viernes, 29 de noviembre de 2019

Hablando de comida en un hospital

Lo que se ve en la foto son unos harapos con liebre, en la mesa de la cocina de la casa de Vilches. Aunque en mi casa lo hemos pronunciado siempre como Jarapos con liebre. En otros lugares eso son Gachas Tortas con liebre. En Granada, concretamente. En qué pueblo de Granada no sabría repetirlo, pero al parecer ese pueblo de Granada está al lado de Baza.
En una habitación de Hospital se acaba hablando de todo. Si estás solo naturalmente todo es más cómodo y se supone que hay más paz y más tranquilidad, pero de vez en cuando, estar acompañado, te da pie para hablar. Y hablar desahoga, y hablar de comida, y de la comida de tu pueblo, más.
Ayer fue un día duro, difícil y acabamos hablando de las migas, migas de harina contra migas de pan. El padre del chico que tenemos al lado y no sé a santo de qué, nos dijo que en su pueblo las migas eran de harina. El chico que tenemos al lado es un fenómeno todo tatuado con imágenes religiosas que tiene una cosa rara. Enfermedad de Adem. Por las noches se queda la madre a dormir. Ayer se quedaba el padre. Por el día está la hermana y le vienen a hacer visitas. A nosotros también nos hacen muchas visitas y aquello se convierte por las tardes en una juerga flamenca. Ayer más. Supongo que por el trasiego y porque alguno de los que nos visitan son vilcheños, acabaron hablando de migas.
Mi padre, desde la cama, hacía el gesto de cortar. Suponemos que hablaba de que ellos, nosotros, ellos más bien porque yo las veces que he  hecho migas han sido fracasos rotundos y me han quedado más picatostes que migas, mi padre digo, hacía el gesto de cortar. Supongo que pan. Nosotros las hacemos de pan y ellos, los de Granada, las hacen con harina. El padre del chico nos contó en un periquete cómo se hacían las migas de harina. Las proporciones, todo. Me quedé sin saber, sin embargo, una de las proporciones que supongo que sería de aceite, en un dedo de un vaso. Pero parece sencillo. Eso mi madre no lo llamó migas, sino que le llamó Leche Pájaro.
Leche Pájaro es uno de los nombres de platos del pueblo que más me impresiona. Lecha Pájaro, gachas migas, gachas tortas. Nosotros tenemos también gachas tortas. Y ya he dicho nosotros y yo no soy nosotros porque para empezar no sé hacer nada. Y de los jarapos saltaron a los zandrajos que al parecer es un plato de Cuenca, y es que a los Harapos, o Jarapos, también se le llaman Andrajos y hubo confusión con el nombre. El nombre hace la cosa y si este plato se llamase andrajos a mí no me gustaría nada. Los zandrajos por su parte son tripas de cordero que se atan con un sarmiento y se asan y el hombre nos dijo que estaban riquísimas. Atadas. En  mi pueblo hay un Ajo Atao, que creo que es como una suerte de All i Oli. No lo sé.
Me encantan los jarapos. Las vacaciones en el pueblo, tocar el timbre y que mi tito Lorenzo que ha ido a cazar nos traiga un conejo o dos y con ese conejo mi madre hace un estofado muy especiado, fuerte, con esa masa que se cuece una parte y se fríe la otra y sale un plato que lo están viendo mal porque es que los Molina Juanes no sabemos hacer fotos ni con una Zenith. Mi tito Lorenzo tampoco está bien. 
Y así transcurrieron unos cuantos minutos en los que hablamos, hablaron de comida, de platos, de tener la cabeza en otro sitio, en definitiva, mientras se lucha por la vida, por lo que se pueda salvar, por darle un poco de normalidad a algo que es, pues eso. Una puta mierda todo. Luego en casa cenamos tres croquetas, muy buenas, y un poco de embutido. Y ni tan mal.

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