lunes, 15 de diciembre de 2025

Chi, Chi, Chi... Le, Le, Le...


Escribo con la sensación de que vamos avisando, de que lo vamos viendo, de que no nos damos cuenta. Chile también ha caído. El triunfo de otro candidato de extrema derecha que basa el éxito de su propuesta en solucionar la inseguridad y la inmigración. En Chile. Chile también ha caído como lo hicieron antes Argentina o Bolivia. Chile tiene en el imaginario de la izquierda un papel fundamental. El éxito de la propuesta de un socialismo democrático y el golpe durísimo a cualquier experiencia transformadora, todo en uno. Cómo gobernar, cómo salvarse de la masacre. Escribo triste. La foto de Pinochet vuelve a ser actual. Escribo enfadado. Todso señalan que Kast es hijo de un nazi, que cómo puede ser. ¿De quiénes son hijos o nietos los políticos que quieren gobernar e incluso, que ya han gobernado en España? Aznar diciendo que no puede condenar el franquismo porque su padre estuvo ahí. ¿Qué pasa? Escribo con una profunda sensación de desasosiego. Mientras nosotros nos preocupamos y nos ocupamos de conseguir las migajas que nos proporciona el estado democrático para desarrollar nuestra vida política, los hay que ya han decidido que esto ya no va más. Y así como la derecha, como quienes tienen algo que preservar y que ganar, han puesto toda la carne en el asador en presentarse siempre y absolutamente como vencedores, ganadores, triunfadores y arrogantemente impunes a cualquier tropelía, mentira, barbaridad, calumnia o denuncia, la izquierda ha decidido que es la hora de acribillarse. Escribo con el influjo fortísimo de una serie de tweets que no son sino el reflejo de otras muchas reflexiones y comentarios parecidos, por el cual, la culpa principal de que gane Kast es de Boric. Conseguir que en un país como Chile hubiera un gobierno de izquierdas, que superara los gobiernos de la Concertación, no era suficiente. Los críticos y puristas de lo que significa ser de izquierdas y transformador cargan las culpas sobre Boric por ser simplemente progresista. Si hubiera sido Jadue... La candidata Jara, perteneciente al partido comunista, pero con una amplia candidatura a sus espaldas ha conseguido un 40% de los votos en la segunda vuelta. Casi veinte puntos de distancia con la extrema derecha de Kast. Los hipercríticos que consideran que Boric prácticamente se alió con Kast o que el puso en bandeja la victoria, deben ignorar el mundo en el que estamos viviendo. Deben ignorar cómo Trump desde Estados Unidos ha decidido saltarse todos los protocolos y normas y ha dictado la sentencia: la izquierda debe morir. Les da igual si es muy de izquierdas, muy verde, muy roja, muy liberal o muy democrática. No les interesa, no les interesamos. Y mientras esto parece explícito, todavía hay quien quiere girar las bayonetas hacia posibles compañeros de trinchera para hacer de la trinchera un espacio más amplio donde solo estén ellos. Y así los artículo se van sucediendo, los denunciadores del malmenorismo no cesan en clamar por más contundencia, por situar a todo el mundo al otro lado de la raya, por considerar que, en todo caso, si hay algún culpable de que la extrema derecha se convierta en árbitro, cuando no en dictador, del presente y del futuro, ese culpable, somos nosotros mismos. Este finde hay elecciones en Extremadura, donde todo parece indicar que habrá un fiasco de la izquierda, sea socialista o no. Yo espero y deseo que la opción de Unidas por Extremadura consiga al menos un 15% de los votos, que seria lo deseable, si el candidato del PSOE no consigue despertar, que no lo consigue, de su deriva al electorado socialista. Unidas por Extremadura debería así recoger ese voto descontento por la izquierda. Pero las encuestas nos dicen que no lo hace. Unidas por Extremadura parece una propuesta nítida de izquierdas, sin ambages, una izquierda que conjuga el clasicismo de Izquierda Unida y el neoclasicismo de Podemos. Sin florituras ni moderneces ni vestidos ni sonrisas. La culpa, paradójicamente, con las derechas siempre es de otros. Con la izquierda, somos nosotros mismos. 

miércoles, 10 de diciembre de 2025

No escuches a Robe


Mi hermano comenzó a escuchar Extremoduro. Mi hermano elpako es seis años aproximadamente más joven que yo. Él era un jovenzano adolescentísimo y yo ya era un casi veinteañero o más. Al principio me pareció que podía ser una banda que conectase con algo que yo había escuchado en otro sitio, pero no conseguía conectar con aquello. Hasta que decidí que no conectaba para nada, a pesar del Pedrá y su rollo conceptual y a pesar del Agila y esas canciones que sí o sí escuchabas por todas partes. So payaso. Sin embargo nada de eso llegó a cuajar y el estalinista que llevo dentro salió a pasear. No escuches Extremoduro. No lo dije así, claro, pero fue asi. Me burlaba de mi hermano, del tono de voz del Robe, del rollo que destilaba, de la mística que desprendía. Hasta nuestros días. Extremoduro, el Robe, todo lo que dependía de ese tronco, lo que derivaba de esa lírica, de ese mundo, no solo no lo entendía sino que tendía a menospreciarlo. Me daba y me da igual si mucha gente de mi entorno no siguió mis directrices claras y han seguido escuchando Extremoduro y Robe. Tengo una amiga, la Marga, que se fue de Santa Coloma y vive en Extremadura que ha puesto una canción de Extremoduro o de Robe en todas las stories que ha colgado desde que la sigo en redes. Hay gente, lo entiendo, que ha hecho de Robe su profeta, la voz que llega a expresar lo que ellos quieren, anhelan. Desde lo desgarrador y transgresor de sus comienzos a lo complejo y poético que tiene la vida, su vida, en los discos postreros. Yo nunca he conectado con eso. Me sentía ajeno a esa transgresión y época oscura de sus comienzos y era y soy incapaz de hacer mía la lírica de sus letras y la poesía omnipresente. Hoy se muere el cantante de Extremoduro, el Robe, y para mucha gente será un día difícil porque esa voz y esa actitud vital y ese mundo creado ha sido muy importante. ¿Porqué escribo sobre Robe si nunca me ha importado? Porque yo, a mi hermano y supongo que a alguien más, al Edu por ejemplo, les dije en su momento que Extremoduro no era kosher. Que no molaba, que lo dejasen, que el mundo de la música tenía mucho más que ofrecer que el mundo de Robe. Todavía hace unos pocos años, me sorprendía de ver a gente volviéndose loca escuchando Jesucristo García. El tiempo pasa, la vida te cambia, pero Parménides sigue teniendo razón en un rinconcito de mi espíritu. Hoy, ya es tarde, quiero pedir perdón a todos y todas las que en su momento os miré con condescendencia cuando me hablabais de Extremoduro, cuando en Santa Coloma me tropezaba con tanta gente con la camiseta o la sudadera, cuando en el pueblo parecía ser uno más de la familia. Y decirles que os acompaño en el sentimiento. 

martes, 9 de diciembre de 2025

El mundo es basura y Jorge Martínez ha muerto


Comencemos por el principio. En el principio fue una canción que salió en los 40 principales, una vez más cuando los 40 principales eran otra plataforma para poder escuchar, de vez en cuando, algo de música. Esa canción que yo recuerdo era la de Ángel Exterminador. No sé cuántos años tendría yo ahí. Se puede mirar. Recuerdo que esa canción se salía de la norma, guerra excitante y prohibida, el mundo es basura pero me gusta estar vivo, guerra excitante te amo, yo también quiero ser ministro de la muerte. Era oscura, era rara, era enfermiza, eres un niño, te gusta. Eran los Ilegales. A partir de ahí, escuchar Radio 3 y pillar conciertos de Ilegales de aquellos del Diaro Pop o similares. Las intervenciones entre canciones del cantante no tenían desperdicio. Qué personaje. Quién era. Era Jorge Martínez y Jorge Martínez se ha muerto hoy. Que se haya muerto Jorge Martínez no es normal. Cualquiera que haya visto alguna vez a Jorge Martínez, en vivo, en directo, en la tele, en una foto, en un documental, en sueños, sabrá que Jorge Martínez le tenía ganada la partida a la muerte. La muerte, como quiera que se vista, no tenía nada que hacer con Jorge Martínez. De hecho, no me acabo de creer que la muerte haya podido definitivamente con él, posiblemente se haya hecho el muerto y esté esperando a que la muerte se despiste para atizarle con el stick de hockey en la testa. Jorge Martínez acabará venciendo a la muerte. Jorge Martínez ha sido objeto de críticas, controversias, adhesiones, odios (mi amiga la Dame Masquée, qué tirria le tenía), polémicas, fanatismos, concursos de imitadores (quién no recuerda el famoso concurso de imitadores de Jorge Martínez en aquel disco de Def Con Dos), ¿he dicho polémicas?. ¿Nunca visteis a los nazis en los conciertos de Ilegales? ¿Nunca visteis cómo se ventilaba a los nazis Jorge Martínez? La polémica con Jorge Martínez siempre estuvo ahí. Hacer punk sin ser radicalmente tal o cual, nunca fue bien entendido. Si además tienes una canción que se llama Heil Hitler, posiblemente seas interpretado regular. Si coqueteas con cierta estética, ya no te cuento. Y luego siempre resultaba que no. Pero. Y en ese nunca sabré se movió la cosa. Pero ese nunca sabré daba mucho igual, de hecho, daba bastante igual e importaba una puñetera mierda. Un concierto de Ilegales te disipaba todas las dudas y sabías que tú estabas ahí, en eso, en ese algo entre hijoputa y decrépito y violento y básico. No sé porqué, pero a mi padre le encantaban los Ilegales. Decía que de los grupos modernos, este era su favorito. Tenía entre SUS discos, el directo. El directo de Ilegales terminaba con una versión pavorosa del Destruye. No tengo ni idea del disco en el que sale Destruye. No recuerdo todas las canciones que me gustan de Ilegales, no tengo todos sus discos. Sé que había canciones que me daban en toda la testa como un stick de hockey. No me gusta el trabajo, la otra que ahora está fatal pero mal, regreso al sexo químicamente puro, no me gusta el blues, voy a dar una fiesta, odio los pasodobles, enamorados de varsovia, todas las del primer disco. Ángel exterminador, te espera la muerte. Esto no sabíamos que le iba a pasar a Jorge Martínez. Experto en contar batallas, peleas, choques, enfrentamientos, le dí, le miré, fui hacia él. La muerte finalmente cree que se ha llevado por delante a Jorge Martínez, hasta que Jorge Martínez la pille desprevenida otra vez y le diga 'hola mamoncete, qué haces por aquí'. El mundo es basura. 

