martes, 29 de marzo de 2016

Música de carretera

Desde pequeño, la música del viaje al pueblo ha sido uno de mis asuntos predilectos. Cosas en las que ocupar la mente. Tengo casi 40 años, es decir, voy a cumplir 41 y sigo poniendo una parte importante de lo que viene a ser mi vida pensante al servicio de 'la música que voy a escuchar'.
Se pueden afrontar los viajes al pueblo de muchas maneras. Por ejemplo, el viaje de ida, el compañero Jordi, que era el chófer y amo y señor de lo que iba a sonar, se marcó un viaje de nueve horas sin música. Así, sin anestesia de nada. La radio estaba puesta, cuando el coche paraba, se oía de fondo una radio, un algo. Pero yo no escuché nada. Prudente, supongo, no querría importunar a un público heterogéneo con músicas que puede que no fueran del agrado de todos. La prudencia. Otro ejemplo. El compañero Jose, en su furgoneta, que yo lo ví, tenía una carpeta en el reproductor de música de la misma que rezaba 'italo disco'. Santa Bárbara bendita, madre de San Agustín. Otra carpeta era de 'viaje'. Es decir, hay quien se lo prepara y hay quien no.
Hacer la maleta para ir al pueblo implica tener a mano el cable con el que vas a cargar el reproductor del mp3 ya pensando en el viaje de vuelta. He de decir que, por primera vez en la historia, no he bajado una bobina de cds ni nada. Eran pocos días y no cabían en mi nueva bolsa de viaje, tan pequeña y tan cuca. Abundando en el nivel de tontería que me asalta, dejaba todos los días el cargador del reproductor en marcha para que, llegado el día del viaje, el mp3 no se quedase sin batería. Ni que decir tiene que los gustos del público acompañante, mis padres y mi prima Elena, me son indiferentes.
Porque yo escucho la mejor música del mundo. Soy el que más sabe (al menos al nivel de un Diego A. Manrique o del mismísimo...) y el que te puede abrir las orejas a músicas que... pregúntame qué grupo es el que suena, te lo digo, es ese.
Como duermo poco y mal, esa noche se me ocurre una canción para el grupo. Como muy funky, con un bajo haciendo un par de notas y nosotros cantando por encima algo referente a correr por el río, sudando todo, algo así. Primer puente de montcada segundo puente de moncada, camón. Lo del camón tiene que salir. He olvidado la canción, pero me levanto silbándola y todo.
Bien. Cargado el reproductor, que comience el viaje de vuelta. Escucharemos la radio. Radio 3.
A las seis y media de la mañana la música que suena es del programa Músicas posibles. Música clásica contemporánea, valga el oxímoron. Son las seis y media, insisto y mi madre y mi prima caen en un sopor profundo. Violines inconexos. Solo al final del programa, suena una canción entre jazz y tropical, movidita, pero la cortan porque empieza Hoy empieza todo.
Siete de la mañana. Creo que la primera canción que pone es de REM, It's the end of the world. y poco a poco van cayendo canciones de grupos como rockeros de años anteriores que vuelven a sacar disco. Es música así como para levantar el ánimo, según el locutor. Atrás duermen y mi padre va como un gatillo pendiente de si le piso o no. Ojo, cuidado, la curva, el camión, no te embales. Hay una entrevista a un grupo que se compone de gente de otros grupos. La habitación roja y otros. Cría que me iba a acordar de más temas, pero no me salen demasiados. Hacen una especie de repaso de discos de metal, porque hace 25 años (o son 20...) que se publicó un disco de un grupo que se llama Slint y lo van enlazando con otros discos de otros grupos y suenan guns and roses, sepultura, korn... todo muy así. Pone una canción de un grupo que se llama Neumann que no me dice mucho pero al parecer hay que estar muy así, porque vuelven a tocar. Pone una canción de Primal Scream, porque ha sacado un nuevo disco. Canta con una chica y la canción tampoco está tan mal. Voy prestando atención y a las nueve cambia el rollo y entra otra locutora. Se hablan de más cosas y hasta las once suena una música más o menos similar. Ah. Ha sonado Second. Second es un grupo que no me gusta nada. Pero cada vez que pongo la radio, radio 3, suena Second. Esas letras tan sentidas, no sé. Es que no lo puedo aguantar. Lo bueno es que Second volverá a sonar más tarde.
A las nueve de la mañana, insisto, tengo una seria laguna. Voy mirando por el retrovisor y veo gente duermiendo. La música no es que esté levantando a nadie, la verdad.
Empieza el programa de las once. 180 grados. Suele poner una música que ni fu ni fa, menos cuando hace monográficos. Vuelve a caer Primal Scream. Vuelve a caer Neumann. Vuelve a caer Second como digo, pero pone una racha de tres canciones casi seguidas que me gustan. Canciones de grupos de ahora que me gustan. Soy muy feliz con esto.
Pone una canción de Grises que se llama... ay, se me ha ido. Formas, lo he tenido que mirar. Me gusta, y eso que es una canción electrónica y... pero tiene algo, quizás la voz del cantante o la cantante, no sé. Me gusta. Y después de esta pone una canción de un grupo que se llama Papaya que no he escuchado nunca, como Grises que tampoco, una canción que yo creo que se llama Infusiones y no, es que se llama Obsesiones. Y me gusta mucho, pero mucho mucho. Me gusta tanto, que estoy escuchando el disco mientras escribo. Y la busco, pero no la encuentro. Porque no se llama infusiones, que se llama obsesiones. Y acto seguido pone una de Novedades Carminha que se llama Que dios reparta fuerte. Me mola también. Hasta mi padre, que conduce ahora, tamborilea en el volante. Mi prima ya va despierta. No dice nada de la música. Ha sido una racha muy buena de canciones. Si he de recordar... creo que en los viajes siempre he descubierto música. Una canción, un algo.
Canciones que crees que te hablan directamente. Canciones que hablan de cosas que te pasan, de lo que vives, etc. Vamos a ponernos profundos. Canciones que te tocan la fibra. Hay algo, alguien, una fuerza, que hace que escuches las canciones que necesitas. Y son esas.
A las doce empieza siglo XXI, con el primer chichipún quito la radio y pongo el mp3. La música de siempre. Variadita, molona, su reggae, su rubén blades, su kokoschka, su gotan project... creo que mi prima se ha puesto los auriculares. Si o no. No. O sí. No. A veces parece que susurra algo, canturrea, pero no es mi música. Como lleva el pelo largo no veo si es así o no. Sufro. Pero no quito la música hasta el final. Solo al final de todo, ya en el parking, suena Gong.
Guardo mi reproductor y pienso que voy a escribir sobre esto porque me interesa mucho compartir esta historia con ustedes. Podría ser peor.
Las vacaciones, bien. Procesiones, cementerios, tapas, carne de choto. Bien. Y acordarme un poco, también.

