lunes, 14 de junio de 2021

Si tuviéramos suerte


Tendría que ser así. Que las manifestaciones ultranacionalistas acabaran reduciéndose a esto. Un friki que considera que poniéndose una cabeza de toro en la cabeza representa el espíritu nacional. Esto debería ser lo normal. Que solo la frikada tuviese estas ideas y que estas manifestaciones patrióticas o lo que sea, se quedasen en eso. Colecciones de frikis que hacen cosas de frikis y que nos sirven para rellenar programas de televisión con imágenes que mueven a la risa, al ridículo, al espantajo. 

Tendría que ser esto. Espacios que regularmente nos proporcionan motivos para la risa, para la befa, para que nos sintamos un poco por encima de esa gente que va con banderas por la vida, las banderas de los otros, que nosotros jamás empuñaremos. Todos hemos empuñado alguna vez alguna bandera, la hemos colgado en un balcón, la vamos a colgar próximamente. Como la bandera trans, por ejemplo, para que se apruebe esa ley que parece que va a ocasionar un cataclismo en las identidades y en las personas que, no olvidemos nunca, son personas. 

Tendría que ser así. Que estas manifestaciones fueran convocadas y que fueran seguidas únicamente por ese grupo de personas que sienten que ellos, y únicamente ellos, son los detentadores de las esencias. De lo que es ser un buen algo. En realidad, estas tendrían que ser las únicas muestras de patriotismo que deberían darse. Las excéntricas, las surrealistas, las ridículas. Todo lo demás, cualquier otro intento de crear patriotismos de otro tipo, para qué. Qué sentido tiene. Ser patriotas hoy, patriotas ayer incluso, patriotas en cualquier momento. La patria. Piénsalo fríamente. Dilo muchas veces seguidas. Delante de un espejo. Soy un patriota. Mucho, poco, Nadal, o nivel pro. Da igual. Dilo delante del espejo. Soy un patriota. Dilo en diferentes idiomas. 

Patriotas en diferentes idiomas. Patriotas del mundo. Una manifestación contra los indultos. Una manifestación contra lo que sea. Contra los patriotas de otra patria. Una manifestación de todos los patriotas de España. De diferente signo. Un Onze de Setembre universal. Una manifestación para reclamar los derechos patrióticos de todos los pueblos. Pero no los del Sáhara, o los de Palestina, sino manifestaciones de pueblos y naciones de esas que pueden salir a manifestarse con cabezas de toro, con banderas fascistas, con coreografías televisadas desde los helicópteros. Manifestaciones donde se vayan desgranando agravios, o derrotas históricas, o victorias sin apelativos, banderas imperiales, canciones heroicas. Vivas a la muerte. Donec perficiam.

No me extenderé más. Decir que entre las muestras de frikismo me sigue sorprendiendo que se utilice todavía 'El imperio contraataca' de los Nikis como himno lorolo para corear en estas manifestaciones de la frikada ultra. 

Es todo así. 

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