domingo, 11 de febrero de 2018

Texto B

Recuerda que cuando hay un cono, suele haber otro cono. Es muy posible que el encargado ponga el cono y que no ponga ningún otro cono. Es igual, en su cabeza está el poner un segundo cono. Vamos a contar una historia. Una de las cosas más espeluznantes que le puede ocurrir a uno es intentar abrir una bolsa de hielo. Hola, una de hielo. Está en la nevera, cógela tú. Y abres la nevera y están ahí y está la bolsa de hielo sin abrir. E intentas abrir y no puedes porque no tienes fuerza en los brazos, en la mano. Donde sea. Y tienes miedo a que venga el encargado a abrírtela él. Finalmente la abres como de milagro. Pero ya está el daño hecho, porque el encargado viene y te pregunta si te cuesta. Y te cuesta y cierras la nevera y le llevas la bolsa de hielo para que te la cobre y no sabes cómo ni por qué y acabas dentro de uno de los depósitos de gasolina y estás asustado y hace frío y tienes miedo. Y te van a meter fuego. Y los conos sirven para señalar que ojo, que ahí hay algo, que mejor no acercarse. Y tú estás ahí, y tienes tiempo para pensar y reflexionar sobre las cosas que le ocurren a uno en la vida. Y sabes que te van a ahogar en el depósito. Y piensas en la gracia que te hacía el cono. En el simbolismo del cono. En los usos del cono. En el cono como manifestación de algo. Algo que ya no tienes tiempo para desarrollar, porque oyes como viene el camión. Vas a morir.
Es un tema recurrente, la muerte. Morir. Que señalen tu muerte con un cono. Bueno. Puede pasar. Es la historia de un texto que no es el primero. Que no es la primera opción. Es la historia de una historia que no es más que un recurso. Es la historia de una historia que vale para lo que vale y está para lo que está. Todos tenemos una historia que contar y con la que sacar adelante algún momento gris de esos en los que parece que va a irse la vida sin que uno pueda hacer nada. Cuentas una historia, como aquella vez en la que estabas muerto y abrieron la tapa del depósito y te encontraron muerto y bien muerto y te fueron a enterrar en un cementerio y vino tu familia y no pudo hacerse la ceremonia porque estaban de obras y había un cono que señalaba que mejor no pasar por allí. Y con esa historia puedes resumir cualquier cosa. Todo lo que te puede pasar. Y no sabes cómo concluir la historia, con toda la familia esperando para hacer la ceremonia y finalmente viene un currante y retira el cono y todo puede volver a la normalidad. Y te entierran y nadie se pregunta nada, y a nadie le importa que te metieran en un depósito lleno de gasolina y cuál fue el motivo de la muerte. De tu muerte. El cono no tiene nada que ver pero se repite. El cono conifica. El cono es algo. No tengo ni idea de lo que estoy hablando, pero ya ha pasado un día más.

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