viernes, 7 de febrero de 2025

El malismo


No me he leído el libro de Mauro Entrialgo, pero estoy convencido de que esto debe tener que ver. La Feria de San Isidro ha decidido que la imagen de su nueva temporada sea la de la infanta Victoria Federica. Escoger un modelo o una modelo es libre, claro, pero el hecho de escoger un personaje que se ha situado, junto a su hermano Froilán, como un ejemplo de pijerío y desvergüenza, un personaje cuyo mérito es ser hija de y llevar un estilo de vida basado en me suda el chorro todo y de fiesta en fiesta y ya sabes, es algo que tiene que ver seguro con el malismo. Es decir, a mucha gente ya le suda todo decir las barbaridades más infectas porque lo que mola es perder el pudor a decir fascistadas, porque es transgresor, porque está contra el establishment biempensante, porque rompe con lo políticamente correcto. ¿Qué hay más horrible que coger como imagen de marca la representación de la monarquía, ya no de la monarquía propiamente dicha, sino de la gente que vive como dios simplemente por ser parte de un entramado familiar que nos pasa la mano por la cara diariamente para demostrar que ellos son ellos y nosotros estamos ahí, abajo? Pues esto, el detalle, la provocación, demostrar que se quiere y que se puede y que tú te jodes si te molesta. Con dinero público, naturalmente, porque nada de esto, las tauromaquias y toda la pesca, se sostienen sin dinero público. Pero si te jode, si te molesta, se hace. Se dice, se muestra, se canta, se dibuja. La Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, es el referente de todo eso que está ya triunfando fuera y que quiere triunfar aquí a la mayor brevedad posible. Ayuso quiere y fuerza la máquina todo lo posible para que esa manera de hacer, de decir, de comportarse, que parece ser la ola buena, no se le pase por encima y se la lleve otro u otra. Así no deja de lanzar mensajes provocadores como este. ¿Os parece grotesca la figura de Victoria Federica? Pues aquí la tenéis. Ole. Toros, monarquía, España. Todos los tópicos que parecían desterrados, vuelven. Frente a esto, qué hacer. Básicamente no amedrentarse y decir las cosas como son. Este cartel es una puta mierda. Los toros son una puta mierda. La monarquía es la mierda. España es otra cosa. Seguro. El malismo no puede ganar. El malismo, al final, acaba colgando boca abajo en una gasolinera. 

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