sábado, 24 de marzo de 2018

Felicidades Dame Masquée

Ojalá hubiera estado allí, amigo. Ha sido una fiesta estupenda. La gente iba entrando por una puerta casi escondida en un muro y cuando conseguían entrar, se encontraban con un pequeño habitáculo donde un criado de casi dos metros nos iba dando un pequeño antifaz. Una máscara. Daba igual. Con la máscara puesta pasábamos por un pasillo a oscuras hasta llegar a una amplia sala, de esas que salen en las novelas. La típica sala con las lámparas enormes y las grandes mesas y el espacio perfecto para que las parejas salgan a bailar. Y qué gente tan fantástica. Qué divertida. Había de todo. Desde Alejandro Magno a María Estuardo, pasando por los emperadores romanos, los romanos republicanos, los romanos monárquicos, la reina Isabel de Inglaterra que no se hablaba con María Estuardo, el rey Luis, su hijo el rey Luis, Cleopatra, Catalina la Grande, toda suerte de condesas, marquesas, duquesas, archiduquesas, princesas, estaban allí las Mazarinettes, la reina Leonor de Aquitania, toda gente importantísima y otra gente que no reconocí, pero que parecía tener algo, no sé, algo.Y qué música, qué ritmo, qué bailes. Recuerdo haber estado bailando la misma canción de Bowie durante horas y horas, en diferentes versiones, con diferentes ritmos. Si hubieras venido, si hubieras conseguido llegar. Ha sido un fiestón. Nos habían dicho que había que venir ya cenado, pero no sé a qué hora han empezado a sacar pasteles, unos pasteles preciosos. Unos pasteles sabrosísimos. Con mucho chocolate, con mucho de todo. Y qué vinos. Y qué precioso todo. Y ha habido un momento en el que hemos formado una mesa con el cardenal Richelieu, el emperador Augusto, la reina Ana de Austria, Ana de Beaujeau... y no sé quién más.
Y si hubieras estado allí, la hubieras visto. Estaba estupenda, con uno de esos vestidos sencillos pero apabullantes, hablando de infinidad de cosas. No importaba si había reinas, reyes, emperatrices o princesas o príncipes, daba lo mismo. Ella era el centro de todo. Pese a la máscara o por la máscara. Tenía conversación para todo el mundo, y no dejaba de bailar la misma canción de Bowie. Y si hubieras venido, seguro que si hubieras estado, habría estado contigo durante horas, hablando, charlando, riendo, comentando, apuntando, recordando historias, creando nuevos relatos... y he perdido la noción del tiempo.
El tiempo ha ido deprisa o despacio. El rey Carlos V me ha cogido un momento a parte para preguntarme si me encontraba bien. Cuando le he querido responder, era Potemkim, mientras intentaba reponerme, creo que quien se estaba alejando era el rey Sebastián de Portugal. Y de repente la canción de Bowie ha dejado de sonar, y si hubieras estado allí, me habrías podido ayudar. De repente no se oía nada. Y se ha ido la gente. Y he dejado de ver dónde se encontraba ella. La he perdido de vista. Y, Yanáyev, no sé dónde estoy.
¿Estás seguro de que no has venido? ¿Acaso he ido yo a la fiesta de cumpleaños? ¿Ella ha dado la fiesta o he soñado yo que la daba? Ha sido maravilloso y cruel al mismo tiempo, de repente no había nada. ¿Tú sabes algo? Creo que no he podido felicitarla. Después de tanto rollo, finalmente no la he podido felicitar.
¿Tú sabes cómo encontrarla? ¿Podrás decirle que la echamos de menos? A ti igual te hace caso.
Por favor, si la ve, envíale muchos Bisous.
Muchos Bisous, Montse.

1 comentario:

  1. Estoy aquí! Ay, Tolya, muchas gracias. No sabes cómo se me ha complicado aún más la vida, por si tenía poco. Tengo que llamarte y te cuento. Mil gracias por acordarte a pesar de mi prolongada ausencia.

    Bisous

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