miércoles, 22 de febrero de 2017

Líbranos del mal - Scott Derrickson

Si no me equivoco demasiado, fue antes de ayer cuando vi anunciada una película que, mientras estaba viendo de que iba se me figuró como una especie de continuación o de readaptación de El Exorcista. De hecho, estaba convencido de que al final del trailer iban a decir 'demà a les tantes, L'Exorcista reloaded' o algo así. Pero no, la película se llamaba Líbranos del mal y, aunque la daban en TV3 hablaré de ella en castellano, por no meter mucho la pata con la ortografía y demás.
En fin, mientras veía el trailer, creí entender que el protagonista iba a ser un sacerdote, un cura, como el padre Damian Karras del Exorcista (Exorcista, Exorcista, Exorcista todo el rato). Así que cuando llegué a mi casa ayer de deambular y toda vez que el partido de la Champions había acabado, una vez que me comí una reponedora sopeja, me senté a ver la tele y estaba empezando la película en cuestión.
Un poli, que era el que yo pensaba que iba a ser el sacerdote, interviene en un caso de malos tratos. Una mujer con la cara hecha polvo y el marido machote sin camisa. El tío da muestras de estar hecho cisco de la cabeza y parece ser que es veterano de guerra. El poli, interpretado por el actor Eric Bana, que recuerdo de haber visto en Troya y en Hulk, no sé ni cómo ni porqué se mete a investigar este caso, porque al parecer el tal veterano de guerra se ha escapado.
A ver. Aparece un cura... tengo lagunas. No sé a qué me dediqué yo ayer mientras veía la película pero me faltan muchas partes, como si hubiera estado pendiente de otra cosa, que ya ves tú de qué cosa vas a estar tú pendiente ahí solo en casa sin más distracción que la tele. Aparece de repente un cura latino con melenita que le ayuda a investigar porque lo que le pasa al marido maltratador igual no es que esté loco, igual es que le pasa otra cosa.
El poli tiene mujer e hija. Pasa un poco de ellas. La hija escucha cosas en casa, debajo de la cama, como que rascan. El marido maltratador tenía las uñas destrozadas.
Vamos, que la cosa deriva en posesiones demoniacas. Al parecer (Exorcista, exorcista, exorcista), el veterano de guerra estuvo en Irak, se metieron en una cueva y ahí había un demonio. Y poseyó a un amigo del marido. Y este es el malo de verdad. Y hacen inscripciones en las paredes en persa y en latín, invocando al diablo.
Y hay una chica que iba caminando por un parque y se encuentra con el veterano malo de verdad y ve el mensaje escrito en una pared y también es poseída.
Y había una peli con Denzel Washington en la que el diablo cantaba una canción de los Stones y aquí aparece una canción de the Doors...
Bien, la investigación del cura y el poli. Encuentros con los poseídos, ruidos incesantes en la cabeza del poli que empieza a estar algo tocado por el tema, ruidos en la casa del poli, ruidos, el diablo chillando, la chica poseída encerrada en una celda, trastornada, transfigurada, babeando, chillando, mordiendo.
Hace mil años, vivía con mis padres pero estaba solo, daban en la tele El Exorcista. Me cagué de miedo. Aguanté la película. Pero así como otras veces esa peli no me impresionaba, ese día, solete, me hice algo de caquita.
Pues bien. El poli y el cura enganchan finalmente al demonio malo, lo meten en una celda y empiezan a practicar un exorcismo. Doce y veinte de la noche. Solo en casa.
Y me fui a la cama.

1 comentario:

  1. ¿Se ha fijado que todas las pelis de "miedo" que han sacado en los últimos años van de exorcismos? O al menos las que aparecen en la pelispedia... Parece que Satanás es ya lo único que le puede dar a la gente miedo... Y da poco, la verdad.

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