lunes, 8 de diciembre de 2025

Trump nos declara la guerra


A nosotros. A ti no, tú no, tú que crees que los socialdemócratas somos culpables o corresponsables de que la cosa esté como esté, tú no, tú tranquilo, tú sigue construyendo una realidad paralela que a ti no te va a alcanzar. Trump y su administración han puesto negro sobre blanco que Europa se está yendo a la mierda como civilización por toda esa inmigración y más cosas culpa de la izquierda y la democracia y que van a hacer todo lo posible por apoyar a quienes quieran salvar a Europa del siglo XXI. Es decir, Trump ha declarado abiertamente, en un documento sobre estrategia de seguridad, que su rollo es apoyar a partidos que se carguen la idea de una Europa unida y que sean explícitamente de extrema derecha. No les va a valer ni el PP por mucho que se vistan de Mussolini. Ellos quieren a Mussolini. El documento de seguridad habla de más cosas, de la relación con China, que mal, de la relación con Rusia, a la que quieren un poco camelar, pero de lo que se trata es de Europa. Europa está fatal y representa todo lo pernicioso que tiene la contemporaneidad. Y nuestros amigos americanos han decidido que todo eso que pasaba antes en otros países, golpes de estado, desestabilización, intervenciones militares directas o encubiertas, todo eso que venía pasando también en Europa pero sin que nadie pudiera demostrar nada aunque fuera meridiano, todo eso va a pasar aquí y ahora, en directo. Somos su objetivo. Preparémonos para un desembarco en las próximas elecciones, para un ataque por tierra mar y aire, para un sinfin de amenazas para atemorizar a la gente: si no quieres jaleo, vota Abascal. Han puesto el objetivo y van a poner los medios para alcanzarlo. Lo está viendo todo el mundo. Recordemos que en Europa, en la Unión Europea, quienes ya piensan así tienen grandes cuotas de poder, que la propia Kaja Kallas, que es nosequé de la UE, ha dicho que bueno, que es que Trump tiene razón. La inmigración. Estamos buscando un chivo expiatorio que nos sirva para acabar con la democracia. Que a ti no sé qué te estoy contando porque como nunca hemos vivido en una democracia y la represión y tal, qué te vamos a contar, porque el régimen del 78, porque el franquismo sigue vivo, porque Franco murió en la cama, porque la traición de los partidos de izquierdas, porque tú ya lo tienes claro y eso lo tendrán claro también cuando vengan las movidas guapas y dirán, a ti no te tocaremos que eres de los de verdad, vamos a ir a por estos engañados. Nosotros que no somos inmigrantes, no somos excesivamente pobres, tenemos el color de piel adecuado, no te preocupes, a nosotros no nos va a tocar.  Como a nosotros no nos va a tocar nunca y como total, si gana el PP y Vox va a ser igual que esto. Y ahora una pregunta ¿y nosotros, los otros, a los que nos preocupa esto, qué decimos además de que muy mal y eso? Porque ya solo nos tenemos a nosotros mismos. 

sábado, 6 de diciembre de 2025

Árbol iluminado del Puente de Santa Coloma, eres lo más bonito de la Navidad


Árbol iluminado del Puente de Santa Coloma, eres lo más bonito de la Navidad. Hay otro árbol, es cierto, en la intersección del Parc Europa con la Francesc Macià, pero su luz es blanca y aún siendo blanca no es tan bonito como tú. Desconozco si hay otros árboles iluminados. Conozco las cajas o bolas de Navidad situadas en puntos del centro de la ciudad, que también son bonitos, pero no son tan bonitos como el árbol iluminado del Puente de Santa Coloma. Ya son años los que el consistorio decide colocar en la esquina de delante de la Ciba un remedo de árbol iluminado y siempre pienso que ese árbol tiene un toque místico que igual solo veo yo, pero que me hace pensar en árboles que pudieran aparecer en El Señor de los Anillos, o en sagas nórdicas, e incluso en la epopeya cósmica llamada Hyperion en la que aparece un árbol nave espacial que tiene un nombre rarísimo y que voy a pararme a buscar un momento. Disculparme. Ya está, Yggdrasill. Yggrasill. Visto desde cerca el árbol, lejos de perder su gracia al descubrirse que no es más que una suerte de estructura con un cableado y una iluminación, parece que gana en toque cósmico, en irrealidad, y si no fuera porque uno sabe que es el consistorio el que coloca estos árboles para que nos empapemos de espíritu navideño, podría creerse que seres de otros mundos, quieren conectar con nosotros a través de alguna forma o elemento que nos de confianza y han elegido el árbol y una iluminación como manera de decirnos, estamos aquí. ¿Qué quieres de mí, árbol iluminado del Puente de Santa Coloma? Es una pregunta que me asalta cada vez que apareces ante mis ojos. Eres lo más bonito de la Navidad. Decir que algo es lo más bonito de la Navidad y que ese algo sea un elemento, místico si quieres, cósmico posiblemente, que coloca el Ajuntament de Santa Coloma y que lo valla para que la gente no se acerque o lo toque o quizás le haga ofrendas, quizás me convierte en uno de esos engañados que en cuanto se acerca el puente de la Purísima o de la Constitución se zambullen en algo que se conoce como Espíritu Navideño y así pierdo buena parte de mi aura, pero yo te pregunto, árbol iluminado del Puente de Santa Coloma cuál es ese aura que dicen que tengo, si yo no tengo nada y yo solo estoy a merced de lo que quieras hacer de mí, árbol iluminado del Puente de Santa Coloma. Ayer mismo, mientras hacía la foto que ilustra este texto, una pareja de chicas con sus carritos hacían fotos del árbol iluminado de la misma manera que yo, con mi hijo colgando del porteo, dormido como un tronco, hacía una foto que no era más que una ofrenda de mi propio hijo para que tuvieras en cuenta, árbol iluminado del Puente de Santa Coloma, su persona y su devenir. Sí, te entregaba ayer a mi propio hijo sabiendo que es el mismo Ajuntament que no ha podido sustituir los containers rotos quien ha depositado esos árboles en su afán por engalanar la ciudad. Y a mí me da igual, porque me construyo yo mismo una realidad y si el Ajuntament quiere construir una realidad para la ciudad, yo me construyo otra realidad para mí mismo y pienso lo que me de la gana del árbol iluminado del Puente de Santa Coloma como otros se construyen sus propias realidades como plataformas unitarias de izquierdas con el nombre de tu propio partido político. Yo estaré piradísimo, pero lo otro es otra cosa. 

viernes, 5 de diciembre de 2025

El sueño americano


Yo y tú viviríamos en Massachussetts. Nos habríamos ido a vivir a una casa en el bosque, porque necesitábamos espacio y tranquilidad. Yo necesitaba tranquilidad para escribir y tú podías seguir enviando artículos para la revista desde allí. Yo trabajaría como profesor de Literatura comparada en la Universidad. Yo no sabría manejar los tiempos verbales y mezclaría el pretérito imperfecto con otros verbos al tuntún. Tendríamos dos hijos, un niño y una niña, con nombres irlandeses. Educaríamos a nuestros niños en la absoluta desconfianza hacia los desconocidos pero les enseñaríamos a tener un gran corazón. No llevaríamos a los niños a la escuela porque el sistema les educa para que sean herramientas y en casa les formaríamos como personas y les trataríamos como adultos. Yo tendría una camioneta, una Buick. Tú tendrías un coche de esos familiares que parece que por fuera son de madera. Por las noches saldríamos a leer al porche. Invitaríamos a una pareja de amigos para cenar, no asiduamente, siempre me dirías tú que hoy vendrán a cenar y yo me haría el sorprendido o el fastidiado. Nuestra pareja de amigos somos nosotros mismos pero con otras caras, no excesivamente diferentes. Nos importaría una mierda lo que pasa en el mundo. Tendría, yo, una buena colección de discos, supongo que de jazz, pero no obligatoriamente, sería muy tópico lo del jazz, digamos que una buena colección de discos de folk, de música de los Apalaches. Me gustaría mucho escuchar música mientras escribo, pero estoy atascado en la producción literaria y pienso que si escucho música me desnorto. Tengo una motocicleta guardada en el garaje, no la monto nunca, pero la limpio y la cuido como si fuera no sé, algo muy valioso. Mis padres murieron hace tiempo en un accidente de coche que me dejó bastante traumatizado. Creo que estoy escribiendo una novela que, en cierto modo, se basa en ese hecho trascendental para mi vida. Pero no sé cómo expresar el dolor y la rabia y me frustro. Tú me ayudas y eres muy comprensiva y te ocupas de todo porque yo soy un desastre. En la Universidad no he conseguido hacer amigos. Los amigos esos que vienen a cenar por las noches son amigos tuyos. Creo que en la Universidad me odiarín. Nuestros hijos me odiarían. No conocemos a nadie que no sea como nosotros. No tenemos televisión en casa. Consumimos muchos productos culturales gracias a Internet. Vemos mucho cine clásico. Nos sabemos Breve encuentro y El padrino de memoria. Tú habías estado casada antes, tu ex madiro, perdón, marido, murió en Honduras haciendo un reportaje sobre una guerrilla cristiana fanática. Nos conocimos en un café. Charlamos y me contaste que tu marido había muerto haciendo un reportaje sobre una guerrilla cristiana fanática. Yo te dije algo sobre un autor centroamericano. Te sorprendió que supiera algo sobre esa parte del mundo. Te prometí que nunca volvería a ocurrir. 

viernes, 28 de noviembre de 2025

Gran Biblioteca Universal del Pensamiento


Juanfran Canalla presenta su quinto disco ya. Cinco discos de Juanfran Canalla. Cinco. Este último disco ha querido titularlo Canciones de la noche y nos presenta en sus propias palabras a un Juanfran Canalla igual de canalla pero más sobrio, más maduro. Una colección de diez canciones de rock de guitarras con el inconfundible sabor canalla de Juanfran Canalla pero que no se priva, una vez más, de salpimentar sus melodías con ritmos latinos o alguna incursión en la rumba rockera, en este caso con un tema como Rumba Canalla que promete hacernos bailar. Ojos de noche, Pieles en la noche, Noches de barra, En el fondo de la noche, Ciudad de noche o Amor de una noche, son temas de este disco con sabor a noche que Juanfran Canalla ha compuesto y escrito inspirándose en esas noches en las que uno siente que la noche es como una dama que te acoge, te enamora y que termina expulsándote de su vida porque la noche acaba y deja un sabor amargo en la garganta. El resto de temas que completan este quinto disco, quinto ya, de Juanfran Canalla son la íntima Grito de alcohol, la melancólica Mi madre me dijo, y la muy callejera Jose Solo que nos recuerda y nos trae aires de cuando el rock era de verdad y las noches de vino y rosas me está dando una pereza todo que yo que sé. 

