jueves, 16 de marzo de 2023

Léolo - Jean-Claude Lauzon


No sé porqué y si sé porqué esta película, especialmente una de las historias de esta película, me ha venido a la cabeza estos últimos días. Léolo es una de esas películas que tienes que ver cuando eres joven. Una película de esas que todo el mundo califica de 'poéticas' y que te abre la puerta a pensar que abandonar la infancia es un desastre, que el mundo puede estar lleno de peligros si eres alguien con un toque diferente, que porque soñamos no lo estamos. El director, Jean-Claude Lauzon, murió a los pocos años de hacer esta película y el hecho de que la familia del niño, los Lauzon, coincidieran en el mismo apellido con él mismo, etc. Leo Lauzon, que quería ser italiano y llamarse Leolo Lozone. Preciosa película que descubrí en su momento gracias a la Laura (ahora que lo pienso, Laura también empieza por L), y ahora cuento esa pequeña historia de la película que.

Léolo tiene un hermano mayor. Este hermano mayor es, contrariamente a lo que se pueda pensar respecto a los hermanos mayores, un nyicris. Un tipo delgaducho y apocado al que un día, los gamberretes del barrio le dan un puñetazo o le pegan una paliza. Este hecho trastoca al chaval y dedica el resto de su adolescencia y su juventud a convertirse en otra persona. Una persona que hace pesas, que cuida su alimentación para ponerse bien cachas. Se prepara esperando que llegue el momento de la venganza, hasta que esa venganza llega. Otro día, al cabo de los muchos años, se tropieza con uno de aquellos gamberros del barrio que le reconoce y le provoca. Está con su hermano y va a protegerle, pero el gamberrete, en lugar de recurrir a la fuerza bruta, engaña al hermano y le raja la nariz con una navaja. El hermano acaba ingresado en una institución psiquiátrica, como buena parte de su familia. 

Y aquí lo dejo.

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