martes, 17 de septiembre de 2013

El día del Juicio

Venga, venga, arriba. Va, venga, arriba, levántate. Va. Venga. No remolonees. No has dormido casi nada, pero venga, va, no me entretengas. No te entretengas. No nos entretengamos. Arriba. Venga. Vestuario, el vestuario. Una camisa y ya está. Al final ni me voy a afeitar, ni voy a ponerme de bonito, ni nada. Va, venga, así mismo. Sin desayunar porque no tengo leche. Cartón de leche vacío. No hay nada en la nevera. Todos los tópicos. La miseria se asoma por la puerta, el amor sale por la ventana. Me voy, no te olvides. No. Suerte. Me voy. Sin desayunar y sin cagar. Cagarrinas. Cagarrinas, muchas cagarrinas. Hoy es el día del juicio. El juicio. Si vienen. ¿Y si vienen? Si vienen no les voy a dar la mano. No vendrán, dijeron que no se presentarían. El juicio. Tantos meses aguantando y ya ha llegado el día. El juicio ya está aquí. Va, venga. María Estuardo está en su momento de máxima felicidad, pero su marido, Francisco II, es muy débil y no aguanta un año casados y siendo rey, porque se muere. Se muere y ella ya no es reina de Francia y ahora tiene que volver a Escocia. Y se pica con Isabel por un pasaporte. Y... ya he llegado a Urquinaona y no he terminado el capítulo. Aquí parece que ha llovido. Tengo que tomarme un café con leche. Donde sea, aquí mismo. Este sitio tiene pinta de ser caro, pero me da igual, por que no me aguanto más. Me lo voy a hacer encima. Me estoy cagando vivo. Los nervios. Me pido el café con leche y entro al lavabo de inmediato. La puerta es... cuando menos antigua. Un poco difícil atender a las instrucciones de uso de la puerta cuando el chocolate se te está derramando. Se acabó, qué alivio. Me tomo el café. Son menos tres, voy. Está ahí al lado. Y ya veo al J. Los dos hablamos. Me tiene que contar una cosa. Tenemos tres cuartos de hora por delante. Venga. Cada vez que vemos acercarse algo o alguien pensamos... son ellos. No son ellos. No van a venir. Lo que me cuenta es de película de José Luis López Vázquez. Matamos el rato con eso. La independencia, un partido de fútbol, rumanas, mi hermano, el suyo, me dijo, le dije, me ha llamado, le va mal, tiene a la mujer fuera, está jodido, se adelgazó muchísimo, no vemos a la abogada, dijo que venía ahora, que venía luego, que va a venir. Nos metemos dentro. Juzgado de lo social. Vamos. Subimos. Mira el papel. Ninguno tenemos ni puta idea. Ni puta idea. Me estoy cagando otra vez. Tengo ganas de tirarme mil millones de cuescos. Estoy que no estoy. Estoy fatal. No vemos a la abogada. Ellos no están. Se les distingue rápido. No les veo. Llamamos a la abogada. Trasiego de gente en un pasillito. Trabajadores y gente trajeada. De repente un señor alto con la toga. Otra señora con toga y el escudo de la Corona. Es el día del Juicio. Es el día del Juicio. No hay emoción. Sabemos el final. Sabemos el resultado. Nos vamos a comer una mierda. No, vamos a ganar. Vamos a ganar. Pero nos vamos a comer una puta mierda. Porque vamos a pagar todos. Tú, querido amigo lector, también lo vas a pagar. Tú, el que lee, el que cree que los empresarios son sufridos creadores de riqueza. Tú, vas a pagar. Me vas a pagar. Me tangaron y lo vas a pagar tú. Feliz y contento. Hoy empieza la Champions. Pedazo de campo tenéis en San Mamés, nen. Es guapo, eh. Parece inglés. Viste el partido, no lo vi, lo vi a trozos. Llega la abogada. Va, los carnets. Va, pasad. Somos nosotros. Va, salid ya. A la vista. El juez está dentro. No se presentan. Cuélanos. Va. Venga. Claro. Es una 'confesa'. No se han presentado. El edificio de la Estel derrumbándose, la estación de mi pueblo no expende billetes de