Poco queda comentar ya de uno de los éxitos más fulgurantes de la temporada, la novela del debutante Pau Pol, que Sortida Quatre, en la que nos cuenta un verano de su adolescencia, el verano en el que se descubrió a sí mismo como miembro de una clase social, de un grupo humano, con unas relaciones y amistades determinadas y cuando sintió por primera vez la necesidad de conocer a otras personas y el desengaño que le produjo saber que, finalmente, esas personas no tendrían nunca eso que tienen él y su gente. Un retrato vivísimo de un momento vital y de un entorno, de una casa y de un terreno, de unos coches y de unos platos, de unos pueblos y de unas gentes, que rápidamente han conectado con millones de personas en todo el mundo porque al final, todos somos un poco así. 

The Warlords of Hehemheim, la incombustible banda de metal, anuncia una serie de conciertos en espacios de tamaño mediano y pequeño con el título 'Pequeños infiernos Tour'. Sisi Hehemheim, vocalista de la banda, ha declarado a este medio que quieren llevar su música a espacios donde no han tocado antes o bien a espacios que les recuerden a aquellos garitos y tugurios donde empezaron. No nos ha quedado claro si quieren una cosa o si quieren la otra. O si una cosa y la otra cosa son la misma cosa. Lo que sí nos ha dejado manifiestamente claro Sisi es que los fans de la banda no van a dejar de escuchar los éxitos que les han situado como una referencia del metal patrio, como Abismos abiertos por tu espada, El secreto de Hehemheim, Walkiria cabalga, y, como no, un tema que en un formato íntimo será especialmente especial como Una antorcha perdida en la noche. Para esta gira de conciertos, 15 en total, Sisi nos ha asegurado que la formación no perderá ni fuerza ni watios, pero que claro. 

Nicomedes Fontdelaflor mantiene su proceloso trabajo de divulgación de espacios recoletos y nos invita a acompañarle a través de las páginas de su último 'muestrario de impresiones y certezas', por los solitarios, callados y serenos rincones del monasterio de Santa Águeda del Frescor. Nuevamente, como ya hiciera en la ermita de Don Justiniano, en el Santuario de Balladares y la Canonjía de Bendititos de Aprietador, Fontdelaflor hace que cada página se convierta en un vacío absoluto, profundo, callado. No sé cómo lo hace, de verdad, pero en muy pocas ocasiones la diferencia entre manchar el papel y no mancharlo con una impresión, es tan insignificante. 

Nastor Nastorovich presentó en medio de una gran expectación en la librería Cruz de Plata su último libro 'Europa se está yendo a la mierda por culpa de cuatro maricones y todos esos negros que estáis dejando que violen a vuestras hijas'. El libro ha decepcionado a sus seguidores, que consideran que Nastorovich ha dado un giro posibilista a sus primeros trabajos y ha sido acusado de dejarse comprar por una fundación de la derecha conservadora francesa. Nastorovich ha comentado que las impresiones de los cuatro subnormales, acomplejados y maricones que no han entendio nada le importan una mierda y que se anden con ojo que muchos de ellos han dado su correo electrónico y están suscritos a su web y tiene sus datos y que eso, que se anden con ojo. Y los seguidores enfadados le han respondido que se ande con ojo él. En fin. 

jueves, 27 de noviembre de 2025

Crónica del #PleGramenet de noviembre. Brother.



El pleno, como ocurre muchas veces, no comenzó con el propio pleno, con la ceremonia de sentarse, dar la bienvenida, saludar con la cabeza, estrechar la mano de la manera tradicional o de la manera street, acomodarse, dar la bienvenida, que ya lo he dicho dos veces, comprobar los micros, qué calor o qué frío o me ha tocado al lado de este o delante de esta y no voy a poder, pero bueno, yo que sé, aquí hasta que, venga va. El pleno comenzó antes porque la política colomense no comienza y se acaba con el pleno municipal. Antes unos minutos antes, se citaban dos concentraciones: una convocada por la extrema derecha para protestar por la zona de bajas emisiones y otra convocada por las entidades que forman Ningú Sense Llar para reclamar un espacio para las personas que viven en la calle y que con el frío que cae y con el que va a caer, necesitan un poquito de atención. En esta concentración, los convocantes de extrema derecha pasaron de la estupefacción a la acción y se dedicaron a intimidar a los concentrados. Intimidar, insultar, pero no amedrentar a los y las participantes en la concentración que ya tienen mucha mili y saben que a estos fachas militantes no hay que tenerles miedo. Una concentración contra la zona de bajas emisiones convocada por la extrema derecha pero sin logos en la convocatoria. Con mucho respeto, pero si eres de VOX, eres de VOX, con mucho respeto. Y si eres de VOX y te da vergüenza (que me extraña que tengan vergüenza) y quieres utilizar la inquietud de las personas por lo que va a pasar con su furgoneta que es su medio de trabajo ante las nuevas reglamentaciones, a ti te importa una mierda la zona de bajas emisiones, te importa menos de qué van a trabajar las clases populares, te importa un huevo y medio el humo que se respira en la avinguda Francesc Macià a las ocho de la tarde, o el tráfico en la Avenida Santa Coloma o el de la Rambla Sant Sebastià. Te importa una mierda y lo que te importa es otra cosa: generar ruido. No les molesta el humo, y encima generan ruido. Os la regalo. Así el pleno municipal comenzó ahí y ya se definió ahí hasta cristalizar en una suerte de La Nave del Misterio cuando una entidad surgida de no sé dónde como todas las que aporta Vox a los plenos, vino a concienciarnos con argumentos del Iker Jiménez sobre la conspiración mundial de las bajas emisiones. Vamos, que en Santa Coloma los coches no echan humo. Ni los coches echan humo, ni la violencia machista existe y lo de Franco fue algo necesario y démonos un abrazo que somos todos españoles. Lo de Vox en los plenos no tiene cuento, hermano. Con mucho respeto podríamos decir que lo de Vox en los plenos está consiguiendo que pensemos que la política colomense, por ende la política en general, se ha convertido en una especie de devanarse los sesos para ver cómo reducimos a la mínima expresión el impacto de la cantidad de sandeces por minuto que pueden decir sus portavoces. El serio y el risueño, el provecto abogado y el concursante, hombre rico y hombre pobre, se dedican pleno tras pleno a proyectarse hacia el exterior como los únicos que dicen las verdades del barquero, pero sus verdades no resisten los dos minutos de cualquier vídeo del Instagram. No es que sean verdades o mentiras lo que dicen, es que es simplemente grotesco. ¿Y contra esto qué hacemos? Desde la izquierda lo que deberíamos hacer es llegar a algún tipo de entente para coordinar esfuerzos. Eso sería lo plausible, lo que, llegados a este punto y a estas fechas, debería ser claro y meridiano. Lo que hay es otra cosa. En ese interín, el monstruo dice que crece, que tiene likes, que tiene seguidores, que ganan en redes. Pero no pueden ganar en la calle. Algún apunte sobre el pleno que no sea sobre la pareja del misterio. Nada sería más gratificante para mí y para mi Santa Coloma de mi alma que se reconociera que es paso del Camino de Santiago, pero no sería de menos que se reconociera el papel de las mujeres y los hombres que lucharon por una Santa Coloma mejor y se reconociera como se merece el legado del primer alcalde democrático de la ciudad: Lluís Hernández, con una calle o una plaza significativamente importante. Por lo demás, poco que comentar. Con mucho respeto sí que tendría que decir que al pleno le faltó algo. Pero lo arreglaremos pronto. 

