martes, 6 de diciembre de 2022

España, perdiste


Se acabó. La peripecia de la selección española en el mundial ha terminado con una derrota por penalties en los octavos de final contra Marruecos. Se pudo ganar. Pero los condicionantes pesan siempre en una cita como esta y lo que sobre el papel parece fácil, finalmente se puede convertir en un obstáculo insalvable. Cómo superaremos la intrusión de Mariano Rajoy en la crónica, en el periodismo, en la literatura. Cómo intentaremos no caer en su ejemplo poderoso, en su concisión, en su saber ir al grano y salirse del grano todo a la vez. Cómo volver a escribir sin tener la sensación de que puedes caer en el marianismo sin tú quererlo. Porque no sabes más. 

Puto mundial de fútbol. Puto Qatar. Yo he sido de los que, culpablemente, me he desdicho del boicot a un evento deportivo que ha costado miles de vidas y, vergonzantemente, no he podido evitar ver partidos del mundial. Creo que el partido de hoy ha sido el único que he visto de principio a fin. Me encanta el fútbol, me chifla el fútbol y el Mundial siempre ha sido la cumbre, el momento en el que puedes ver esos partidos que parece que no le importan a nadie pero donde uno puede sacar cosas que le pueden durar años. Un Ghana Corea del Sur, por ejemplo, o esa primera parte del Japón Croacia, o yo que sé. Fútbol. No deberíamos haber visto ningún partido de este evento miserable, pero ya saben cómo hacerlo para que, mal que bien, los enfermos necesitemos de la dosis que solo además de manera culpable podemos consumir. El mundial no ha terminado, solo ha sido eliminada la selección española, y hay que hacer algún tipo de comentario.

Puto mundial de fútbol. España ha sido eliminada por Marruecos después de un partido más bien plano por parte de la selección de Luis Enrique. La selección de Luis Enrique, ahí está el tema. El facherío mediático tan presente en la prensa deportiva nacional le puso la cruz al seleccionador una vez que empezó a quitarse de encima a esos tótems madridistas que venden periódicos y garantizan audiencias. Así, yo que nunca he sido particularmente afecto, me he visto defendiendo a la selección y, qué narices, deseando que hoy pasaran de ronda. Marruecos era el rival, claro, no te olvides del Sahara y de cómo tratan a los saharauis. Pero también tiene uno simpatías de siempre por el rival más débil y en este caso estaba claro quién era. Todo un compendio de sinsentidos, contradicciones y demás mierdas que tienen relación con un deporte que, a ojos de todos, ha perdido creo que bastante calidad.

Los partidos que he visto, trozos, minutos, no me han permitido ver ningún equipo o jugador que digas, copón, qué animal. Nada. Trotones, pasadores, gente sin alma. Equipos deleznables como Polonia o como Dinamarca. Blufs como los países africanos. Equipos justísimos en Sudámerica, con una Argentina que va pasando rondas pero que no tiene creo que nada que hacer. No he visto a Brasil ni a Francia y espero no verlos a no ser que sea la final. Tampoco he tenido que ver a Portugal. Me aburro. 

Ahora a ver cómo despellejan al seleccionador por no ser afecto a la causa y a pedir su cabeza hasta que haya algún madridista que pueda optar al cargo. Y a seguir consumiendo fútbol de manera culpable, casi a escondidas, con la sensación de que no hay manera de escapar de esta trampa. Puto fútbol y puto mundial de fútbol. 

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