Y por eso le tienen terror. Por cosas como la de ayer en el Congreso de los Diputados, poniendo en su sitio no solo al carcamal fascistizado de Tamames y a toda la caterva de fachas que ayer decidieron montarse un homenaje de autopromoción que les salió rana. A ellos más. También puso en su sitio a quien no quiera ver que es detrás de ese discurso tras el que ha de ir una alternativa de izquierdas capaz no solo de mantener, resistir, encastillarse, sobrevivir, sino de ganar. Porque el día de ayer y el discurso de ayer demuestra que la vía es la de reivindicar, con alegría, con ganas, porque están ahí y son visibles y son tangibles y la gente los reconoce, los esfuerzos y las conquistas por parte de un Gobierno que, sin el empuje y la determinación de la gente de Unidas Podemos, de En Comú Podem y de todo el grupo confederal y su representación en el Consejo de Ministros, habría sido muy otra. Otra muy distinta. Y sin embargo, sabiéndolo, se ha perseverado y se ha conseguido avanzar, en un contexto a todos los niveles en el que las políticas desde los Gobiernos no van por ahí. Y sin embargo, aquí sí. Aquí se han conseguido avances, o al menos parar la hemorragia. Y por eso, a Yolanda Díaz, le tienen terror. Porque es muy bonito ser muy radical, exigir el cielo, proponer siempre el máximo, considerar insuficiente cualquier avance, pero es mucho más bonito conseguir cosas, mejorar la vida de la gente de una manera real. Es muy bonito exigir la grandeza, las grandes cosas, los tweets graciosos y contundentes, las intervenciones para enmarcar, pero mucho más saludable para la izquierda es llegar al Gobierno y demostrar que sí, que se pueden hacer cosas. Y se hacen cosas, se consigue frenar la mierda de la reforma laboral del PP, pero a ti, que desde tu Govern de la Generalitat has gobernado durante años con quien consideraba esa reforma insuficiente por poco neoliberal, resulta que a ti, te parece poca cosa. O el oportunismo de no votar la reforma de la Ley Mordaza porque. Y así tantas cosas que te convierten en muy radical y muy faro de la izquierda en Madrid pero en Carles Campuzano en Catalunya. Ese es el terror que le tienen a Yolanda Díaz, porque demuestra que, más allá de la retórica y de las intervenciones para enmarcar, existe una política de hechos tangibles que se pueden hacer. Y por eso, le tienen terror. Y por eso, ahora mismo, es quien señala el camino.
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