miércoles, 25 de noviembre de 2015

El puente

Del fondo de una carpeta que hemos recuperado de no se sabe dónde, incluímos este texto de Stuart Duarte, titulado 'El puente' que nos ha parecido flojo, sí, pero hoy no había para más.
'En aquel estado no podía emprender nada con cara y ojos, pero Eximio Swanson, arquitecto, decidió aceptar el encargo del Estado de Nueva Posidonia para llevar a cabo una obra de ingeniería que uniese las dos riberas del Tarará y pudiese contribuir al progreso de la nación comunicando dos espacios y dos poblaciones que hasta entonces parecían condenadas al silencio y la ignorancia mutua. Eximio Swanson se encontraba entonces en un momento muy doloroso. No abundaremos en qué ni en cuándo ni porqué motivos, pero su estado anímico era espantoso. Pocos podían imaginar que, con aquellos mimbres, alguien pudiera embarcarse en un proyecto semejante. Y sin embargo, Swanson se puso manos a la obra.
En su cabeza, un motivo rondaba continuamente, como motor (motivo, motor) para construir y estar por lo que tenía que estar. Imaginaba Swanson que, su dolor, su extremo dolor, se trasladaría a todos y cada uno de los engranajes del puente, a cada una de las vigas, a cada una de las traviesas, a cada tuerca, a cada gramo de cemento. Que todo se impregnaría de eso que él sentía. Imaginaba Swanson que los que atravesaran aquel puente, se sentirían de inmediato afligidos, compungidos, que algo sobrenatural les atenazaría, les dejaría hundidos y traspasados por ese dolor con el que él había proyectado el puente.
Imaginaba llantos sin cuento, miradas al vacío, incluso impulsos de... gente parando el automóvil en mitad del puente, que decidió bautizar como Puente Pain, porque no podría continuar su camino.
El puente Puente Pain terminó de construirse al cabo de cinco años, en los que el arquitecto Swanson no consiguió recuperarse de aquello que le había pasado. Quería ver su obra acabada para terminar de darse la razón.
Los primeros días después de la inauguración del puente, con grandes fastos, Swanson vigilaba desde un extremo del mismo para ver las reacciones de los viandantes y demás usuarios.
Hasta el día de hoy, nadie ha tenido ni la más mínima sensación de nada. Swanson, sin embargo, se compró una casa cerca del puente para seguir de cerca cómo... sin resultado.
Nada de nada.

1 comentario:

  1. Pero eso es porque todo se quedó en el puente, no en la gente que lo atravesaba. Seguro que el dolor de todos los que atravesaban se iba quedando también en el puente. Vamos, que era una especie de retrato de Dorian Gray, pero en puente.

    Feliz tarde

    Bisous

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