viernes, 13 de marzo de 2015

Media charla sobre asuntos trascendentales


Decía Harmer Poinfrühler que… bah. Es mentira, que Harmer Poinfrühler no existe, que me lo estoy inventando. Bueno. Ayer tuvo lugar una interesante charla en la Biblioteca Singuerlin protagonizada por el periodista de La Vanguardia Enric Juliana y el periodista colaborador de medios como Público o La Tuerka Orencio Osuna, ambos con una larga relación con nuestra amada y querida ciudad de Santa Coloma de Gramenet. Bien. Servidor no pudo disfrutar del contenido íntegro de la charla porque los días acumulan muchas cosas y si uno se mete ya se mete del todo y para andar no yendo, pues mejor vas, así que llegué ya cuando el grueso de la conferencia estaba dada, el pescado vendido, y las bromas entre ponentes y público, hechas y reídas. Así que fue sentarme y decir el moderador, Josep Lacasta, que bueno, que ya podían empezar las preguntas y que no se nos fuera mucho la olla que nos teníamos que ir. Esto en realidad no lo dijo, pero me gusta hacer como que sí. Soy muy así yo. Otra gente es de otra manera. Yo no juzgo. Como bien dice en su libro Gregory Cepk… no. Tampoco hay ningún Gregory Cepk. No llegué a los trozos gordos, pero los complementos fueron muy productivos. Si no se entiende esta última frase, quedamos para tomar un café y lo hablamos. Digo, que en las preguntas la gente inquirió sobre el tema catalán, sobre el tema de la nueva política, sobre cosas como lo de Ucrania, etc. Y las respuestas, fueron interesantes. Enric Juliana vino a decir que la cosa está mal, que el régimen está tocado, que mucha gente se cuestiona muchas cosas, pero que, amigos, la revolución no parece que vaya a ser mañana. Que estallido social, no se ve. Que la contestación tampoco es que esté siendo agria. Pues vaya. Yo que pensaba que el régimen de la transición estaba acojonado, que la llegada de esas nuevas fuerzas se miraba con recelo y temor, que las marchas, las grandes manifestaciones con uno tocando la guitarra habían conseguido al fin poner contra las cuerdas a los grandes poderes fácticos, que hablar de arriba y abajo en la Sexta Noche era la antesala de la revolución… pues no. Que no es así. Enric Juliana se define como Gramsciano de derechas. Primero tengo que saber yo lo que es un gramsciano, pero me faltan luces y sobre todo interés por saberlo. Hay mucha gente que es gramsciana hoy día. Yo no. Pero por desconocimiento. A mí me gustaría ser como ustedes y no tener que ir haciéndome el tonto. Yo soy más de, por ejemplo… no sé. No me viene nadie ahora. Cuando habló de lo de gramsciano de derechas, Osuna le dijo que él era de izquierdas. Pero luego Orencio Osuna entró con el nuevo significado de las palabras, citando a un tal Skinner que yo no conocía, pero el amigo Torri sí, y diciendo que ya no podíamos hablar de derechas y de izquierdas porque la socialdemocracia… la socialdemocracia hace tiempo que dejó de ser de izquierdas, al menos en el trazo grueso, en lo gordo, en la bisutería sí que mantienen ahí los abalorios rojeras, pero luego nada. Pero esto ya lo sabíamos. ¿O no? Bien. Sigamos para bingo. Que las viejas palabras, los viejos discursos retóricos, que eso ya no interesaba a nadie. Pero los nuevos discursos son retóricos, las propuestas nuevas son vagas, la filfa viene a ser la misma, pero dando aún menos miedo. Aunque pongan cara de pavor, en realidad, la barriosesamización de la ideología, no hace nada. Me estoy poniendo muy profundo y yo soy más de verbo directo, ya saben, un tío de la calle, ya saben, un currela del Toshiba, ya saben, un perlaca de aquellos, ya saben. Es mentira. Pero mola hacer el ganso. Que más. Pues nada. Que el federalismo está mal explicado, o que no se deja explicar, que este país por Catalunya lo hicieron sobre todo las gentes de fuera y el pegamento fue el PSUC, pero eso ya no interesa a nadie. El Partido Comunista de antes era mejor. Siempre. El de antes siempre era mejor. Si esto se va a la mierda, que no va a pasar, porque vamos a ganar y se van a joder todos, pero, en el caso de que esto fallase, yo fundaría el partido de antes. Ese. El que ganó siempre. En fin. Orencio Osuna y Enric Juliana. Orencio Osuna presenta un libro con conversaciones con Ada Colau, Garzón, Iglesias y David Fernández. Comparte mucho del discurso de Podemos, pero no vi a nadie de la fuerza emergente, tampoco muchos de sus compañeros de viaje. De los nuestros nuestros, pelé, melé y carta que nos la lee. Pero oye, bien de público en general. La socialdemocracia pasó del tema. Atención. A la misma hora, Ciutadans llenaba la Torre Balldovina. That would be something. Nos estamos enredando en querer quedar como dioses del Olimpo y a lo mejor viene uno con un globo naranja y se lo lleva todo de calle. Por lo demás, bien. Ya si eso, otro día con más tiempo. Hace un día estupendo para reflexionar sobre los temas que acontecen, pero le pueden ir dando. Vamos a ganar nosotros y se van a llevar un sustaco que se van a quedar con el ojete torcido. Ahí lo dejo.

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