martes, 27 de noviembre de 2012

Comandante General

Mi desconocimiento sobre lo que es África es total y absoluto. Pero bueno es echarle un ojo alguna vez a lo que otros escriben desde allí y sobre... allí. Rescataremos un pequeño texto de Guerau Ndame, titulado 'Comandante General de todos los seres humanos de esta calle':
'Me levanto cada mañana a una hora bien temprana y me pongo mi uniforme, que mi joven hija Carmine me ha planchado y cepillado la noche anterior para que esté nuevamente espléndido después de una dura jornada de trabajo. Como algo de fruta y salgo, bien vestido y perfectamente preparado para cumplir con mi misión. Mi puesto de control se encuentra en la misma calle en la que vivo, por lo que todo el mundo que pasa a mi lado me mira con respeto y reverencia. Soy nada menos que el Comandante General de todos los seres humanos que transitan por esta calle. Ellos lo saben, yo lo sé, todos estamos de acuerdo, no hay nada que discutir. Todo lo que pasa por esta calle es responsabilidad mía. Llego a mi puesto de control y me quito la chaqueta, que cuidadosamente doblo para colocarla en el respaldo del pequeño taburete que me sirve para descansar muy de vez en cuando. No puedo descansar demasiado, mi responsabilidad es gigantesca. A veces, sin embargo, cuando considero que reina cierta calma, recuerdo el día de mi nombramiento, cuando el Presidente Supremo del Barrio llegó a mi casa con aquel sombrero tan pomposo, y me tocó el hombro de una manera como nadie me lo había tocado y me dijo 've, hermano, ve, sé mis ojos y los ojos del gran Líder Divino de la Ciudad, haz saber a todos cuáles son las normas, cómo se deja pasar, quién va primero, qué debe hacerse en las aceras, por dónde se adelanta, en qué lugares se puede estacionar y en cuáles no, cuándo ha de llevarse casco, si las bicicletas deben ir por donde los peatones o no, y si te queda tiempo, hazles observar normas de urbanidad, educación, respeto hacia los demás, pero con firmeza, sin que te tiemble el pulso. Porque eres el Comandante General de todos los seres humanos que transitan por esta calle y en tus manos está su destino'. Y me dieron un uniforme, y me dieron unas botas, y mi hija era todavía pequeña y lloró y se acordó de su madre que había fallecido hacía unos meses y yo no recordaba todavía cómo había muerto porque aquel día había salido yo con algunos amigos y cuando desperté al día siguiente ya estaba muerta. Y yo lloré también acordándome de mi mujer. Y desde aquel día no volví a salir con mis amigos, porque como Comandante General de todos los seres humanos de esta calle no puedo andar con frivolidades. Y ahí veo que viene un coche reluciente. Y dentro vienen unos blancos con cara de habérselo pasado muy bien y creo que vuelven al hotel. Y yo hago las indicaciones para que todo el mundo les deje pasar. Y cuando pasan a mi lado, bajan la ventanilla y me dicen algo que suena a burla. No es la primera vez que pasa esto con los blancos. No saben que soy el Comandante General de todos los seres humanos de esta calle y que si fuera mi deseo, podría mandar enterrar el coche en la misma calle con ellos dentro. No saben que con un simple movimiento de mi mano podrían quedar detenidos en el tiempo indefinidamente, hasta que yo me canse. Veo a mi hija cruzar la calle sin mirar. Cuando llegue a casa voy a tener que decirle que si ella no obedece, no podré imponer mi suprema ley sobre los demás. Pasa una bicicleta con un niño que lleva unas botellas vacías. Una botella se cae al suelo. Indico al niño que se baje de la bicicleta y lo tengo sentado a mi lado hasta que me aburro de verlo llorar porque dice que su madre le espera con las botellas vacías y que su padre le va a matar. Le dejo marchar. Se hace de noche. Compruebo, poniéndome las manos como visera, que nada ocurre extraño en la lejanía. Vuelvo a colocarme la chaqueta. Abandono mi puesto. Hay mucho tráfico y la calle está abarrotada de gente. Al parecer el coche de los blancos se ha estrellado en una de las calles laterales y ha matado a un niño. La gente ha linchado a los blancos. Esas cosas no pasan en mi calle, no señor'.

* foto mangada del blog: kazacongo.wordpress.com

5 comentarios:

  1. Y eso que no he incluido a las supernenas...

    Willy Cartier
    http://www.imagebam.com/image/5787d1118973691
    http://diffusionph.cccommunication.biz/jpgok/RepMR/303/303192_4.jpg
    http://1.bp.blogspot.com/_nHLFBaHpaZ0/TQAFZ4ThepI/AAAAAAAAAt4/YxNv8dWf4P8/s1600/3072+ok.jpg

    Erik Andersson
    http://24.media.tumblr.com/tumblr_lwv2i3Gcl51qao0izo1_500.jpg
    http://farm8.staticflickr.com/7172/6839957267_08931bac2a_b.jpg

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  2. Ese tipo cree en el sistema. No como los españoles.

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  3. Lo que da de si una foto, oiga!

    Que dini vostè de gust!

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  4. primero ve la foto y luego se le ocurre la historia, o cómo?

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  5. Lo importante es lo que yo crea que soy o lo que los demás crean que soy. O ambas cosas. No se me he liado, Solo se que soy comandante de mi misma y ni eso a veces.
    Un abrazo

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