viernes, 11 de febrero de 2022

Josefina - Javier Marco


Hay películas. Y esta es de esas películas. Películas que ya desde el principio sabes que no van a ser películas como las otras. Películas que son especiales por el mero hecho de contar algo normal. Algo tan normal como que dos personas se gusten. 'Se gusten' es una manera muy estúpida de decirlo. Dos personas entre las que surge algo. Algo tan intrascendente como una mirada en un autobús, la casualidad, la necesidad. Esta es una de esas películas que va de algo absolutamente normal y está contada con esa especie de toque que tienen algunas películas españolas donde se es capaz de hacer algo prodigioso precisamente evitando la estridencia, la gracia, el exceso de verborrea que se nos presupone. Una película que no se entiende sin sus dos protagonistas, la excelsa Emma Suárez y el fenómeno absoluto de Roberto Álamo. Justo hacía unos días que había vuelto a ver ese exceso de violencia que es su personaje en Que Dios nos perdone cuando aparece en este papel representando todo lo contrario. Una persona que parece incapaz de nada, salvo de hacer lo que haga falta por acercarse a alguien que le ha llamado la atención y que, por lo que sea, no puede hacerlo abiertamente. Y ella, una madre que va a ver a su hijo encarcelado y que tiene a su marido paralizado en la cama, todo el catálogo de desgracias recogido en un rostro que quiere pero que no puede. Para colmo de cosas, es la primera película de su director, Javier Marco. Y así transcurre una película de esas mínimas, de esas que ya te lo están diciendo todo, donde tú mismo tienes que hacerte la composición de lo que se sabe, lo que no se sabe y lo que cada uno de los personajes quiere saber. Vamos, un peliculón. Pero qué sabré yo. 

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