domingo, 23 de noviembre de 2025

Sobre la revolución - Hannah Arendt


Los días previos a que llegara el final del libro Sobre la revolución, yo ya había establecido las líneas generales de mi crítica. Llegado a la página 400 aproximadamente, de un libro de 467 páginas, el libro no daba lo que prometía y no me había ilustrado sobre lo que yo buscaba cuando vi la tapa, con una ilustración referente a la Revolución rusa o a la sinopsis que aparecía en la contratapa, en la que se hablaba de una obra que versaba o ilustraba las tres grandes revoluciones: la americana, la francesa y la rusa. Y de la rusa, hasta entonces, hasta la página 400 y pico, no se habla. Hasta que de repente, se habla. Y Hannah Arendt descarga sobre la Revolución rusa tan solo una crítica, pero una crítica contundente. Y es una crítica que es tan sangrante que le basta y le sobra para darle sentido a lo que se nos dice y a lo que, al final, parece ser el corolario de un libro, de una propuesta, que habla de la revolución, de las revoluciones, de las revoluciones que nosotros pensamos, las revoluciones que creen que deben ser los revolucionarios, las revoluciones que están haciendo los que hacen la revolución, en definitiva, las diferencias y las realidades entre lo que debe ser una revolución y lo que terminan siendo. No es un libro sencillo. Otro de mis puntos fuertes a la hora de establecer un guión para hacer esta crítica era el de señalar lo difícil que es este libro. No es un tratado divulgativo sencillo, es una obra compleja sobre el fenómeno revolucionario desde un punto de vista teórico, pero también fundamentado en la realidad. Una realidad que supera lo que se planifica en los papeles, lo que los sabios pontifican y lo que queremos creer los que nos decimos revolucionarios. Así, a grosso modo, Arendt nos dice que de todas las Revoluciones, la americana es la que podríamos calificar como más exitosa. Si no consideramos el hecho de que mantener la esclavitud es un gran qué, de lo que se trataba en esa revolución, que no era sino terminar o culminar una obra o una manera de hacer que ya se establece desde que los pioneros del Mayflower van en el barco, se termina consiguiendo. Y una vez que se consigue, se procura que no exista más. El influjo de las ideas de la Revolución americana, parece terminarse en la propia revolución. No puedo, ni aunque quisiera, entrar en las consideraciones sobre qué es lo que se busca cuando se hace la revolución y el porqué. Qué se quiere. La felicidad, la libertad, la justicia social... podríamos nosotros, con una inteligencia o con un índice de revolucionariedad básico, pensar que todo y todo a la vez, son los motores que mueven y desatan una revolución. Pero para Arendt, las revoluciones se joden cuando se busca la justicia social, cuando se trata de arreglar el tema social, las injusticias sociales basadas en la erradicación de la miseria. Porque eso implica que entran en escena actores que no compatibilizan sus aspiraciones con las que, teóricamente, fundamentan una revolución. Y es así que para dominar a esos actores y que no... las revoluciones pierden su sentido. Si la revolución americana se acerca al ideal, la revolución francesa es un modelo revolucionario que fracasa, fracasa mucho y fracasa tan bien que es el modelo que se coge de referencia para todas las revoluciones. También la rusa. El análisis que se lleva a cabo de la revolución francesa y especialmente del período jacobino, del Terror y de Robespierre, es demoledor. Pero es demoledor porque, en definitiva, no podría ser de otra manera al plantearse unos objetivos concretos que superan a lo que se puede aspirar, más aún si lo que se lleva a cabo es la supresión de lo que es verdaderamente revolucionario. Y es aquí, cuando se habla de la revolución rusa, cuando Arendt nos da la luz. Lo revolucionario es lo que surge de manera libre, espontánea, como manera de organizarse absolutamente nueva. Hacer una revolución para llegar al poder, un poder que ya estaba y que ya estaba constituído, no sirve para nada más que para colocar a otra gente en puestos de poder, otra gente que no estaba. En cambio, son las formas organizativas que surgen para organizarse porque hay una revolución, porque son revolucionarias, las que dan sentido a la revolución misma. Y siempre acaban reprimidas. O no se llegan a organizar, como sucede en la revolución americana. Se reprimieron en la revolución francesa y de la misma manera los soviets perdieron su sentido original al ser adoptadas por el partido bolchevique. Al menos, esto es lo que nos dice Arendt. Y yo no soy Hannah Arendt. Ni siquiera soy capaz de interpretar correctamente lo que nos quiere decir Arendt, supongo. Quién hace la revolución, porqué motivos, qué constituye una revolución, qué constituye el nuevo poder, quién legitima ese poder (otra de las líneas argumentales que iba a seguir para la crítica era comenzar con un 'Dios me bendiga por haber acabado el libro', siendo Dios el elemento que da legitimidad a mi obra, y así todo), tantas cosas que te parece al leer que asambleas, reuniones, comisiones, plataformas, nos quedamos tan lejos de lo que tenemos que objetivo que nos podría desanimar hasta caer en el conformismo. Es tan difícil ser revolucionario, que mejor no comenzar ni a planteárselo. O sí. Porque Arendt no nos dice que no hagamos nada. O al menos, no me lo ha dicho a mí. 

viernes, 21 de noviembre de 2025

A Franco le sale a devolver


Que haya sido el 20N precisamente el día en el que el Tribunal Supremo haya anunciado la sentencia para el caso de la acusación al Fiscal General del Estado por presuntas filtraciones en el caso de la pareja de... Ayuso, creo que convendremos en que no es un dato casual. Esperar o apretar para que justo en el día en el que se cumplen 50 años de la muerte del dictador y que sea el día en el que las izquierdas de todo pelaje recuerdan con alegría la muerte del asesino y se congracien con la necesidad de explicar y argumentar que ese franquismo que se idolatra en redes no fue más que un sistema de gobierno opresor, opresivo, gris, cerril y oscuro, que no tiene nada que ver con esa suerte de garantía paternalista de piso, coche, trabajo y familia como dios manda que nos están vendiendo, hacer que todo eso quede oscurecido con un golpe encima de la esa de la judicatura, no es fruto de la casualidad. Nada es casualidad. Mientras nosotros nos concentramos en repasar nuestra memoria y revisar cómo y de qué manera ha podido pasar que  con tantos años de gobiernos socialistas tanto en el Estado como en tantas comunidades autónomas, nos plantemos en 2025 y todavía el franquismo siga latente, poco rebatido, poco denostado y poco prohibido, coño, mientras todo eso pasa y nos conjuramos para que pase algo que no sabemos cómo se hace sin romper unos cuantos cascarones, resulta que hay un franquismo o sistema que considera que esto del gobierno socialista y comunista ha llegado ya demasiado lejos en el tiempo, que no se para en la memoria, sino que dicta el presente. A Franco, así, el 20N le sale a devolver ya que no solo no se acaba convirtiendo en el protagonista del día y sus crímenes son puestos en la palestra, sino que se nos advierte desde el lado vencedor del 39, que cuando quieran y como quieran y con el paraguas legal que les de la gana, cuando necesiten paraguas y cuando no, esto sigue siendo su cortijo y ya no tienen vuelta atrás. Ellos están ahí, nos lo hacen saber continuamente y nosotros, muchas veces, queremos creer que no, que eso ya pasó, que Almodóvar, que el 47, que las cosas modernas, que ya estamos en otro nivel. Y no. Y tiene pinta de que quieren apretar el acelerador. 

lunes, 17 de noviembre de 2025

Crónica de la entrega de Premis Climent Mur 2025. Lo punk.


Que ser buena persona tenga premio, que hacer el bien sin mirar a quien esté reconocido, parece una cosa del pasado, una cosa antigua, casi disruptiva. Casi punk. Es punk. Ahora que nos dicen que hacerte el malote, que demostrar inhumanidad, que colocarte la banderita de Israel, que hacerte fotos con el presidente de RyanAir, que hacerte fotos con Milei, que quieres salvar Catalunya de la gente pobre, que ser pobre es una mierda que eliges porque quieres o porque no haces suficientes abdominales, que colocar carteles gigantes a la entrada de Santa Coloma diciéndonos que es bueno que el coche eche todo el humo que te salga de los huevos porque para eso tienes tú unos buenos huevos gordos, que nos dicen que lo que nos pasa, si es que nos pasa, nos pasa porque nos lo merecemos, que el malismo en definitiva, se impone como categoría de comportamiento, que ser un cabrón, un hijo de puta para con los demás, se ha convertido en una especie de nueva religión por la cual solo sobrevivirán los más fuertes y los que tengan la barba más puntiaguda y la mujer más sumisa y los hijos más rubitos y con más goles a favor, ahora que todo eso parece que es lo que va a ser y si no estás preparado, trabaja y calla, ahora que todo eso pasa y que no hay que tener miedo a poner sobre la mesa algunos debates, que los de fuera son un problema, que hay que abordar el problema, que no tenemos que esquivar ningún debate, que merecemos un respeto, que merecemos que se integren, que no podemos acoger a tanta gente, que me sobran, que nos sobran, que esto es insostenible, que no se oye hablar mi idioma por la calle, que las mujeres van con velo, que los hombres van con velo, que todos los bares se los han quedado ellos, que les dan las ayudas, que les dan las ayudas, que tienen todas las ayudas, que las mujeres se han pasado de rosca, que no se puede decir nada, que al final todo está mal, que parece que vivimos peor que en la dictadura, que al menos en la dictadura tenías trabajo y coche y piso, y aparcamiento en la puerta de casa, y conocías a todo el mundo, y todo el mundo dejaba las puertas abiertas de su casa y si necesitabas un poco de sal ibas a la vecina y en las fiestas de los pueblos te reencontrabas con tu gente y los sindicatos y los partidos de izquierda eran de verdad y no como ahora que es todo mariconeo y pañuelo palestino, ahora que nos dicen todo esto, ahora precisamente, que haya una entidad que mantenga que preocuparse por gente que está pasando un ratico malo merece ser recocido, parece que es lo punk. Y es punk que se reconozca el trabajo de madres que suman a su lucha por un presente por sus hijos la lucha por el bienestar común, y es punk que se reconozca a quien sacando horas de su curro hace cosas por lo demás y lo hace no por presentarse a unas elecciones municipales, sino porque se lo cree. Se lo creen. Es auténticamente punk creer que lo que haces lo haces porque hay que hacerlo. Sea por la fe, por las creencias, porque no puedes parar quieto en casa, por lo que te de la gana. Ayer en el Teatre Sagarra el Área Cultural Oriol, de manera involuntaria, montó un acto punk. Un acto en el que aparecían caras conocidas de la ciudad, otras que no lo son tanto, pero que nos enseñan que más allá de lo que los vídeos de Vox quieran pintar de este pueblo, Santa Coloma de Gramenet merece la pena siempre. Ahora que parece que está de moda, que rinde, que renta ser mala persona, un acto como el de ayer tiene una relevancia espectacular. Muy punk. Aunque no lo fuera. Ver a mi Pepa ahí, ya lo vale. Si encima, si además, si lo cerramos todo con un canto colectivo del We are the world, yo ya es que no sé qué más queréis. 

jueves, 13 de noviembre de 2025

Crónica del #PleGramenet extraordinario de aprobación inicial de Presupuestos. Payacho.


