viernes, 18 de junio de 2021

Cosmismo


Amigos y amigas que me leéis buscando alguna luz, os contaré aquella vez que nos encontramos con un delegado sueco del ministerio de Industria, llamado Henrik Linde. Eran buenos tiempos, aquellos. Eran días de felicidad y de confianza en el mañana. Los últimos avances tecnológicos nos habían puesto en situación de abordar la conquista del cosmos y el hombre, al fin, parecía haber conseguido aplicar su inteligencia en algo provechoso. Fue en la Feria de los Pueblos en la que conocimos a Linde. Su país había decidido participar pese a diversos impedimentos, y él era el encargado de vigilar el stand de su país. Suecia presentaba algunos vehículos industriales, aparatos reproductores de imagen, maquinaria agraria. Suecia. Vanka y yo visitamos aquella Feria en calidad de Comisarios del complejo aeroespacial y conocíamos a casi todo el mundo. A Linde, no. Linde era la primera vez que salía de Suecia para un evento de este tipo y supusimos que lo habían elegido precisamente porque no tenía experiencia y no querían dar imagen de que para ellos aquella Feria de los Pueblos era importante. 

El primer día no pasó nada, visitamos el stand y poco más. El segundo día, vimos al señor Henrik Linde mirando al cielo. Pasamos al cabo de un rato y allí seguía, mirando al cielo. El tercer día seguía en el mismo lugar mirando al cielo. Le preguntamos. No nos contestó. Le volvimos a preguntar. Llamamos a un policía para que intentara razonar con él. Nos tenía que responder, éramos parte de la organización, qué estaba pasando. El señor Linde reaccionó a las indicaciones del policía, se había formado un pequeño grupo de curiosos, le volvimos a preguntar qué le pasaba. 

El señor Henrik Linde aguantó los cinco días de la Feria de los Pueblos mirando al cielo. Sin cesar. El embajador sueco se personó en la Feria, se reunió con Linde. Linde volvió a Suecia. Y no sabemos nada más sobre Henrik Linde. 

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