lunes, 14 de julio de 2014

Otra mierda de texto sobre lo de Gaza

Como ven, esta foto de Andrew Burton está mangada de la agencia Getty Images. Apareció ayer en La Vanguardia y está tomada en Tel Aviv para ilustrar la normalidad con la que vive la sociedad israelí la situación de conflicto que se vive en estos días en la zona y que ha causado más de 160 muertos palestinos y miles de heridos. De los 160 muertos, unos 30 son niños. Conflicto entre Israel y los palestinos. Ahí está el detalle. Desde Gaza, un minúsculo territorio en el que, como bien explicaba el artículo de La Vanguardia Israel decide cómo se visten, qué comen, dónde viven y cómo viven y quién vive, se han lanzado varios cientos de proyectiles contra Israel que no han causado ningún muerto. Daños materiales, heridos. Ningún muerto. Israel prepara una invasión militar de Gaza que posiblemente será una sangría. Una más. No importa.
Una pianista china, de gira por Israel, dijo que los israelíes eran muy valientes ya que había sido testigo del impacto de un cohete en el hotel en el que se aloja. Vivir rodeados de bárbaros que desean la destrucción por todos los medios del Estado en el que vives, naturalmente que te legitima para defenderte de la manera que sea contra esos salvajes que pretenden que, el único espacio de cultura y civilización en Oriente Medio, desaparezca. Por eso, está todo permitido. Vean la imagen. La gente juega en la playa, tranquilamente, mientras a unos cuantos quilómetros de distancia, mueren como chinches. Pero mueren porque se lo merecen. Si a alguien le va mal en esta vida, es porque algo habrá hecho. Los palestinos, los árabes, no se han sabido adaptar a la democracia, a las libertades, a los derechos humanos, a la economía de mercado (bueno, a eso sí), y es necesario que, si no por las buenas, al menos por las malas, no importunen a quienes han llevado un rayo de esperanza a una tierra tan inhóspita.
No sé. Es un tema que entristecería a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad, hasta hacerla llorar. Un pueblo habita una tierra, otro pueblo la reclama como suya, no hay acuerdo, se fomenta el odio desde fuera, se olvidan las ideas de hermandad, fraternidad y se invierte en radicalismo religioso, en el nosotros no somos ellos, en el ellos deben irse, en aquí no cabemos todos. Y a vivir de la rifa. De vez en cuando Netanyahu, o antes Sharon, o antes Begin, o antes... se inventan una guerra, un grave conflicto por el cual Israel tiene derecho a defenderse. Prietas las filas. En la otra parte, se fomenta el radicalismo religioso y se desprestigia, se compra, se corrompe, se destruye la alternativa laica. En ambas partes quedan los duros. Las manifestaciones israelíes contra la guerra son minoritaria, pero las hay. Existen.
Los judíos. Diferenciemos. Una vez más. No son los judíos. El Estado israelí no son los judíos. Hay muchos judíos en todo el mundo, como hay muchos cristianos y hay muchos musulmanes y hay muchos hindúes, muchos budistas y muchos ateos. Y aún así seguimos cometiendo el mismo error, los judíos...
A nadie le importa nada. Israel mata a 160 personas, selectivamente, con aviones no tripulados, sin exponerse, con gente mirando desde las colinas como esas hormiguitas palestinas corren intentando no morir... y no ocurre nada. Impunemente. Los palestinos están perdidos. La causa palestina está perdida. Los jeques árabes, las grandes fortunas del Golfo, el régimen militar de Egipto, nadie sale en su ayuda. Al contrario, fomentan divisiones, les llevan al matadero. Una y otra vez. Una y otra vez. Nueva ofensiva en Gaza, doscientos muertos, mil muertos, dos mil muertos. ¿Y qué?
Ayer dieron de nuevo 'La lista de Schindler', en la Primera. Una película que está muy de actualidad porque supongo que Liam Neeson es protagonista de una película de estreno, de Seth Macfarlane, el de Padre de familia. Si la cosa se pone fea, pon la Lista de Schindler. Soy un conspiranoico.
Vean la imagen. Días de playa en Tel Aviv. Yo no quiero que en Tel Aviv la gente deje de ir a la playa, ni que jueguen a la pala, o que no puedan vivir tranquilamente, civilizadamente, occidentalmente. Lo que yo quiero es que no masacren a un pueblo para conseguir eso. Que dejen vivir a los palestinos, que no consideren que tengan derecho a dejar vivir a nadie, que nadie crea que tiene derecho a decidir sobre la vida de los demás para poder seguir jugando a la pala en la playa.
Y yo ya he escrito este texto de mierda, creo que varias veces, para decir lo que me parece todo esto del conflicto en Oriente Medio, esa gran estafa. Y cada vez me parece que está todo un poquito más perdido y que un día, quizás dentro de 20 años, ya no habrá palestinos, que todos jugaremos a la pala y que necesitaremos otros bárbaros para que mantengamos prietas las filas.

4 comentarios:

  1. No, dirán: "Esto para edificar el nuevo centro de convenciones en Murcia, y esto otro, para nuestra cuenta en Suiza".

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  2. Tela Oriente Medio, desde que llegó Cristo no ha habido paz. A mí no se me pasa por la cabeza ningún tipo de solución. Están todos tan seguros de que lo suyo es lo bueno.... Ayssss.

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  3. Yo nunca he entendido esa expresión de "morir como chinches", porque mire que las chinches son difíciles de matar. Son auténticas supervivientes. Los seres humanos somos más frágiles, como lamentablemente se está comprobando una vez más. No veo el final de ese túnel, monsieur.

    Pero vaya piernas!!

    Feliz tarde

    Bisous

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  4. Y el sufrimiento dura, dura, y dura. Ríos de tinta, de acuerdos, de conferencia y nada cambia.Es una buena reflexión y un granito de arena.
    Un abrazo y feliz semana

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