Hola amigos. Ayer tuvo lugar el pleno de aprobación inicial de presupuestos y como sé que os chiflan estas cosas, pasaré a comentar algunos aspectos, notas, trivialidades, aspectos superficiales, cucamonas, pamemas, tontás y elementos discursivos que nos dan cuenta de con quién nos estamos enfrentando. Nos estamos enfrentando a lo siguiente. La aprobación inicial de presupuestos en pleno consiste básicamente en que el equipo de gobierno presenta así en plan trazo grueso lo que son las líneas básicas de inversión del presupuesto municipal para el año que viene. Nos vamos a gastar tanto en esto y en lo otro. En total, el Ajuntament de Santa Coloma estima en 169 millones de euros el presupuesto, de los cuales 153 son gestionados por el mismo Ajuntament, resultando además que el 63% de este presupuesto se obtiene debido a transferencias de otras administraciones. Porque amigos y amigas colomenses, Santa Coloma de Gramenet es una ciudad especial, como ya dijo Lluís Hernández, y como es especial no puede generar por si misma recursos. No hagan caso a los fascistas que hablan sistemáticamente del dinero del contribuyente, porque los y las colomenses por nosotros mismos, por las características de la población y el territorio, no podemos aportar la pasta con la que todo lo público debe funcionar. Así que es el Estado, la Amb o la Gene quien pone buena parte de esta pasta. Sea como sea, en este pleno inicial, simplemente se expone el sentido del voto ante la propuesta inicial del equipo de gobierno, puedes abstenerte para después fijar el voto en la aprobación definitiva o bien marcar un voto crítico en contra para marcar perfil y si se obtiene algo en las negociaciones pues vender el triunfo. Y cada uno en cada momento utiliza los argumentos que considera necesario para ilustrar sus pensamientos. Hay quien se va a la Camboya de Pol Pot para los ejemplos y hay quien saca a relucir sus dotes como estadista para que digamos 'és molt saberut aquest'. Hay quien proyecta un 'si lo piensas pasa' y hay quien no acaba de resultar convincente en su defensa del orden establecido porque no suena fluído y suave, sino como cuando no controlas las marchas y vas como tú sabes. Y luego está Vox. Porque lo que hizo ayer Vox tiene diversas maneras de explicarse pero yo las reduciré a Vox, digo, a dos. Una es que el grupo municipal de Vox tiene un conocimiento de la realidad de la ciudad escasa, nula o absolutamente cero. No conocen Santa Coloma y no conocen ni siquiera el mundo en el que viven. Al analizar el presupuesto y las partidas, vieron cosas, leyeron nombres, vieron un trapito rojo y se lanzaron contra él. E hicieron el ridículo. Criticar las partidas dedidadas a la Fundación Champagnat y al Casal dels Infants es de traca. Simplemente de traca. Desconocer el trabajo que llevan a cabo estas entidades con la gente menos favorecida de los barrios de Santa Coloma de Gramenet, es una auténtica barbaridad. No saber, ver un nombre, no buscar, no relacionar, no preguntar, es de una ineptitud política absoluta. Esta es una de las hipótesis. La otra hipótesis es que sepan perfectamente a qué se dedican estas entidades (Centre Obert Rialles, Casal dels Infants), y que quieran cargárselos a conciencia, estigmatizarlos, ponerlos en la diana. Considerar un derroche el servicio que hacen estas entidades. Hay que ser malnacidos. Y eso es lo que es Vox. Luego pueden convocar manifestaciones vecinales, hacer vídeos poniendo caritas de concordia y diálogo. Pero lo del pleno de ayer es de auténticas alimañas. Y hay que ponerlo encima de la mecha. 

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Ozzy. No Escape from Now - Tania Alexander


Hacer de tu vida un espectáculo hasta el final. Ozzy tuvo que pasarlo muy mal, fatal, espantosamente mal. En algún momento decidió que todo le daba igual con tal de estar vivo. Y en algún momento decidió que la exposición a la que los artistas, los rockeros, los rockeros que son expuestos ante el gran público como ejemplo de escarmiento, los rockeros que van a morir, que tendrían que estar muertos, que esa feria, ese circo, merecía la pena. Y que merecía la pena lucrarse de él. Y así hasta el final. Este documental (me entero ahora de que hay otro documental que cuenta lo mismo y que, cómo tiene que ser, la familia lo ha vetado) nos cuenta los últimos años de la estrella, de uno de los pioneros del heavy metal, de una persona y de un personaje. Nos cuenta el proceso por el cual alguien decide o le deciden o vete a saber, que hay que contarlo todo y que hay que morir, prácticamente, sobre el escenario, ante los fans, ante los discípulos, ante las cámaras. Y que hay que retratar el dolor, el deterioro, la puta mierda en la que te conviertes, que hay que hacerlo, que se lo debes a tu público, que lo necesitamos, que debemos estar ahí viendo cómo no puedes ni caminar, pero que eres capaz de, aún muriéndote, poner la cara de Ozzy y hacer los cuernos si hay una cámara cerca. El personaje no puede morir y Ozzy no puede dejar de ser Ozzy. Este documental viene a ser como una continuación de aquel The Osbournes, aquel reality en el que Ozzy y familia, qué familia, se tiraban los trastos a la cabeza y descubríamos que Ozzy, el demonio del metal, era padre y que sus hijos eran unos desastres y que su esposa era quien realmente llevaba las cosas, todas las cosas, en ese manicomio. Este documental no deja de ser un poco una coda, un final, a ese The Osbournes. Con unos hijos e hijas muy dignos, con una Sharon que todo lo domina y lo puede, y con un Ozzy que no puede despedirse de su personaje de cualquier manera. Una caída, unas intervenciones quirúrgicas chapuceras, rehabilitaciones, la edad, las facturas, la máquina que no puede parar incluso cuando para, homenajes que se hacen y que tienen un punto entre grotesco y emocionante, la reverencia hacia alguien que significa tanto para millones de personas y que al mismo tiempo, es capaz de arrastrar su imagen quitándole cualquier tipo de aura mitológica para exponerse como es, como un tarambana al que solo subirse a un escenario, cantar, la música, el show, es capaz de convertir en otra cosa. En este documental vemos cómo se muere Ozzy, cómo emplea sus últimos coletazos en brindarse un homenaje y un reconocimiento fetén en su ciudad natal. Y como no vemos el contenido de ese concierto final y sabemos que lo veremos tarde o temprano en otro documental con el que hacer caja, no es uno capaz de zanjar el tema Ozzy. Hasta que no hayamos exprimido su limón, no podremos darnos por satisfechos. Y no podremos perdonarnos del todo por contemplar cómo podemos adorar a esa persona que no hay por dónde cogerla pero que nos cantó en Killing yourself to live, en el disco Sabbath Bloody Sabbath, todo lo que tenía que ser y lo que es. Ozzy se mataba para vivir.  

sábado, 8 de noviembre de 2025

Lux - Rosalía


Querer o poder estar siempre en el lugar de vanguardia de la creación no es fácil. Conectar con la calle, con la vida subterránea, con lo que está latente y tú y quien te acompaña lo hacéis aflorar y lo resignificáis y le dais un sentido nuevo que es acogido precisamente por quienes lo habían gestado y alumbrado y lo sienten como propio. Eso, hacerlo repetidamente, no es sencillo. En el mundo de la música pop no siempre puedes estar siendo quien marca el signo de los tiempos, no siempre eres el que decide que se avanza y cómo se hace. David Bowie no siempre acertó y no siempre tuvo el fuelle o la decisión de convertirse en faro de lo que pasaba. Ni The Beatles tuvieron fuerzas más que durante unos pocos años para ser eso que fueron The Beatles. El nuevo disco de Rosalía, después de haberlo escuchado UNA VEZ, me parece que es un intento de Rosalía de resignificarse, de bjorkizarse. Me explico. Motomami es un discazo. Si en una primera escucha podía parecer un pastiche de cosas que parecían poco trabajadas o apresuradas, al final entendías que eso es lo que estaba pasando, lo que sonaba, lo que esa porción de gente numerosísima que seguía y sigue a Rosalía, estaba esperando. Calle, mucha calle, calles quizás no de aquí mismo, pero podrían serlo. Rosalía se había convertido en foco de polémica ya desde que empezó, cuando cogió el flamenco como excusa, como telón de fondo, para organizar una propuesta musical que pasaba por la izquierda, por la derecha, por arriba y por abajo, lo que se vendía aquí como moderno. Rosalía ponía la modernidad en conexión con lo telúrico y le ponía un chándal. Esa era una dirección arriesgada, le iban a dar palos, pero eran palos de incomprensión, de no aceptación, de que eso podía pasar y pasar aquí. En sus primeros discos lo rompe y en el Motomami desmiente a quienes ya esperaban la repetición, el filón, la copia. Con Motomami, creo, que la Rosalía de vanguardia callejera (por muy artificial y producto que sea) quema las naves. Antes y durante, muchos singles, canciones, colabos y demás, que nunca llegaban a dar lo que esos discos prometían. Y así llegamos a este nuevo disco, Lux. Este disco pretende una polémica que nos indica un estado de las cosas en el que los que estamos perdidos somos nosotros: Rosalía descubre a Dios. Utilizar a Dios, la religión, los símbolos, como recurso artístico, no es nada nuevo. La provocación mediante lo espiritual, está más visto que el tebeo, pero siempre funciona. Eso es verdad, siempre funciona. Saber meter el dedo en el ojo, saber colocarte en la diana, no es tarea fácil. Hay que saber dónde, cuándo y con quién quieres asociar tu imagen y en este caso, Rosalía ha sabido colocarse en el foco. La propuesta musical, en cambio, dice otra cosa. Ayer mismo, como consecuencia de, con mi compañera comenzamos a ver un concierto de Björk, el Cornucopia. Dos o tres canciones. Aquello tenía que ver poco con música pop, con algo parecido con música que tararees, que puedas bailar, que puedas yo que sé. No. Era Björk, un personaje omnipresente, con su voz omnipresente, que riza el rizo de su Björkidad para deleite de quienes creen que entienden a Björk y para quienes aceptan la propuesta de Björk como cúspide de algo que se sale ya del pop alternativo para ser otra cosa que solo Björk ofrece. Algo de eso intuyo en el nuevo trabajo de Rosalía. Salir de lo alternativo/masivo, para entrar en lo artístico/selecto. Hay una storie de Brigitte Vasallo caminando por la calle con los auriculares puestos en el que dice 'Rosalía, ¿esto cómo se baila?'. Sería eso. Ya no quiere que bailemos, ya no quiere Despechá en la carpa de las fiestas del barrio. Ahora quiere otra cosa, ahora nos quiere llevar a otro sitio y le da igual, supongo si hace prisioneros o no. Ni siquiera los pretendidos momentos de 'flamenco o rumba' que hay en el disco quieren saltarse esa pretensión. Todo está más contenido, menos afilado, menos contundente, no hay percusiones machaconas, ni minimalistas. Lo que hay es un sinfonismo o una intimidad o una instrumentación que huye de lo conscientemente chandalístico y aboga por el vestido blanco vaporoso o una cotidianeidad que asusta a quienes no quieren reconocer que hay casas en las que se plancha. Berghain es un temarral, ahora bien, ¿es un temarral como Saoko? Giro de guión. Estos saltos estilísticos no han sido siempre para peor, buscar la respetabilidad se hace de muchas maneras. The Rolling Stones, por ejemplo, quisieron hacerse los punkis en el 78 con el Respectable. Deep Purple y su insoportabilillo disco para Grupo y Orquesta. Rosalía quiere ganarse la respetabilidad tirando hacia otro sitio. Hacia la björkización. No sé si me dejo algo. Tendré que escuchar el disco más veces. 

