lunes, 17 de enero de 2022

El fútbol dando asco


Es un negocio. Y reconozco que siendo un negocio yo mismo, aquí presente, fui feliz el jueves cuando le ganamos al Atlético y viví ilusionado las horas previas al partido de ayer que se resolvieron rápido cuando vi que a mi Athletic no le iba a alcanzar y que no le alcanzó. Feliz y triste. Y ese no es el tema, que es con ese tema por el que sigue vivo este tema del fútbol que ya hace tiempo que debería llevar años muerto. Porque el fútbol, el juego de once contra once, vale, todavía, pero no todo vale. No. 

Lo de jugar una Supercopa, una competición que ya me dirás que todas las competiciones están adulteradas y el dinero y las televisiones y toda esa mierda. Y todo eso. Insoportable. Pero jugar una Supercopa por dinero en Arabia Saudí y no solo eso, jugarla a todo color, jugarla publicitándola, no jugándola con vergüenza y pidiendo perdón, si lo único que cuenta es el puto dinero, no, la juegan y la venden y tienes que aguantar, que no los aguantas, discursos y palabrería de cuarta del presidente de la Federación que pretende nosequé con nosecuantos y que da asco, que da putísimo asco en cada palabra que dice y que dice nosequé de la política, que es política y que el fútbol... y el deporte y la política y si a un pavo le dan 50 latigazos por semana por haberse declarado ateo en ese país a nosotros nos da igual y no le vamos a decir a nadie cómo debe gobernar su país y con el dinero que sacamos pagamos a equipos de nosequé división. Pero qué mierda es esta. Y nos da igual. Y acabamos viendo el partido de fútbol y vemos a esa gente, a los mandamases en esos palcos ahí repanchingados y dices, pero esto qué mierda es. Y ya está y ya ha pasado y ya no es ni por la afición ni por nada, es que estamos blanqueando la imagen de un país que no deja entrar a las mujeres a los campos de fútbol. Y que son ciudadanas d segunda y que no coño, que no, que no puede ser que dé igual todo. No puede ser. Y lo es. 

Y si diera ya poco asco todo esto, todo junto, que te quitan las ganas de fútbol y de tu Athletic y de toda la historia, pues llega lo del Betis Sevilla y entonces ya piensas que todo es una salvajada y que estamos en un escenario donde se ha perdido todo. Es decir, un fulano lanza una vara, un palo, al campo y le da a un jugador. Al jugador le hace más o menos daño. El partido se suspende. Pero se juega al día siguiente. Los jugadores del Betis se bufan de la cosa. La prensa pone en duda que al jugador se le hiciera daño. Si no le han hecho daño, no pasa nada. Salen periodistas que si son de un equipo o de otro, pueden decir lo que les de la gana. Se juega el partido al día siguiente y gana el Betis, cosa que me da igual. Y un jugador del Betis para celebrarlo simula un lanzamiento de una botella y se ríe todo el mundo. Y ya está y no pasa nada. Y les ofrecemos todos los puntos de vista y que la maquina no pare. Y no se sanciona al Betis con la eliminatoria perdida y con cierre del campo. No. Entonces qué. Podemos tirar y darle flojo a un pavo y si no le damos fuerte no pasa nada. Y es el fútbol. Y en nuestro país hay aficiones maravillosas y todos los campos viven el fútbol de una manera fantástica y nuestro presidente de la RFEF vuelve a hacer otro discurso que dan ganas de vomitar. Y si no vomitas y dejas de ver el fútbol al instante es porque yo que sé. 

Y el jueves hay un Athletic Barça y qué mierda. 

Y que da todo un poco igual. Televisiones, negocio, los colores, un sentimiento, los hermanos Williams, la camiseta, la tele, te lo repito, otra vez, qué partidazo. 

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