tren, lo del Hospital Clínic que lo van a privatizar y es una puta mierda todo. Y este país es una mierda. Este país, da igual cómo lo llamemos, da igual el nombre, la razón social, mercantil, la pera limonera, me la suda. Este país es una mierda. Es una santa mierda. Es una mierda pinchada en un palo. Más. Nosotros estamos un poco desazonados, por no decir que estamos bastante bajos de moral, pero la abogada está mucho más hasta los huevos de todo. ¿Huelga en la Ciudad de Justicia? Una merda de vaga, res. No hacen vaga (huelga) más que tres. Venga, sigamos empujando hacia abajo todos. Todos juntos. Procés Constituent. Una pera. Dos latas de melocotón. Una caña a las once de la mañana. Bigotes oliendo a cerveza. Olor a cerveza. Me he echado colonia. Trasiego de gente. El señor juez se está leyendo las demandas. Vamos bien. Vamos. Nos cuelan. Nos sentamos. Ya estamos. Es el día del juicio. No estamos ni diez minutos. Ni diez minutos. Un año, diez años de mi vida, diez minutos. Un robo a sangre fría, con total impunidad, diez minutos. Visto para sentencia. Este país es así. Espléndido. Yo soy español. Som Catalunya. Este país es una mierda. Salgamos todos de este país. Noruega, Finlandia, Francia, al mar. Todos al mar. El comunismo, el socialismo autogestionado, Yugoslavia, ¿cómo se llamaba Tito?, ¿Estaba loco Ceaucescu?, la invasión de Checoslovaquia, Stalin, si tengo un hijo le llamaré pepe por Stalin, fusilamientos, el comunismo, los comunistas. A navegar. A navegar, a vivir de la pesca, marineros. Subir a la barca, que naufragaremos. Ya está, ya estamos fuera, ya podemos salir. Ahora esperaremos tres meses. Tres o cuatro meses y luego ya si eso pues dos años hasta que todos vosotros y yo también, y mi padre que me ha tenido que llamar porque yo no puedo llamarle porque sé que se calienta y para qué quieres más, y hasta mis jefes con sus bmws y sus hijas en cole de monjas y su hijo estudiando dietética y con otro bmw y con sus dos huevos, y su os quiero mucho y su os lo pagaré todo y su tengo dos huevos y tengo muchos muchos huevos y me la follaría bien por el culo, abriéndole el culo así, y todo eso. Ellos también pagan. Pero un poquito. Como tú, querido lector. Querido lector, que posiblemente nunca me leas en otro sitio más que aquí por que los meses pasan y esto no avanza y me tengo que acordar cada puto día de mi vida de los bmws, las publicaciones en prensa escrita. No, ya no trabajo en la radio, en realidad nunca he trabajado en la radio, pero gracias por preguntar. Ahora hay que explicarle a la gente que tengo que seguir esperando. Que hemos ganado, o que vamos a ganar, o que estáis perdiendo todos. Yo ya he perdido. Gracias a la vida, que me ha dado tanto. Todo va genial. He comprado suavizante Flor Classic y Omino Bianco efecto marsella y a ver qué. No pondré la lavadora hasta mañana o pasado mañana, por eso. Ya nos veremos otro día, antes del día diez. Dale recuerdos a la Maite. Estoy deseando llegar a casa otra vez para ir al lavabo.

3 comentarios:

  1. Anda que te ha dado fuerte:-) Yo tengo un amigo que se llama Wladimiro, o sea como si le pones Stalin. Yo no lo haría por el chico.
    Un abrazo

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  2. Qué personaje tan temible, ese cara pescado con toca de madre superiora.
    No tengo ni idea qué quiere decir con su comment en mi blog.

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  3. Ah, ja, ja, qué obtusa estoy últimamente. Todo el día retumbando en mi tonta cabecita la palabra: "Siguiente", no, "¿Siguiente?"... Ay, que me troncho. Buenas noches Tolya.

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