viernes, 7 de noviembre de 2025

Zohran Mamdani, Zohran Mamdani, Zohran Mamdani


Por aclamación popular. Resulta que en tiempos en los que intentamos autoconvencernos de que la culpa es nuestra por ser como somos nosotros y no como creemos que deberíamos ser ante los tiempos y los cambios de clima y el espíritu de la época, resulta que en Nueva York nada menos, consigue ser alcalde alguien que encarna buena parte de lo que nos dicen que es un problema. Un hijo de inmigrantes, de religión musulmana y que se declara abiertamente socialista, consigue la alcaldía de la ciudad de las ciudades. Parece un sueño. Un sueño que nos despierta un poco de una pesadilla. Un sueño que nos despierta, qué cosa de decir. Nos habíamos y nos seguimos enfrentando a discursos que nos dicen que hemos perdido, que vamos a perder y que nos merecemos lo que nos pase, por haber abandonado nosequé y nosecuantos, por no ser muy tal o por no adaptarnos a cual. Y resulta que desde el corazón del imperio, nos llega un ejemplo que puede ser puntual, que puede ser incluso efímero, que puede no tener ningún contacto con ninguna película que nos podamos montar, pero que gana. Ha ganado la alcaldía de Nueva York y rápidamente nos hallamos ante el análisis, el porqué, el cómo lo ha hecho y porqué no lo hacemos nosotros. Porqué nosotros no tenemos un o una Zohran Mamdani. ¿Cómo se hace? ¿Cómo hacer vídeos chulos y divertidos en los que no tenga miedo de decir cosas que o resultar ridículo o no lo suficientemente consciente de la estructura y la superestructura y las condiciones materiales o vete a saber o no parecer excesivamente superficial o que estás imitando al mismísimo Zohran Mamdani? Ya hemos visto que mucha gente se ha apuntado a felicitar al nuevo alcalde desde posiciones políticas diversas. Siempre es positivo reconocer las victorias en tiempos en los que solo recibimos derrotas y palos. Siempre es positivo saber reconocer las victorias. Y saber que hay victorias que hace 20 años las considerabas ajenas y hoy las sientes propias. Porque Trump y el trumpismo, la desfachatez y la agresividad desde una derecha desacomplejada que viene a alterar algo que a muchos nos parecía absolutamente insuficiente para transformarlo en la absoluta nada y lo que es peor, transformarlo en lo peor, nos obliga a reconocer los aliados, los amigos, los adversarios y la gente que directamente nos está estorbando con su sempiterna obsesión con señalara posibles aliados como parte del problema. Fuera. Que viva la alegría y que viva el entusiasmo por hacer las cosas con gente que crea que es posible parar ahora la barbarie y que contra el terrorífico y tenebroso aliento de la bestia ultraderechista, se puede convencer a la gente, a nuestra gente, de que hay otro camino, que siempre es el mismo camino. Es que ni sé ni me importa el programa de Zohran Mamdani, solo sé que ha ganado Zohran Mamdani y que está bien. Muy bien. 

lunes, 3 de noviembre de 2025

La acompañante - Drew Hancock


Es que el feminismo ha llegado demasiado lejos. Este mantra que se escucha una y otra vez para justificar que seres humanos que parecen tener dos dedos de frente se hayan ido a la derecha o la extrema derecha porque es que fíjate que es que ya no se puede nada, oye, comienza a ser respondido por una serie de películas que denuncian la fantasía creada y ya absolutamente irreversible de 'mujeres florero' que se dediquen a lucir, a alabar los éxitos y grandezas del señor de la casa o bien a comprenderle en sus múltiples fracasos e inutilidades. Una de estas películas es esta reciente 'La acompañante' que presenta un argumento y una historia que es bastante sencilla y que no pasará a la historia del cine precisamente, pero que viene a poner el acento en el sueño dorado del joven nacional: una piba robot. Ella es nada menos que una de las protas de Yellowjackets y de la reciente Heretic y él es el hijo de Nosequé Quaid y como que es su hijo es Quaid también pero no me pregunten el nombre. Él con esa cara que tiene que hemos visto en The Boys, pues no puede ser malo, y ella pues claro, tiene que ser mala porque él no es malo. Y así se convierte la película en otra cosa de lo que nos habíamos figurado y oye, ya se ha pasado halloween y a otra cosa mariposa que hay muchas cosas que hacer y no se hacen solas. 

Task - Brad Ingelsby


Básicamente, en el trailer o la sinopsis con la que presentan la serie, te hablan de una cosa y acaba siendo otra. Y lo sospechas, porque si sale Mark Ruffalo, uno de esos actores 'buena gente' que no pueden aparecer en un producto sin que ese producto nos quiera tocar la patata de alguna manera, si sale Ruffalo, sospecha. Y la serie está bien, claro que está bien, porque los americanos raramente hacen algo mal o rematadamente mal, pero hay como una voluntad de entender y de comprender que los malos pueden tener razones para ser malos y que en realidad los malos no son ellos sino que son otros, que acaba resultando un poco bueno vale, venga, que sí que todo el mundo es bueno. Ni los atracadores a los que hay que atrapar son malos, ni los policías corruptos son corruptos porque sí, ni el motero despiadado es tan despiadado y así vamos avanzando por capítulos en los que nos preguntamos que si la serie tiene siete episodios, pudiera parecer que con cinco episodios ya estaría contado todo, resuelto, pero no, hay que completar todos los huequecitos hasta que sales de allí con el mensaje masticadito de que los malos, malos malos, de verdad malos, pagan y que los demás, pues bueno, si han sido malos y lo van a pagar, al menos que te vayas con un buen recuerdo. Y bueno, que acabas la serie y dices, pues no sé, no te sé decir. 

jueves, 30 de octubre de 2025

Tratado sobre la perfección humana


Son muchas cosas y todo es tan difícil. Resulta que el metro circula por debajo del suelo, durante varios kilómetros y llegado a un punto sale a la superficie y sin que te des cuenta, aunque a medida de que vas haciendo viajes y viajes te das cuenta de que sube una rampa y esa rampa lleva a los vagones a una suerte de superficie elevada a unos cuantos metros del suelo que es donde se encuentra la estación y no he ido nunca más allá, pero quién sabe si el metro seguirá circulando a cielo abierto o volverá a sumergirse. El hombre ha hecho todo eso. El ser humano. Ha hecho los vagones, los ha perfeccionado desde hace años y años y ahora son vagones confortables en los que hace fresco en verano y no lo hace en invierno. La estación de metro está elevada y para bajar de nuevo a lo que sería la calle, hay que coger unas escaleras mecánicas y si no quieres cruzarte con nadie y entablar conversaciones que no sabes cómo iniciar y mucho menos como transcurrir y peor aún si tienes que dejarlas colgadas, si eso te pasa, puedes coger un ascensor. Por debajo de esa superficie elevada pasa una calle que, como el lugar no está colmado de edificios residenciales y solo hay o naves o aparcamientos de coches o camiones o policías, más que una calle pareciera una carretera. Y es precisamente a pie de calle cuando se aprecia más y mejor la perfección del ser humano que ha llevado asfalto y calles y carreteras con sentidos diversos y formas adecuadas para que los coches circulen por sitios, lleven a lugares y al mismo tiempo otros medios de transporte hagan también su papel, mediante pasos elevados o bien subterráneos e incluso a ras de suelo. Son solo unos metros, pero qué armonía y que organización tan perfecta de todo para que camiones, coches, personas, vagones de metro, motocicletas de cilindradas diversas, circulen, quemen rueda, chirríen hierros y metales o plásticos duros. Carreteras, raíles, pasos elevados, edificios desde los que se gestionan cosas importantes y desconocidas, una cárcel que será un centro penitenciario que será, será. Autobuses que toman la curva fuerte. Personas viviendo en centros o en tiendas. Todo convive en comunión y con un sentido. Cosas, personas, que van de un lado a otro, a veces no van a ningún lado, cuando haces un trayecto determinado cada día, no estás yendo, no estás viajando, estás para irte a la cama ya. Te noto cansado. 

martes, 28 de octubre de 2025

Crónica del #PleGramenet de octubre. El día que aplaudimos a Dimas Gragera.


Este es un día que parecía que no iba a llegar nunca. Un día que no se daría. Una situación, una ocasión, un momento que todos y todas dábamos ya por perdido. Olvidados los tiempos en los que Dimas era azote de las cosas de Dimas y convertido ahora en otro Dimas, un Dimas que donde dijo digo ahora dice Dimas y poco más, ayer Dimas, como en un chispazo que nos hace pensar que con este Dimas puede que se esté perdiendo otro Dimas y no sabemos si este Dimas de ayer, de ese momento, tendrá continuidad o si simplemente es un Dimas que se desperezó y asomó un algo que, vete tú a saber, puede que no volvamos a ver nunca. Pero ayer lo vimos. Ayer, todos aplaudimos a Dimas Gragera y pocos pensábamos que alguna vez nos íbamos a ver en la tesitura de aplaudir a Dimas Gragera. Porque ayer Dimas Gragera, sin recurrir a ironías, ni aspavientos, ni gesticulaciones, ni llamadas de atención, se llevó por delante otra intervención o propuesta o moción o nosequé mierdas dijo ayer el regidor viejo de Vox, sí, lo recuerdo, se rio de la representante de la Asociación por la Muerte Digna, que ya hay que tener un bagaje ético y moral escaso para llamar analfabeta a la representante de una asociación por la Muerte Digna, y como uno ya no sabe qué hacer para responder a semejante falta de escrúpulos, tuvo que ser nada menos que Dimas Gragera, nuestro Dimas Ciudadano de toda la vida, el Dimas, quien tuviera la paciencia de explicar de manera clara y sencilla algo que parece evidente, que el Derecho a una Muerte Digna, como muchos otros derechos, no le obliga a él, sino que permite a quien quiera acogerse a este derecho a hacer uso de él. Algo tan simple. Pero pese al aplauso, sabemos que al regidor viejo de Vox no le va a hacer mella. No sabemos si le hizo mella. Como no sabemos si le hizo mella al regidor joven de Vox que buena parte del pleno hiciera chufla continua sobre su figura y discurso y concurso y que ante su conato de exabrupto, se suavizara rápidamente cuando se le amenazó con la expulsión del pleno. Como no sabemos a qué vienen esas risas provocadoras hacia la bancada socialista. Lo sabemos. Provocar es lo único que les queda. Antes, minutos antes, media hora antes, la Santa Coloma movilizada se concentró en la plaça de la Vila para señalar la situación de las personas que viven en la calle. Una concentración con un valor simbólico alto. Porque ocupó el espacio que últimamente estaba copando y de manera cada vez más decadente, esa Acción Vecinal que actúa bajo el paraguas voxista. Qué clase de gente habrá en ese entorno, qué clase de cabezas se mueven por ahí, que cuando se inició el discurso clamando por instalaciones para las personas que viven en la calle, recursos en definitiva para gente que no tiene absolutamente nada, se escucharon silbidos por parte del reducto que fracasaba estrepitosamente por ser protagonistas de nada. Éxito de Ningú Sense llar y éxito por haber conseguido taponar la plaça como espacio de reivindicación de la extrema derecha que comienza a pinchar a la hora de movilizar en la calle. Y es que, salvo las excentricidades y patochadas del grupo de extrema derecha, el pleno poco más dio de sí. Un poco más a veces un tanto alarmante y un poco más que, no me van a sacar de ahí, delata que en este consistorio falta algo. Ya saben qué. A Santa Coloma, si me preguntas a mí, le falta algo. Eso. Pero vayamos a lo importante, para acabar, y es que aplaudimos a Dimas Gragera. Piénsenlo. Es que casi aplaudo también a Gemma Espanyol. Una tarde de locos.  

