jueves, 20 de enero de 2022

Mill


Es una historia poco conocida y puede que solo llegue a la categoría de anécdota. Pero John Stuart Mill no fue en realidad ese que todos os pensáis. En realidad era otra persona. En realidad muy pocas personas son capaces de ver lo que se esconde detrás de una persona. Es Mill el ejemplo perfecto de persona que sabes que te está diciendo una cosa y que hay algo que te hace sospechar y no sabes el qué. John Stuart Mill tenía por costumbre algo que a todo el mundo le puede parecer normal pero que a él le parecía un vicio que debía corregir. Y se empeñó con toda la fuerza de su corazón en desprenderse de dicho vicio. De tal manera que cada día se planificó una serie de rituales que le animaran a no caer en lo que a él le atormentaba y como digo, a otros muchos nos parece una nadería. El caso es que de tanto esforzarse, entró en una suerte de obsesión con un cierto tipo de tela. Y esa tela le recordaba que no debía. Se colocaba un trozo de tela en la axila, en contacto con su axila, y ese contacto a veces desagradable por lo que esa tela de incómodo tenía, le recordaba. Vamos una movida de olores que oye a todos nos pasa. El caso es que una vez corregido el tema, continuó con su costumbre y de ahí pasó a... espera, que me he equivocado, que esto no era de John Stuart Mill. Perdón a los familiares y conocidos, etc. 

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