lunes, 3 de marzo de 2025
The Apprentice - Ali Abbasi
Esta película es tan buena que no la podemos recomendar. Es tan real lo que cuenta, tan explícito lo que muestra, tan directo lo que enseña, que podríamos caer en el error de decir 'es que esta película la tendrían que pasar por los institutos'... no! ¡Error! Tal y como están los tiempos y tal y como está la capacidad de comprensión de buena parte de la población y de cómo interpretamos los mensajes y cuáles son nuestros nuevos referentes y lo que está bien y lo que está mal y tal y como está todo gracias precisamente a Donald Trump y lo que significa Donald Trump, esta película es mejor que no la vea mucha gente. Porque mucha gente puede pensar que, efectivamente, eso que cuenta, no está mal. The Apprentice nos cuenta de qué manera Donald Trump pasó de ir cobrando alquileres por los pisos que eran propiedad de su padre a plantear el convertirse en presidente de los Estados Unidos. Todo ello siendo el aprendiz de un personaje infecto como Ray Cohn, un abogado sin escrúpulos que le enseña cómo comportarse en el mundo de los negocios, en la política y en lo personal, para dejar de ser un acomplejado panoli y convertirse en un panoli pero sin complejos. La película es un auténtico festival de barbaridades, la interpretación de Jeremy Strong como Ray Cohn es antológica y la caracterización de Sebastian Stan como Trump son suficientemente potentes como para mantenerte pegado a la pantalla durante toda la película. Es tan maléfica, que incluso en los primeros compases puedes llegar a sentir algo de simpatía con un Donald Trump atontado, acomplejado por un padre muy estricto, que siente algo de cariño por un hermano que está perdido. Una trampa. Para ser quien quiere llegar a ser, Trump adoptará los principios de Cohn y los llevará al extremo, de tal manera que superará al maestro y, muy en consonancia con lo predicado, renegará de él. Porque no hay que dejar, bajo ningún concepto, ni de atacar, ni de negarlo todo, ni de aceptar ninguna derrota. Y así estamos. Estamos de tal manera que lo que vemos ante nuestros ojos en 2025 y que transcurre durante unas décadas, los 70 y 80, cuando todo eso era todavía denunciable, execrable, parodiable, risible, motivo más que suficiente para ser vilipendiado, hoy en día es altamente peligroso. Porque lo peligroso de la historia que cuenta Ali Abbasi es que si hace unos años veíamos las películas sobre la vida de Dick Cheney o Robert Alies con la conciencia de que estábamos viendo a alguien que estaba frente a nosotros y que mostrando sus actos, destapándolos, podíamos alcanzar algún tipo de redención, podíamos salvarnos de ellos y su maldad, hoy tengo la sensación de que mostrando lo que es Trump, de dónde viene y cómo lo hizo, estamos señalando lo que puede ser un referente para mucha gente. El horror es ese.
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