miércoles, 8 de junio de 2016

Aurora

Hay veces que me veo como desde fuera y sé que no me estoy viendo a mí. Tengo una imagen de mí que no se corresponde con la realidad. Me veo como una especie de bulto blanco muy grande, una especie de masa blancuzca sin huesos dentro, blanda, con todas las camisetas ajustadas, marcando lorzas, unas piernas blancuzcas y gordas, me veo siempre sentado en una silla con los pies colgando porque tengo la piernas muy cortitas y muy ancho, fofo, blancuzco. No soy así, ni mucho menos, ni siquiera recuerdo haber sido así jamás. Soy más bien estrechito de cuerpo y aunque haya tenido barriga, jamás he sido una persona con sobrepeso ni nada de eso. O sí. Igual sí, y como esa gente que ha sufrido un trance doloroso en su vida que quiere olvidar y lo borra de su memoria, yo he olvidado que era... El rock, dice mi prima Aurora, el rock es una música que nos habla del amanecer. A mi prima Aurora le he contado lo de que me veo así como me veo y mi prima Aurora me mira con interés. Le hable de lo que le hable, mi prima Aurora atiende, escucha, de vez en cuando incluso anota cosas en una libreta. Yo la miro mientas le explico que creo que nunca he sido una persona con sobrepeso o que a veces me gustaría mucho transformarme en otra persona, no cambiarme por ella, si no más bien ser yo mismo, pero con la apariencia de otra persona. Digo, que la miro y ella va garabateando cosas en una libreta. A veces se pone a dibujar estrellas. Estás hablando con ella y dibuja estrellas. Mi prima Aurora me conoce desde hace muchos años, desde siempre diría yo. Aunque nos hemos hablado poco, tengo muchos recuerdos de ella. Antes no llevaba el pelo rojo, era guapísima y tenía el pelo rubio. Yo también era rubio. Pero mi rubio era otro. Un día, mientas le explicaba a mi prima Aurora que me gustaría ser rubio, por probar qué se sentía siendo rubio otra vez, mi prima Aurora interrumpió lo que le estaba diciendo y me pidió que durante unos minutos guardara silencio. Miró hacia la puerta de la casa, estábamos en mi casa, que no lo he dicho, y se puso a murmurar algo. Volvió luego a prestarme atención para decirme que el rock era una música de mañanas. Me contó que de pequeña, cuando yo era mucho más pequeño que ella, de vez en cuando venía a buscarme por las mañanas, muy temprano, para que fuera con ella a ver amanecer. Pero yo era tan pequeño que no podía ir con ella. Ella se iba sola y luego cuando volvía me contaba lo que había visto. Pero yo era muy pequeño, me cuenta mi prima Aurora, y no la entendía. Mi prima ahí tendría unos cinco o seis años. Desde que he venido al pueblo, no me puedo despegar de mi prima Aurora.
Mi primma Aurora tiene una hija que se llama Boreal. Todavía no la he visto. Mi madre lleva algunos días rara.
Se levanta por las mañanas y se queda muy pegada a la pared. Sale de la cama y camina pegada a la pared. Desayuna y se va a un pasillo de la casa para quedarse pegada a la pared. Se lo conté a mi prima Aurora y me hizo un caso entre poco y escaso. Pensé que mi prima Aurora me daría alguna explicación, por eso de ser algo... pero no me dijo nada. He notado que, cuando las conversaciones se complican mi prima Aurora se pone a hablar del rock. El rock es una música con la que mola ver amanecer. No sé porqué el otro día, cuando le contaba esto de mi madre, y ella saltó con lo del rock y el amanecer, le dije que a mí me gustaba más algo así campestre, folk. Iba a iniciar una conversación de música con mi prima Aurora. Pero ella puso mala cara. Volvió a cambiar de tema y muy seria me dijo 'vigila a tu madre, porque si sigue así se va a morir'.
Bueno. A ver. Yo intento llevar mi estancia aquí con aplomo. Villastanza de Llorera me está complicando la vida. Llevo aquí una semana escasa. Mi madre ha empezado a hacer cosas raras, lo de quedarse pegada a la pared y no salir a la calle, lo de no comer, lo de quedarse mirando los armarios, lo de dormirse pegada a la pared, lo de no hablar. Pero de ahí a morirse, me parece exagerado. Sé que lo que estoy escribiendo no tiene demasiado sentido. Mi madre, mi prima Aurora, pero prefiero no entrar demasiado a fondo en el asunto porque me puedo asustar mucho si entro en un análisis pormenorizado de todas, todas las cosas que me están pasando.
No entiendo nada. Llegué aquí con ganas de pasar unos días agradables con mi madre, visitando a mi prima Aurora, conociendo a su hija Boreal y recordando los tiempos felices de la niñez. Pero mi madre en una semana ha dado un cambio salvaje, se ha trastornado, no me habla, está pegada a la pared. Sólo se despega para dormir. Intento razonar con ella, pero no me escucha. Parece que está desequilibrada. Igual ha comido algo o le ha dado un aire, o... no quiero pensar en otras cosas. Me asusta pensar que mi madre puede tener algo malo, que puede morir. Y que mi prima Aurora lo diga así, con tanta certidumbre. Que se va a morir. Que la vigile. Algo me tranquiliza. Y es que mi prima Aurora, cuando dijo eso me preguntó 'Tu madre no se llama Aurora, ¿verdad? Se llama Filomena, ¿verdad?'. Le contesté que sí, que mi madre se llama Filomena, que no se llama Aurora. Mi prima Aurora se quedó pensando y me dijo 'así igual no se muere, pero vigila, porque ella quería llamarse Aurora'. Cada vez que mi prima Aurora se va, me da un beso en la mejilla y cuando pega sus labios a mi mejilla, yo veo a la señora guapísima y mayor del accidente. Es como cuando pulsas un botón y ves la cosa. Pues eso. A ver cómo viene el día de mañana.

1 comentario:

  1. Hombre, su mundo, como todos los mundos conocidos, es redondo y describe círculos. Mire por dónde vuelve a aparecer Aurora Boreal.

    Yo nunca he visto ninguna cosa pulsando un botón. Tengo que fijarme más.

    Feliz día

    Bisous

    ResponderEliminar