jueves, 22 de noviembre de 2018

Karpov

Y me he quedado así como mirando y ya no sé. ¡Mueve! ¡Te toca! Os estoy oyendo. Me toca mover. Es el momento. Me toca mover. Y me he quedado mirando a ver así como algo que no sé qué es y ahora no sé si vuelvo a la partida o no. Dos señores mayores me miran. No sé si han aparecido de repente o han estado aquí siempre. Si han estado aquí siempre, mirando cómo estoy jugando, y no me he dado cuenta, entonces tengo un serio problema. Un problema de concentración o un problema de percepción. Creía que estaba jugando y que la cosa iba pues como siempre. Ojo. Pero qué quiere decir cómo siempre. Me encanta perder el tiempo. Me encanta encontrar un momento para hacer preguntas que requieren un tiempo para ser contestadas. Cómo resolver ese problema. Qué hay que hacer para salir de esta. Qué es lo mejor. Quedarnos quietos, encantados, mirando hacia otro lado, esperando a que pase. Y estos dos mirando a ver qué hago. Qué delgado estoy. Qué mirada perdida. Qué hay que hacer para salir de esta. La verdad es que tampoco tengo una posición muy mala. Yo creo que estoy bien, pero no me había dado cuenta de que tenía a estos dos al lado, mirando. Y de qué se ríe. El de las gafas. De qué se ríe. Debe reírse porque hay alguien con una cámara. Siempre hay alguien al que le entra la risa tonta cuando hay una cámara de por medio. Tiene que parecer una persona simpática, alegre, risueña. No le conozco. Y el otro parece serio, mirando, puede que no sepa ni de qué va la partida. Pero también pasa, que veamos una cámara y que pone cara seria, como de estar haciendo algo o mirando a algún sitio despistado. O serio. Serio como si le doliese todo el mal del mundo. Serio como si el mundo dependiese de que nos pusiéramos serios. Serios como si no pudiéramos dormir por todo el mal del mundo. Todo el mundo mirando si estamos o no estamos serios. Cada vez más serio. Cada vez riéndote menos. Cada vez mirando más al tendido como si fuera una vía de escape de esos dos que tienes al lado. Me toca mover, pero fíjate en el detalle de que no hay reloj. Ah, no hay reloj. No lo habías notado. Puedo quedarme mirando hacia la parra todo el tiempo que queda. Mirando a la parra, viendo cómo transcurre el tiempo, cómo me crece el pelo, cómo me sale barba, cómo me dejo bigote, cómo me compro otro traje, me compro unos zapatos. Tengo que mover. No sé. La paz interior. Qué es la paz interior. Me salen preguntas que no dan para una sola partida. Necesitaría más partidas para poder preguntarme más cosas. Necesitaría jugar más para poder perder el tiempo o ganarlo. Es ganar o es perder. Perder es perder y ganar es ganar pero hay veces que perder es como ganar o perder es como no... se me secan los labios, me paso la lengua por los labios. Tengo que mover.

1 comentario:

  1. Ya, pues yo en su lugar esperaría otro ratito a ver si luego está más concentrado, porque como mueva ahora, no le arriendo yo las ganancias.

    Feliz fin de semana.

    Bisous

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