miércoles, 22 de octubre de 2025

Crónica del #PleGramenet extraordinario de Ordenanzas Fiscales y Zona de Bajas Emisiones


El mundo, no el planeta, ni España, el mundo debería ser de otra manera. A esta conclusión no se llega fácilmente. Es necesaria una observación de los titulares, de las entradillas y de los filetes y del texto en negrita así como de los diferentes acentos, tonalidades, matices y veredas por los que nos perdemos en el proceloso mar del comentario y la crítica y así llegar a un fin que es que el mundo no nos gusta. Este mundo no nos gusta y el verdadero problema que tenemos es que nos cuesta saber qué mundo nos gusta. Sabemos lo que no, pero desconocemos lo que sí. Yo podría apuntar una serie de ítems, de conexiones entre puntos, de hilazones entre conceptos y materias, y podría dibujar con trazo grueso qué es lo que me gusta a mí, pero me conozco y entraría en contradicción rápidamente, me perdería, no lo sabría concretar y últimamente digo mucho esto del trazo grueso porque si entro en detalles me dejaríais de hablar casi de manera inmediata. El mundo que a mí me gustaría no lo sé yo explicar. El mundo ahora mismo me parece un lugar muy complejo, no voy a decir que sea una mierda, porque no hemos venido ni llegado hasta aquí para ser tan minoritario como eso, sino que diré que es complejo y que es en esa complejidad en la que nos tienen absolutamente perdidos. Una complejidad en la que ya no diré que me pierdo yo, es que estamos todos bastante perdidos aunque quieras dar impresión de seguridad avanzando hacia la cámara del móvil con el micro en la mano. Estamos un poco despistados y a veces lo que queremos es buscar la confirmación de nuestro proyecto no en una colectividad que nos parece inabarcable y a la que sabemos que tenemos muy difícil convencer si no dominamos el tik tok ni anunciamos en primicia el lanzamiento de nuestro proyecto audiovisual en una pantalla gigante o en un reel o en un directo, sino que hemos llegado al punto de que nos conformamos con que nos confirme que nuestro proyecto para un mundo mejor y más justo una sola persona. Una persona ideal, un ideal de una persona nada más, una persona referencia, un alguien que es único y que va a saber comprender qué es lo que queremos decir. Esa persona nos basta y nos sobra. El mundo puede ser mejor si esa persona sintoniza con mi cabecita que está pensando en algo que ni siquiera sé lo que es. El mundo debería ser de otra manera y hay muchas maneras de alcanzar ese mundo mejor. El mundo mejor que me gusta a mí, por ejemplo, es tan complicado de alcanzar que muchas veces no sabes si estás avanzando hacia el mundo mejor o estás retrocediendo tanto pensando que avanzas que vas a llegar al pasado, también piensas que avanzando tan deprisa puede pasarte que llegues al pasado igual. El pasado siempre vuelve, el pasado de hecho está siempre presente porque el pasado es algo que es inmediato, ya, ahora mismo, es el pasado, todo es el pasado. Siempre está el pasado con su pesada carga, una carga que es pesada, pasado pesado, pasado pesado, pasado pesado, pasado pesado, y que no es, creo, ni más ni menos pesada que el futuro, un futuro mejor que está siempre en nuestra mano y que no dejan de ser oportunidades desperdiciadas a veces delante del portero y otras a portería vacía. El pasado nos impide un futuro mejor. El presente no existe. El otro, el campo, la lluvia, la desesperanza, los frutales, el tiempo, la capital de comarca, el leninismo, tu tristeza infinita, un discurso, la interrupción, el tubo de escape de un coche en la Calle Sant Carles y otro tubo de escape de un coche en la calle Sant Carles y otro tubo de escape de un coche en la Calle Sant Carles. Insoportable. Insoportable, de verdad. 

martes, 21 de octubre de 2025

Thank you, Goodnight: The Bon Jovi Story - Gotham Chopra


Yo era pequeño y mi madre compró una especie de canasta pequeñísima con una pelota de baloncesto también pequeña y yo jugaba a ser Kareem Abdul Jabbar y hacía ganchos que nunca entraban mientras escuchaba la radio y sonaban en los 40 Bon Jovi y dos canciones, Bad Medicine y Living on a Prayer. Ni confirmo ni desmiento que tarareaba esas canciones. Bon Jovi no me interesó jamás y si he visto este documental de cuatro episodios sobre su vida y milagros es porque el mes de agosto es largo y las siestas con Martí pueden ser eternas. A mí me gusta entre poco y nada Bon Jovi y la pregunta que me hago al final del documental es si a Jon Bon Jovi le gusta Bon Jovi. Porque durante todo el documental pareciera que Jon Bon Jovi no quiso ser otra cosa que Bruce Springsteen, que por edad es un poco mayor y que, al compartir prácticamente vecindario y orígenes, es un poco el espejo en el que se mira. Esa lucha por la autenticidad no resuelta, ese no poder desligarse de algo que además te está matando, esos agudos de heavy suavón que vas arrastrando toda la vida y te están quitando la voz. A Jon Bon Jovi se le ve a disgusto en muchos momentos del documental ya que lo filman mientras está recuperándose de una afección vocal que no le permite darlo todo y si no lo das todo no eres auténtico y si no eres auténtico no te pareces a Bruce. Y he salido a pasear en coche con Bruce. Y sale el propio Bruce diciendo cosas en el docu, porque es su amigo. La historia de Bon Jovi contada por ellos mismos, también por Richie Sambora, guitarrista y rockero a gusto con su papel de rockero fiestero y melenas y cliché absoluto, que acabará fuera de la banda porque no puedes ser dos cosas a la vez y tienes que elegir y al final vale, mi banda puede tener vicios, pero lo auténtico no puede compararse con lo cliché. Y Jon Bon Jovi quiere ser auténtico y sonar bien y si tiene que pillar músicos los pilla para que suene todo bien y tu solo de guitarra ya no vale. La historia de Bon Jovi, la banda que se ve obligada a parecer metalera cuando no lo es, cuando no lo siente así su vocalista y alma mater. Tu público son los de las camisetas negras, les dice un primer manager, y tienen que hacer conciertos de metal con bandas de metal, tampoco nada excesivo, Scorpions por ejemplo, pero huir de eso, salir de eso para irse al rock auténtico, cortarse la melena, esa banda sonora como de forajidos. Son cuatro episodios en los que aparecen todos los clichés, la amistad, el teclista que es un entusiasta, el batería vicioso, el bajista que palma, el guitarrista guaperas pero más guaperas es el cantante, la rivalidad, encontrar tu sitio en el panorama musical y terminar con cara de estar hasta el gorro y preocupado porque no llegas a esa parte de Living on a Prayer en la que lo más sano sería dejar al público que grite. Un documental sobre la historia de Bon Jovi desde que salen de New Jersey hasta que no me acuerdo si al final termina dando una gira después de operarse o no. Han pasado muchas cosas y he visto muchas mierdas. ¿Os he dicho que he visto un documental de dos episodios sobre Billy Joel? 

domingo, 19 de octubre de 2025

M. Il figlio del secolo - Joe Wright


Apabullante y terrorífica. Una serie que no es documental, pero que quiere ser un documento, sobre el ascenso al poder de Benito Mussolini y su propuesta política, vanguardista, moderna, revolucionaria y desprejuiciadamente criminal. Un viaje a través de los primeros años del fascismo sin romanticismos, sin blanqueamientos, sin ocultamientos, sin edulcoramientos, sin tecnicismos, sin lágrimas, sin llantos y sin paños calientes. Una serie documental de ocho episodios con unos episodios de entrada salvajes, tremendos, que te dejan sin aliento, que te incomodan y te molestan, que pueden provocar que dejes la serie porque no te gusta nada lo que ves, no te gusta lo que estás sintiendo, no te mola nada ese terror, con unos episodios centrales que se enredan en el proceloso mar de la política más subterránea y finalmente emergen con un último episodio esquizoide, alucinógeno, pirado, con un final en el que el personaje principal, Benito Mussolini, asume que finalmente es Benito Mussolini y que le da igual. Como si no le hubiera dado igual antes. La serie nos explica de manera sencilla qué es el fascismo y lo hace sin necesidad de recurrir a análisis, a símiles o a complejidades. Es una propuesta política que nace de la mierda, que está impulsada desde el odio y el rencor, que se nutre y se abastece de violencia y que sin el auxilio interesado de la burguesía, que proporciona dinero y miedo, se hubiera quedado en eso, una propuesta de matones sin rumbo y con un pirado al mando con capacidad de crear una síntesis basada en el odio. El odio, el rencor, la violencia. El fascismo es estar contra todo. Es todo y contra todo. Son diferentes los momentos en los que esta serie ejemplar nos muestra qué es el fascismo y porqué puede triunfar. Triunfa principalmente si piensas que lo puedes utilizar, si crees que puedes domesticarlo, si crees que te puede ser de provecho para algo. Si le das alas a los matones de la porra, ya no hay salida. Esta serie es un hallazgo, un producto absolutamente revolucionario hecho desde una Italia que todavía es capaz de mirarse hacia dentro y reconocer las señales de su dolor. Una Italia que sufrió y padeció a un personaje que creyó ser tan amado por todos los italianos que incluso en el odio animal que generó, vio amor. Benito Mussolini, sin ningún escrúpulo, sin ningún asidero moral, sin ninguna brida ideológica y conocedor de todos los recursos ideológicos, es capaz de crear una bestia que matará de miedo a Italia y será el faro que iluminará a todos los hijosdeputa del mundo. Mussolini viola, miente, engaña, utiliza, se arrastra, grita, se exaspera, golpea, vocifera y sobre todo, maneja las situaciones de manera que nos puede parecer un personaje especial, único, providencial en su locura. Todo eso si no fuera porque sin el apoyo acobardado de los burgueses, los empresarios, los eclesiásticos de alto rango, su dinero y sus facilidaes, su permisividad y su tolerancia, el fascismo, los fascistas, hubieran muerto ya en 1919. Y sin embargo, no lo olvidemos, si el fascismo gana, si el fascismo avanza, si los imitadores de mierda, si los fetichistas del uniforme, si los totalitarios de postal, pueden alzar la voz y levantar cabeza es porque a otros, elegantes, cultivados, serenos, majestuosos, regios, les interesa y abren sus billeteras para comprar más uniformes, balas, porras. Una serie que es un recital de interpretación de un Luca Marinelli que no sé si se ha visto en otra igual que esta, pero que debe haber vivido una experiencia tan abrumadora como la que nosotros sentimos en la pantalla viéndolo interpretar a un... ¿Cómo es que no la están viendo ya?

