miércoles, 30 de junio de 2021

Crónica del #plegramenet de Junio. Orgullo y perjuicio.


Cuando acabó el pleno del lunes, lo estuvimos comentando. ¿Por qué?

Y con esto debería acabar este texto. Un texto que retoma la línea no donde la dejamos, sino en otro punto que es más o menos el de siempre. El orgullo y el perjuicio. El orgullo y el prejuicio. Orgullo por que seguimos ahí cuando nadie da un duro por nosotros y perjuicio por el prejuicio. Pero llegados a este estadio de la cuestión nos deberíamos volver a preguntar ¿por qué? Es una pregunta no resuelta, una duda recurrente, qué ocurre en esta ciudad. Qué le pasa a la ciudad de Santa Coloma. Y sobre todo, qué le pasa a la política en Santa Coloma, a la política municipal. Seguro que es un fallo o una consecuencia de quienes nos dedicamos poco y mal a hacer política en Santa Coloma, pero, qué pasa en Santa Coloma con la política. Los plenos cada vez interesan a menos gente, si es que antes interesaban a alguien, la política municipal es como no sé qué ejemplo poner. Los plenos telemáticos, con 35 personas conectadas de 120mil habitantes. Es una cifra irrisoria. Contando con los técnicos, los asesores, los activistas, las personas de otros partidos que se interesan por el tema aunque acaben asqueados... 35 personas. Poquísimo.

Plenos municipales que se alargan en el tiempo. Plenos municipales en los que es necesario machacar, despreciar, en algunas ocasiones humillar al adversario, porque no tenéis ni idea, porque menos mal que hemos venido nosotros, porque eres tonto, porque no sabes, porque yo ya es que no quiero hablar en los plenos porque es que yo que sé. Plenos en los que se puede escuchar decir cosas como que 'quién es la oposición para decirle al gobierno lo que tiene que hacer' y con las mismas exigir a la oposición que trabaje para el equipo de gobierno. No hay salida. El equipo de Gobierno de esta ciudad no considera suficiente tener 17 regidores, quiere tener los 27 regidores y regidoras a su servicio. Da igual el tema, da igual el motivo, da igual la propuesta, da igual la crítica, da igual si cuelgas carteles o si haces un tweet. Este equipo de gobierno, con 17 regidores y mayoría absoluta, se comporta como si le fuera de un voto. De un único voto. Y lo defiende con uñas y dientes. Arrasando con las críticas, aunque sean de guante blanco, aunque sean mociones propositivas que provocarían el sonrojo de esos políticos locales aguerridos que han puesto a temblar los cimientos del sistema. Incluso con eso, el equipo de gobierno, es capaz de montar un pollo, de tirar de una agenda imaginaria que aparece en una web que ya lo vas a ver, de acusarte de cosas sin cuento, de negarte capacidad intelectual para poder debatir, de todo y más. 

De todo, menos de debatir una moción del Orgullo, por ejemplo. No hay más que leer una entrevista como la que recientemente salió publicada en Nació Digital, ésta, para apreciar que Santa Coloma tiene un problema y es un problema grave a ojos de su alcaldesa, el enemigo interior. Aquellos que no compartimos su acción de gobierno somos un problema, los que no vemos las bonanzas de su gestión, somos un problema y tenemos intereses ocultos. Los que pertenecemos a espacios políticos concretos, por supuesto. Pero los que procuran no parecerlo, porque no tienen porqué hacerlo y hacen bien, también. En realidad, todos juegan con la camiseta de un partido y todos y todas quieren ir contra Santa Coloma. Los verdaderos problemas de Santa Coloma son Barcelona y el enemigo interior. 

El orgullo, decimos. Una moción sobre el orgullo como muestra. Una moción trabajada por diversos grupos municipales que el PsC local ignora y que decide borrar con una enmienda a la totalidad que paradójicamente olvida que en el día de ayer se iba a aprobar la Ley Trans. Una moción para sacar pecho sobre actividades que han sido literalmente demolidas por entidades del colectivo, como las tapas lgtbi. Y aún así se vota a favor de esta moción descafeinada. Y aún así, el equipo de gobierno decide ignorar el debate, decide ignorar las manos tendidas por parte de entidades atacadas desde el mismo equipo de gobierno. Todo ignorado, sin comentarios. No interesaba, claro. Después de meses dando la cara por una opción de feminismo cerrado el día no pintaba bien. Y decidieron la callada por respuesta. Para salir, en la moción siguiente, sobre planes de verano de ocio, como un ejército demoledor a contarnos las bondades de una agenda que yo que sé. 

En fin. Un pleno municipal ciertamente descorazonador. Un pleno municipal en el que las intervenciones de los regidores del equipo de gobierno vienen a negar a la oposición su capacidad, su propia competencia para poder hacer política. Ustedes no saben. Ustedes cómo pueden. Qué manera tan baja de hacer política. Qué todo. 

Nuevo pleno municipal telemático. Creo que será de los últimos y dentro de poco podremos tener de nuevo plenos presenciales, con los metaplenos, con el aire ahora frío y ahora caliente, con los caras a caras, con los móviles echando humo, con el micro que no va y todo aquello que prácticamente ya casi teníamos olvidado. 

Y al salir de los plenos nos diremos, locos, ¿por qué?

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