viernes, 8 de noviembre de 2024

Pequeños cuentos centroeuropeos


Básicamente me enamoré de él porque me dijo que trabajaba en la Terlenka. Yo no sabía qué era la Terlenka, yo solo era un pobre comunista que tenía obsesión con todo lo soviético, lo que me sonara a centroeuropeo, al Pacto de Varsovia, a lo ruso, todo eso, ya sabes. Yo no sabía lo que era la Terlenka y me enteré después. Como ya no podía reconocer el error, lo reconduje con lo del hilo rojo. Me dejó de todas maneras. 

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