lunes, 13 de octubre de 2025

Becoming Led Zeppelin - Bernard MacMahon


El documental acaba quizás con uno de los momentos más auténticos y que representan mejor lo que eran esos primeros Led Zeppelin, pero nos hurta las imágenes para dejarnos únicamente con el sonido. Se trata del concierto en el Royal Albert Hall de Londres en 1970, un concierto que significa la consagración oficial de la banda en su tierra natal después de haber conquistado los Estados Unidos. Este concierto se proyectó íntegramente en el In-Edit hace algunos años ya, en una de esas noches de Halloween en las que se programaba una maratón de conciertos clásicos y este fue uno de ellos. El concierto es un repaso de los primeros clásicos de Led Zeppelin, con todas sus idas de olla presentes, con un Jimmy Page ataviado con un suetercillo de rombos que me robó el corazón y con un final que me dejó turulato. El final es que, cuando ya han acabado y se han metido en el backstage, al menos Robert Plant, Jimmy Page y John Bonham comienzan a tocar C'mon Everybody, un clásico del rock and roll, y Robert Plant pone cara como de 'pero qué es esto' y sale a cantar esta y Something Else. Son dos canciones de un punkismo total, que suenan en los títulos de crédito y que, lamentablemente, no podemos ver. Están en Youtube. Y es una lástima porque son dos canciones, dos interpretaciones, que ilustran perfectamente lo que el propio documental quiere enseñarnos. Este documental nos habla, tal y como quieren los propios miembros de Led Zeppelin vivos, supongo, de la formación y conjunción de una banda que tiene una historia que en nada se diferencia a la historia de otras bandas británicas de los 60's y 70's. Chavales nacidos en la guerra o en la postguerra mundial, que crecen con la música y la cultura de los Estados Unidos y que a poco que les da la vida, intentan meterse en el mundo de la música. La diferencia con otras bandas es que, en el caso de Jimmy Page y John Paul Jones, su andadura musical no será la de estar delante sino la de estar detrás o muy al fondo, como músicos de sesión para grandes figuras, por lo que adquirirán durante esos años sesenta una formación y destreza musical al alcance de muy pocos. En el caso de Robert Plant, su camino será el de buscarse la vida como cantante, como frontman, hasta que encuentra su sitio. Y el de John Bonham, un tanto similar, a unos y otros, un valor seguro esperando encontrar su banda. Es Jimmy Page el que lo tiene todo en la cabeza y el que sabe qué quiere hacer, qué música es la que quiere desarrollar y qué es lo que quiere que la gente reciba cuando grabe su primer disco, también qué es lo que quiere mostrar en sus actuacions en directo. Para ello, un frontman resultón y de voz particular, un batería auténticamente salvaje y un todoterreno en la instrumentación. No aparece en este documental ni una pizca de mal rollo, de ningún reproche, de ninguna desavenencia, se trata de unos primeros años felices en los que todo viene de cara y que se saldan con un éxito rotundo tanto del primer como del segundo disco. Hay grabaciones brutales, como uno de esos primeros conciertos en los que el cámara se entretiene enfocando a niños que se tapan los oídos del follón que se arma cuando tocan Communication Breakdown, también los clásicos momentos que hacen que a veces odies a Led Zeppelin como los insoportables solos de batería de Bonham. Todos hablan, todos nos cuentan sus vidas, sus inquietudes, sus habilidades, su amor por el rock and roll y el blues y el rythm and blues y cómo ese amor será el que tamizado y empaquetado será el que les dará de comer a base de bien. El documental está pensado para que te quedes con un buen sabor de boca que te invite a recuperar esos dos primeros discos de Led Zeppelin. Cómo conquistaron el oeste. Cómo volvieron a casa a petarlo y a divertirse tocando Something Else más punkamente que los propios Sex Pistols. Soy perro viejo y ya sé que los dos primeros discos así de golpe no, sáltate Dazed and Confused, por ejemplo, sáltate todas las pajaradas y vete a lo concreto. Pero nunca reniegues de Led Zeppelin. Pero qué sabré yo. 

domingo, 12 de octubre de 2025

Tu amigo Edu


Yo al Edu lo conozco desde siempre. Recordarás al Edu saliendo de su casa, con la hora justa como nosotros, con un carterón que casi no podía con él, con el pelo largo, muy largo, bamboleándole de lado a lado. Conozco a mucha gente desde siempre, tampoco significa nada. Con la edad, qué cosas, hablo con gente que conozco desde siempre y a la que pensé que ya no iba a hablar, que ya no me iban a hablar. Con el Edu hablo desde siempre, pero creo que puedo datar exactamente el momento en el que el Edu y yo nos hicimos amigos. Queridos amigos, antes, mucho antes, escuchábamos también los 40 Principales con la esperanza de que sonara alguna vez un temita de AC/DC o Siniestro Total. Entonces no sabíamos porqué esperábamos eso, quizás lo entendimos justo ese día. Ese día, sonó en la radio una canción de Radio Futura. Estoy convencido de que fue a mediodía. Yo salía del colegio, iba a casa, comía y mientras comía con mi madre y mi hermanillo, ponía la radio. Y sonó 37 grados. El disco es del año 1987, por lo que teníamos 12 años. Volví al colegio y no dejaba de tararear esa canción. Yo me sentaba delante o detrás del Edu. Como quiera que me escuchó canturrearla, se giró y la cantó conmigo, qué si esto que si lo otro. Hasta hoy. Antes, ya antes, cuando jugábamos en el famoso C, el C, el equipo de los que no habían entrado en el A ni en el B y que solo entrenábamos en el corralito del Seimar sin salir a jugar fuera de lo malos que éramos, o se creyó alguien que éramos. El Edu jugaba de 9 y cuando marcaba un gol cantaba el Pavo Real de José Luis Rodríguez, El Puma, y se tiraba al suelo de rodillas y hacía todas las payasadas posibles. Éramos el equipo de los payasos. Y así hemos seguido. Quizás fue ahí que de alguna manera conectamos. La música y cierto sentido de la tontuna. Ha habido muchos momentos en los que me he preguntado porqué el Edu era mi amigo. Qué había hecho yo. Quién era yo. Qué les aportaba. La música, la perra, el dvd. Ir a casa del Edu, no sé si todavía en octavo o cuando íbamos al insti, a poner la maqueta de Tijuana in Blue que nos sabíamos como si la hubiéramos hecho nosotros y la madre del Edu pensar que realmente éramos nosotros los que cantábamos Sugar baby love a grito pelao en la habitación donde había colgada una guitarra eléctrica, una Gibson parecía, sin cuerdas o con cuerdas que le faltaban, todo un presagio. El Ramón me ha grabado el It's Alive de los Ramones, vamos a tu casa y te grabas la cinta. La música, la perra, el dvd. Al salir de colegio el Edu, el Abel y el Mario se fueron a estudiar a Barcelona y esperaba a que llegara el viernes para reencontrarlos, en el Casti. Éramos cuatro, todavía somos cuatro. Nos encontrábamos con otros chavales del cole, el Maño, el Merchán, el Javi. Pero éramos los cuatro, aunque el Mario se fuera pronto a Barcelona. Éramos cuatro aunque el Edu se fuera luego a Madrid. Cuando el Edu se fue a Madrid y nos quedamos solos el Abel y yo. El Edu es mi amigo, pero es tu amigo. Es tu amigo porque es muy buena gente, es muy buena gente porque no es otra cosa que el Edu. Eduardo Checa Martínez. Eduardo Checa y Checa y dos mil millones de veces Checa. Eduardo Checa Martínez Martínez Checa. El Edu puede ser tu amigo perfectamente. El Edu siempre tiene un momento para tomarse algo, para escucharte, para quitarle hierro a las cosas, para ofrecer ese punto de vista de persona que está en el mundo y que no está para mucho filosofar. Juega al espacio, como debe ser. Si la bola está aquí, ponla allí. El Edu hace poco confesó que les había jodido la vida con la música. Que les había prohibido grupos, estilos. Por eso, en cuanto se fue a Madrid y desde entonces, no para de ir a festivales, conciertos, lo que sea. Se ha librado del yugo acusador. El Edu ha cumplido 50 años el otro día, el 8 de octubre. No le felicitamos, felicitamos al Abel. Debería haberle llamado. Llegamos a los 50 años con la mirada todavía clara y las esperanzas intactas. Llegamos a los 50 años echando la vista atrás y, satisfechos con los retos conseguidos, levantamos la vista para afrontar nuevas metas. Llegamos a los 50 años en nuestro mejor momento. Llegamos a los 50 años siempre planteándonos dónde está el siguiente objetivo. No os juntéis con nosotros, no vengáis con nosotros, no es necesario. Los cuatro estábamos bien, los cuatro nos entendíamos y nos morimos de risa repasando mil millones de veces anécdotas del cole, las cosas del Puro, el Vega entrando marcha atrás en clase, el día que el Pepe se ponía las gafas y el Franki se las quitaba, muchas mierdas, la música, la perra, el dvd. Nos vamos a ir y nos vamos a meter lo mejor, el Toni, el Edu, el Abel, la música, la perra, tu madre, el Dvd. Fuego a tope, muerte a los falsos okupas. El Edu es tu amigo porque se sabe todas las historias, estuvo en todas. El Edu era un genio de las matemáticas, un auténtico cabecita. El Edu es un auténtico cabecita, otro ideólogo. Nos hicimos unas camisetas para el concierto de despedida de Siniestro: 'para no llegar, mejor no comenzar, es más fácil así'. El Edu es mi amigo. El Edu es tu amigo. 50 años tiene el pájaro.