5 comentarios:

  1. Sí, me conocen en todo el pueblo. Según me han contado, no se habla de otra cosa y se habla mal. Compro, desayuno, hablo.
    Ahora mismo he intentado conversar con un lugareño que me ha bloqueado la puerta del local de casa con la furgo por tres horas. Todo lo que me ha dicho es: "Da igual (que no puedas entrar). No pasa nada".

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  2. A mí me pasa lo mismo, pero preparando la música para planchar. Algo que me haga olvidar tan ruin tarea. Conduciendo ni hablar, lo mismo me la pego si desconecto demasiado.

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  3. Yo soy de los que se prepara música para viajes y de hecho es uno de los rituales más importantes de cada desplazamiento. Desde hace tiempo cuando mi viaje es con más gente siempre propongo el socorrido recopilatorio comunitario, esto es, cada miembro del grupo propone 40 o 50 canciones, sin ningún veto ni límite estilístico, las junto en un cd o mp3, etiqueto, igualo sonido, etc..., y eso es lo que va sonando todo el viaje (siempre con la obligación de escuchar todos los temas enteros). Esto produce momentos de surrealismo extremo claro, suena Iron Maiden y acto seguido la Pantoja, pero hace que la gente esté pendiente de la música y abre debates constantes sobre los gustos de cada uno que suelen empezar con la pregunta "¿Quien ha puesto esta?"..., lo aconsejo encarecidamente.

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    1. ¿dejar que otro ponga música en mi coche? ¿qué pasa? ¿somos comunistas?

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  4. Ay, a mí me gustaba escuchar hoy empieza todo cuando iba al curro. Pero aquí no lo oigo, es que empieza a mi 1 de la tarde y es, no sé, raro. A veces escucho el podcast del día anterior pero la mayoría del tiempo se me olvida.

    Me he dado cuenta de que apenas conozco grupos nuevos. Me he quedado anclada en el pasado, jaja.

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