sábado, 27 de diciembre de 2025

Elogio de Badalona


El otro día, curioseando por redes, vi una viñeta de Mauro Entrialgo que me revolvió el estómago. Mauro Entrialgo es un legendario dibujante que creó al increíble Herminio Bolaextra y cuyo humor puede oscilar del comentario político a la salvajada más fuerte, según para dónde escriba. La broma esta vez era dura de digerir. Un tipo con fachaleco y cabeza rapada decía 'En  mi pueblo no decimos Felices Fiestas' y una chica le contestaba ¿De dónde eres? ¿De Badalona? Badalona, mi ciudad vecina, se ha convertido en el foco de la información y en el campo de batalla de las últimas semanas debido a que el impresentable de su alcalde, García Albiol del Partido Popular, ha decidido ejecutar una medida salvaje, indecente, cruel, que consiste en expulsar de un instituto abandonado a 400 personas que no tenían otro lugar donde vivir. Albiol lo hace a sabiendas, no por una ideología cerrada y obtusa, sino por un cálculo político. Necesita mostrarse como un animal para que no desentone dentro de una corriente de animalismo que invita a hacer y decir y actuar como un desalmado con tal de no desenfocarse en un escenario de ascenso y dominio del discurso de la extrema derecha en el espacio público. Y privado. Dejar a 400 personas en la calle, en invierno, con fuertes lluvias, totalmente al pairo, le ha granjeado a Albiol la simpatía de otros tantos desalmados de extrema derecha de todo el país, de todos los países, de todos los banderajes. Y quienes denunciamos esa actuación somos atacados con el simplista mensaje de 'pues mételos en tu casa'. La campaña de mentiras y odio difundida por Albiol, se ha extendido como la pólvora. Albiol gobierna con 19 concejales de 27 posibles en una ciudad que es la tercera de Catalunya, nada menos y que pertenece, para quien no lo sepa, al antiguamente llamado Cinturón Rojo de Barcelona. 19 concejales del Partido Popular, se dice pronto. En las elecciones generales o autonómicas, es el PSC quien arrasa, como ha arrasado históricamente. La mancha de aceite de ese Partido Popular unipersonal de Albiol pretende extenderse también a Santa Coloma, por ejemplo, donde ha enviado a uno de sus lugartenientes, el venerable y simpático señor Jurado, para ir haciendo agujero. Como digo, Badalona se ha convertido en otro de esos escenarios de barbarie. Vecinos impidiendo que los inmigrantes pudieran cobijarse en una parroquia. Un nuevo Torre Pacheco. Entidades, sindicatos y una Generalitat timorata, van haciéndose cargo de una situación inhumana, resolviendo problemas desde el voluntarismo, combatiendo el racismo con solidaridad y un bote de caldo caliente. Como ya han escuchado por ahí, Albiol hace esto porque cree que así combate el ascenso de la extrema derecha de VOX, y también de Aliança Catalana. Y lo que hace es engordarlos más. Lo que le pase a Albiol me trae sin cuidado, ojalá le vaya mal no, peor. Verle ufanarse en vídeos de su actuación, verle felicitando la Navidad como si este tiempo de pretendida paz, amor y buenos sentimientos tuviera que ver ni remotamente con su persona, es vomitivo. Verle sonriendo ante lo que acaba de hacer y que haya quien piense que esto del PP no da tanto miedo y que es más o menos lo mismo de siempre, hace llorar. Y ver que la ciudad de Badalona está siendo utilizada como bandera de políticas de crueldad y ejemplo para lo que ha de venir, me da una profunda pena. Porque Badalona es Santa Coloma. Porque Badalona es mi gente, porque en Badalona viven y han vivido familiares, mis padrinos Miguel y la Chelo, porque de Badalona es mi colega Toni Esteban, un comunista insobornable, porque en Badalona tengo compañeros y compañeras muy queridas, porque a Badalona hemos ido a la playa aunque no nos gustara, a la peña flamenca con Miguel y la Chelo, porque la frontera entre Badalona y Santa Coloma es una calle y somos los mismos indios de un lado y del otro, porque de Badalona es Oscar Camps, joder, el de Open Arms, porque cuando la Penya juega contra los grandes todos somos un poco de la Penya, porque mi hijo ha nacido en Badalona como los hijos de tanta gente, como tantísimos colegas, porque Serrat compuso qué bonito es Badalona para Manolo Escobar, que era de Almería pero se crió en Badalona, porque Badalona es como nosotros aunque a veces la Calle del Mar parece que sea la única calle de Badalona, porque te puedes comer un arroz ahí cerquita del mono del Anís del Mono, por el pont del Petroli, porque este año he pasado la nochebuena en Badalona, porque tuvieron un alcalde comunista como nosotros, porque no puede ser que Badalona se quede en el imaginario colectivo de la gente como un lugar que es desagradable para la inmigración, para la gente más humilde, para la gente más necesitada, porque no puede ser que Badalona aparezca como un lugar donde la gente es cruel con el que menos tiene. Porque no es verdad. La historia y el relato que se ha montado Albiol no puede ser la que prevalezca. La Badalona de Albiol no puede ser la que venza. Tiene que haber un camino para que esta desgracia se supere y tenemos que hacer fuerza para que ese drama del albiolismo no nos alcance. No, a los albiolistas no los queremos en nuestra casa. Ni en Badalona ni en ninguna parte. Qué bonita es Badalona, joder!

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