lunes, 16 de marzo de 2015

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento

Cansado de los Haikus con los que hizo fama y buen dinero, Miko Hodea se lanzó a escribir su primera novela. Así como su obra poética se basaba en lo efímero y banal, quiso que su novela tuviera un sesgo más, digamos, no sé. Cómo definir la primera novela de Miko Hodea. Él quería que fuera como esas novelas que se publican y que son tan así de pensar. Y le salió algo más... bueno. Que muy pocos entendieron lo que Miko Hodea se propuso con aquel texto que dio en llamar 'Opositor' y que paradójicamente tuvo muy buenas críticas por parte de los medios cultos anglosajones. Miko Hodea se preocupó bastante cuando Evelyn Lerner del Noringland Post hizo una reseña de la novela en la que destacó las ambientaciones interiores tan agradables tan bien descritas, cuando él no recordaba haber escrito ninguna escena en interiores. Pero son cosas que se pasan, minucias que se olvidan. Cuando Miko Hodea ganó su primer millón con la novela, fue consciente d sus limitaciones y volvió a la poesía. No hay que forzar la máquina.

Durante toda su vida, Jean Fregoneur editó únicamente tres libros. El primero fue un compendio de versos de juventud, que se titulaba 'Cantos a ti, Juliette Gresasser', que fuer retirado de las librerías al poco de su aparición por denuncia de la propia Juliette Gresassser. Sobre la calidad del mismo, no quedó constancia. Pero su segundo trabajo, la obra de teatro 'Manzanas pudridas', sí que tuvo trascendencia. Jean Fregoneur pasó más tiempo intentando justificar el error del 'pudridas' que hablando sobre la obra en sí, de lo que trataba, de lo que pretendía, etc. Aclamado como provocador e iconoclasta, se lanzó a la piscina con una novela histórica titulada 'Jesús de Nazareth', en la que el protagonista, un tal Jesús, creía haber triunfado sobre su padre que pretendía matarlo, sin saber que había muerto, pero él pensaba que no y así con esos pensamientos transcurrían unas 400 páginas de las 415 de las que constaba la novela. El público se volvió loco. Murió a los 40 años tras una operación quirúrgica banal. Nadie sabe cómo consiguió publicar sus obras, ni que referencias tenía, ni nada.

Alberto Podes Norcumbria, durante el ciclo de conferencias organizadas por la Universidad Pretal de San Agustín de Noves en torno a la figura de Olón De Frel, consideró necesario hacer un preámbulo si no era mucha molestia en torno a la figura no menos trascendente de su padre, el de él, también llamado Alberto Podes, ya que, aunque no tuviera demasiada relación con Olón de Frel, de hecho ninguna, le parecía interesante hacer un retrato de la figura de su progenitor porque para una vez que le dejaban se quería quedar a gusto. Oigan, y lo que pasó es que la gente quedó encantada y con ganas de más. De hecho, los organizadores del ciclo de conferencias, suspendieron el resto de actos, para que Alberto Podes pudiera seguir narrando y narrando. Tal fue el pelotazo, que Alberto Podes le puso primero un nombre a una calle de la villa y hoy en día, tras aclamación popular la ciudad cambió su nombre por San Alberto Podes. Lo curioso es que el propio Alberto Podes no sabe nada de todo esto y continúa con su humilde vida de auxiliar administrativo en un Ayuntamiento, mientras que su hijo se hace de oro a su costa, inventándose una vida que jamás...

Una vez que asumió el cargo de Ministro de Cultura, Petr Cûsek se desdijo de sus promesas. En su libro 'La cultura como la puta mierda que es', había asegurado que si llegaba alguna vez a tener algo de poder, iba a hacerlo todo polvo. Pero todo. Que si le dejaban al mando de la situación, iba a organizar una que se iba a quedar pequeño todo aquello que pasó aquella vez. En su obra, un libro muy entretenido de unas doscientas páginas, Cûsek pormenorizaba todas y cada una de las acciones a desarrollar para exterminar el concepto de cultura, de tradición cultural, de ilustración, de educación, de formación, de literatura, de música, de todo eso que aparece al final de los informativos. Lo iba a demoler todo. Pero ay, la gente es muy mala. Todos los candidatos a presidente le ofrecieron el cargo de Ministro de Cultura, un candidato de consenso. Todos lo hicieron para ponerle ante la tesitura de poner en práctica lo apuntado. Y ocurrió eso mismo. Que asumido el cargo y llegado el momento de inaugurar el Tercer Festival de Experimentación a partir de la Cinta Aislante, se sintió tan a gustito entre vinos y canapés, que se le pasó el nervio. Pero no te rías, lector. Te puede pasar a ti.

Leopoldo Alperheimer quiso, tras una larga estancia en su país natal, iniciar una serie de novelas basadas en la vida de sus padres y abuelos. Quería, de hecho, comenzar con la llegada de sus tatarabuelos a las tierras altas del Isar y de ahí ir bajando. Pero se puso muy enfermo y no pudo. Así que lo único que podía escribir eran poemas muy breves, microcuentos, en los que iba narrando lo mismo, pero de otra manera. Y no tuvo éxito. Y se le acabó el dinero para pagar la clínica. Y se murió. Y no te rías, por que también te puede pasar a ti.

'Leo, sorprendido, el libro que me envía querido M. y no puedo por menos que mostrarme sorprendido. Ha conseguido usted mejorar en mucho mi libro 'Talco Moeramos' y de verdad que me alegro mucho de haberle servido de insipración. Sepa que estaba seguro que usted podría alcanzar, con sus dotes y su porte, un éxito mucho más amplio que el que yo, modestamente, he logrado. Pero no pensaba que lo hiciera a partir de sus mierdas de textos anteriores, sino, como le digo, en base a su esbelta figura y su natural desparpajo. Ahora bien, me quito el sombrero y reconozco que ha conseguido usted copiar estupendamente mi trabajo y darle una vuelta con una gracia y un arte que me hacen cuestionar muy seriamente mi continuidad como humilde juntaletras. Quizás me dedique a completar mis estudios de Filosofía y Letras, que últimamente me dicen que vuelven a estar de moda y me pase a la docencia. Puestos a dejarnos morir, que sea de una manera silenciosa y sin molestar. Muy agradecido por su noble gesto de remitirme su trabajo envuelto en hojas de periódico con las críticas a 'Talco Moeramos', le ruego que... bah, con la imaginación que tiene usted, ya sabrá a lo que me refiero. Agradosamente A.'.

2 comentarios:

  1. ¡Yo he venido a hablar de mi libro! Muy interesantes sus reseñitas :D

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  2. El de la foto se parece a ud. de mayor.
    Dice que hizo dinero escribiendo haikus....? Ese cuento no se lo cree nadie.

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