jueves, 19 de marzo de 2015

Malas tierras

Hombre, claro, claro. Cómo no. Claro. Cómo no. Claro, claro. Es evidente. Eso es que no tiene vuelta de hoja. Es que es así. Vamos, es que he llamado a Javier y me ha dicho que no podía ser y bueno, pues como comprenderás he puesto el grito en el cielo, porque es que no puede ser. Yo no sé cómo se está poniendo esto la verdad o qué se cree esta gente. Es que hay cosas que no se pueden entender y desde luego que esta es una de ellas. Es cierto que en algunos momentos uno puede mostrarse benevolente con ciertas actitudes, pero está claro que o se marca una raya y se dice que ‘hasta aquí’ o esto se desmadra de una manera que ni te cuento. Yo ahora mismo llamo de nuevo a Javier y le comento. Estoy aquí comiendo algo antes de salir de camino de la estación porque tengo que ir a Madrid pero vuelvo creo que mañana por la mañana. Si tengo un hueco, podemos vernos y lo acabamos de cuadrar todo para que el fin de semana, si acaso, Elena o Luis puedan empezar a darle vueltas al tema. Yo estoy muy tranquilo porque sé que lo vamos a solucionar inmediatamente. A más tardar, mira lo que te digo, el lunes, que tengo una reunión con Ochoa, pues antes de esa reunión yo te paso una carpeta con todo lo que tenemos ya y lo vamos cerrando. Es que es algo que, la verdad, cuando me he enterado, te digo que me ha sentado como una puñalada, porque no te lo esperas. No puede ser que gente con la que llevas tanto tiempo compartiendo tantas cosas, ahora se desmanden de esta manera, es algo que no se puede comprender. No entiendo cómo todavía, en los tiempos que estamos, hay personas, y sobre todo personas que han ‘mamao’ esto tanto tiempo, todavía no hayan cogido el concepto de que aquí somos todos como una gran familia y que si hay algún problema, desde luego este es el peor camino para solucionar las cosas. Sí, estoy con ella y me está diciendo que sí con la cabeza, porque es que ella también se ha quedado pasmada. Estábamos aquí tomando algo y la verdad es que ella es más dura que yo, más fría y me ha ayudado bastante a tomar una decisión, porque ya me conoces y yo en caliente es que no doy una a derechas. Sí, sí, me he puesto como una moto. Es que no es para menos. Después de tantos años. Es que, encima, en la situación que estamos, ahora que todo empieza a funcionar otra vez, con el esfuerzo que hemos hecho, hombre, pues no me jodas, y perdona que te hable así, pero es que me han dado ganas de no sé qué me han dado ganas, pero me he ‘calentao’ y creo que le he dicho unas cuantas verdades y yo creo que no le he mandado a la puta calle porque me he acordado de mi padre y he dicho… aunque sea por su memoria ¿no? Pero Esti me ha dicho que no, que me dejara de cojonadas y que le diera una patada en el culo a ese chulo de mierda. Es que es así, se ha puesto chulo. Es que no se puede consentir. Que se ha puesto chulo, te digo. Sí, sí. Es que no sólo ha venido a decir eso, es que se ha puesto chulo. Sí. Oye, que nos está cogiendo un poco de frío aquí en la terraza y que nos vamos a meter para adentro. Que te llamo cuando llegue a Madrid y me cuentas o si lo prefieres le digo a Javier que sea él el que te llame a ti. Bueno, ni te imaginas cómo está también Javier porque estaba delante y… mira, Esti ya me está diciendo que te cuelgue que tenemos que irnos para adentro y no me va a dar tiempo a coger el Ave. Te dejo. Chao.

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