sábado, 9 de enero de 2016

Fotolog

Eso era yo. Un marginado social. El típico caso de persona con serias dificultades para entablar una conversación normal con nadie que no fuera estrictamente de mi círculo de amiguetes. Y encima, me gustaba escribir. Escribía largos mails a mis colegas, casi a diario, miento, a veces dos o tres veces al día, con pajaradas, historias, cosas que me pasaban, amigos del cole que había visto... etc.
De férreas convicciones antitecnológicas, con el prejuicio de que 'si eres tan de izquierdas como yo, todas esas chorradas de las redes sociales no te pueden interesar', iba de espaldas al mundo. No tenía ningún interés en las redes más allá de mirar páginas de deportes, qué le pasaba a mi Athletic, La Página Definitiva y cosas de historia o vídeos de grupos molones del Youtube. Ah, y bajarme música como si no hubiera un mañana. Esas cosas. Más o menos.
Fue la San la que me dijo que podía publicar las cosas que escribía en el Fotolog. Que ella tenía un Fotolog y que ponía fotos y explicaba cosas. Que había mucha gente que lo hacía. Creo que tardé casi un año en abrirme un Fotolog. Me daba mucha vergüenza. Escribir cosas en un sitio, que yo creía que sólo visitaban adolescentes con ganas de enseñar lo molones que eran y gente solitaria en busca de... espera... vamos, que no eran como yo. Aunque eran como yo, claro. En fin. Decidí abrirme un Fotolog, finalmente.
¿Qué nombre o qué nick o qué avatar elegí? El Gélido Tolya. Anatoly Karpov. El Gélido Tolya era el apodo con el que el comentarista de ajedrez Leontxo García, calificaba a Karpov. Me gustaba Karpov, era el aburrido, conservador, bien peinado, clasaza, mucho más que Kasparov, El tigre de bakú. El Gélido Tolya. La primera entrada consistió en explicar justamente esto. La segunda creo que fue hablar de Rita Lee. La tercera fue contar un chiste, precisamente. Creo que fue más o menos así.
Ayer me enteré de que Fotolog ha cerrado. Hace unos cuantos años, Fotolog empezó a dar una serie de errores y gente que conocía del Fotolog me dijo que me pasara a Blogspot o a Wordpress porque Fotolog estaba muerto. Con todo el dolor de mi corazón, lo hice.
Quise empezar a guardar textos que había publicado allí, pero me parece que me quedé con más de la mitad sin guardar. Seguro. Fueron... no recuerdo cuántos años, casi todos los días. El funcionamiento era más o menos el mismo que aplico en este blog. El color de fondo, el mismo naranja. Era todo igual. Subir una foto y a partir de ahí escribir algo. Igual que aquí. Los viernes, miscelánea, si alguna vez alguien decía que el texto debía seguir, seguía.
Espero no haber perdido los textos que más me gustaban. Otros, que puede que me gustaran menos, seguro que los he guardado. Los de Baal, los de Akeba, los de Fernando López de Oña, la fundación de Budapest, la Zarzuela, no sé... no recuerdo casi ninguno más, los de Carlos II, no sé. No me acuerdo. Siempre buscaba uno en el que un decembrista ruso, (la foto era esa), le hablaba a un público asombrado y confesaba... que estaba enamorado.
Bueno. Los textos se pueden perder. Seguramene habré repetido más de uno, cambiando los nombres aquí. Inconscientemente,  Pero lo que no perderé será la gente que conocí gracias al Fotolog. Gente que me conocía de vista, de Santa Coloma, pero que no me conocía más allá de... y que me leía de vez en cuando y ya sabía algo más. El Old Boy, por ejemplo. No sé, más gente.
Y gente fascinante que no voy a olvidar nunca. Yprh, una chica increíble que diseñaba muchas cosas y que vivía... por el mundo, y contaba lo que le pasaba. Todavía lo hace. La conocí a través de un chico que escribía cosas muy graciosas y he olvidado su nombre. La Dame Masquée, (que una vez me llamó por teléfono para la Navidad y me hizo más ilusión que todo) y la comunidad de damas que contaban historias de la Edad Media, del Barroco, creyéndoselo, con gusto, con sentido del humor y que no sé porqué ni a santo de qué cayeron en mi fotolog. Angelica, que ahora se me ha olvidado cómo se llamaba tu fotolog, joder, cómo se me ha podido olvidar, que también escribía unas cosas tremendas y publicaba unas fotos igual de tremendas, porque tremenda era ella. Como Lobezna López, que publicaba unos dibujos muy bonitos y que dejó de hacer dibujos y ella sabrá porqué. La Lobezna, casi nada. O la Puntojé, cuidado con la puntojé que también era una chica tremenda y con la que me reí muchísimo con unos cuestionarios tontísimos que nos enviábamos. A algunos de ellos les conocí en persona, otros no. Gente que me escribía a diario y que dejó de seguirme o que cerró su fotolog, gente como el julien de peiro, lagatachundarata, la marta que ahora tiene un blog que está en china, Me dejo a mucha gente seguro.
Mira, una forma como otra cualquiera de conocer gente. Me ha dado mucha pena que se cierre el Fotolog, por las cosas que he perdido ahí de texto y de fotos que me hubiera hecho gracia comprobar si estaban o no guardados en mi disco duro... pero bueno. Ahora viene lo tópico, me queda la gente.
Dentro piano.

3 comentarios:

  1. Me lo dijo ayer Marta.
    R.I.P. fotolog.
    Yo lo guardaba todo.

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  2. Qué me dice!
    No tenía ni idea, porque ya casi no entraba nunca, pero alguna vez sí. Caramba, y ahora para contactar con toda aquella gente, y para aquellos textos sobre el Caballero d'Eon! Oh, qué horror. Qué desdicha. Así, sin avisar ni nada. Eso no se hace, tendrían que haber avisado para poder guardar cosas y quedar con gente y eso.

    Y además lo llamé por un cumpleaños, Tolya.

    No me da más que disgustos.

    Bisous

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  3. Yo no tenía nada de nada guardado. Si hubieran avisado de que iban a cerrar no sé si hubiera guardado algo. Era mucho, demasiado. Y, total, yo solo escribía tonterías. Pero bueno, ahí estaba mi juventud, de los 20 a los 26 años, más o menos. Y como dice yprh, guardar un diario siempre es bonito. Me quedará el recuerdo, jaja.

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