso un cantante, bueno o malo, por las letras de sus canciones? ¿Nos hemos vuelto locos? Estamos en el siglo XXI y en un estado de la Unión Europea, que es la tierra de la esperanza para millones de personas en todo el mundo. Y resulta que estamos enviando a gente a la cárcel porque canta cosas. Barbaridades. Quizás. Pero hay otras barbaridades, barbaridades nazis, que no se miran nunca, ni se tocan, ni se tienen en cuenta. Las de este cantante, como las de otros cantantes algo más renombrados unos meses antes, sí. Y se les hace pagar por ello. Ante la perspectiva de ir al talego, Valtonyc se fuga a Bélgica.
Ayer entrevistaron a Valtonyc en TV3. Es un personaje con el que tienes que simpatizar. Perseguido por el Estado, por una Justicia que pretende ejemplarizar con dureza a las masas. Muy siglo XIX.
Empieza la entrevista a Valtonyc. El escenario escogido es una exposición sobre el 1-O. Urnas con pelotas de goma, fotos del rey... Las urnas del 1-O. Es decir Valtonyc = 1 d'octubre. Muy sutil. Y comienza a hablar Valtonyc y la entrevistadora le va haciendo preguntas y el cantante las va respondiendo.
Y yo, que voté en el 1-O por que vi las imágenes de la poli repartiendo tortas, pero que no iba a votar porque no me creía ni me creo la movida que está detrás y se ha demostrado que esa movida para lo único que ha servido es para hacer de rampa de lanzamiento de una derecha populista catalana que a ver cómo la bajas del burro ahora, un burro que no es otro que seguir teniendo el poder y sus resortes sin mover un dedo, de repente empiezo a no simpatizar con Valtonyc.
Porque de repente, y tras pedir disculpas por haber cantado cosas machistas, violentas y demás, Valtonyc empieza a soltar toda una serie de tópicos y de lugares comunes y de soflamas y de identificación de amigos y aliados y de enemigos y demás que me hace sentirlo ajeno. Así de triste. Ajeno. Resulta que la solidaridad de los políticos que no son kosher no es nada más que postureo en un twitter. Que no es auténtica. Que solo Lluis Puig de Junts Pel Sí, ha demostrado ser un colega de verdad. Junts Pel Sí. Y no de ERC precisamente. Y resulta que carga contra Serrat y Sabina porque no han sido realmente solidarios y los compara con Loquillo. Y todos estamos de acuerdo con que Loquillo es lo peor porque simpatiza con Ciudadanos, claro. Pero es que es TV3 y si se habla de Loquillo debería tratarse con algo más de neutralidad porque Loquillo es catalán y aunque fuera de Sudán del Sur, debería tratarse como un ciudadano que puede pensar lo que quiera. Pero no. Solo hay solidaridad y buenas acciones por parte de unos. Unos que son todos lo mismo aunque unos sean de derechas y otros de izquierdas.
Y resulta que los políticos que están en el exilio están haciendo una tarea brutal, que es construir República. Y le han tratado muy bien. Y que la prensa española no vale para nada, porque la prensa extranjera es mejor, porque se sube en un taxi y le entienden perfectamente por lo que está pasando. Y el Estado español es fascista.
Y después de todo esto, antes de meterse en más jardines, dice que él no entiende mucho de política. Y ya acaba de indignarme. Y dejo de escuchar. Dejo de escuchar que él no entiende mucho de políticos, ni de política. Porque todo lo que ha estado hablando en la televisión pública durante un rato era sobre... qué.
Y yo no sé, en esa situación en la que la poli me busca o me piden cárcel las barbaridades que diría y a quién identificaría como mi amigo. No lo sé.
Una persona, un periodista, edita las cosas que escribe, cuando le interesa las pone, cuando no, no. Si encuentra a alguien que no tiene mucha idea de lo que le está preguntando, y no quiere hacer daño, lo edita. Cuando quiere hacer daño, lo deja, le da carrete, lo infla. Y puede incluso que editando, haga daño.
Y no tiene mucha idea de política, pero ha clasificado. Y parece que se le da la razón. Y qué testimonio de con quién nos identificamos y con quién no.
Y despiden la entrevista a Valtonyc, que dice que no piensa volver hasta que no haya República.
Y yo quiero que vuelva a su casa y que no vaya a la cárcel por cantar lo que le de la gana. Yo no quiero que nadie vaya a la cárcel por no tener ni idea de política. Ni siquiera los políticos que no tienen ni idea de política. Y compartiré las veces que haga falta los vídeos y los llamamientos para que sea libre. Me puede pasar a mí. Y no soy cantante.
Pero lo de no tener ni idea de política... cómo lo llamaba Paco Rabal, eso era... ser de derechas.

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