martes, 23 de julio de 2024

Crónica del #PleGramenet de julio. Constancia


Nos prometieron una cosa y nos hemos encontrado con otra. Hace un año o un poco más parecía que la cosa iba a ser otra y se ha conformado una especie de absoluta nada que yo que sé. Hacer la crónica del pleno de ayer es bien sencillo y pasa por la confirmación de que todo este año ha servido para poco. No hemos visto, no le hemos visto, no se ha visto, durante todo el año una oposición al Equipo de Gobierno. Lo paradójico es que tampoco se ha visto complicidad con el Equipo de Gobierno. Básicamente durante un año hemos visto cómo el Equipo de Gobierno iba haciendo mientras que los diferentes grupos de la oposición se intentan resituar en un escenario en el que la mayoría aplastante se convierte de nuevo en sordina autoimpuesta para cualquier iniciativa política. Hablamos de política y la política brilla por su ausencia. Mientras el Equipo de Gobierno aprieta el acelerador en la puesta en marcha de una manera de entender la ciudad en la que todo pase por la mayoría absoluta vigente y su ley impuesta, hay quien quiere ponerse de perfil, hay quien quiere aparecer como parte de algo que no es, hay quien ha decidido convertir la política colomense en un lodazal. Pero no, porque ni siquiera les alcanza para hacer política y lo que se hace es estética. Declaraciones, previas, gestos... si en años anteriores teníamos la política de camiseta ahora es la política de camiseta inversa la que impera. El regidor de Vox con la camiseta de la selección española, una selección española denostada precisamente por esa misma extrema derecha que piensan ahora en apropiarse de manera carvajalesca. Las menciones a las pantallas como indicador de la máxima tensión, preguntas sobre cosas que se entiende que tienen una respuesta obvia, reflexiones de cara al propio público para demostrar que se está vivo, pero sin demasiada cosa que ofrecer. El pleno de ayer, nuevamente en tiempo récord, nos demuestra que hay poco que decir respecto a lo que pasa. Que sea la derecha quien haga mención a la Fira d'Entitats, es reseñable. Que pasen los plenos y no se hable de Entenem. Que se ofrezca ese perfil tan bajo, amable, que en las fotos parezca que ha venido el papa Benedicto XVI a visitarnos, no era lo que se nos había prometido. El marcador de cuál es el peor Grupo Municipal de la historia de la democracia. El más inútil. Y mientras tanto, el Equipo de Gobierno deja el terreno preparado para el aterrizaje de quien haya que suceder a la alcaldesa al frente del consistorio una vez se consume la formación de un nuevo Govern de la Generalitat. Una sucesión sobre la que se rumorea, se especula, se comenta, pero que no se acaba de concretar. Cuando llegue, nos encontraremos que no sabremos que hacer. Y mientras tanto,  en la calle hace calor, por la noches parece que quiere refrescar y al menos sabemos que tenemos por delante un mes de agosto para refrescar y para seguir avanzando. O por lo menos resistir. Resistir, esa épica que no conduce a nada más que a eso, que se tenga en cuenta que estamos aquí. Gracias. 

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