miércoles, 2 de noviembre de 2022

Karpov


Estoy regular. No diré que esté bien del todo pero estoy ahí. He pasado un bachecillo malo, la verdad. Y de la misma manera te digo que no tengo muy claro qué es lo que me pasó. Que salía de una cena, que si esto que si lo otro y que la gente además es que es rematadamente cabrona. Así te lo digo. Y cabrona y te voy a decir más, y cabrona y con unas ganas de montarse unas películas que yo que sé. Estás ahí que no sabes ni cómo estás y todo el mundo sabe ya automáticamente qué te ha pasado, cómo te ha pasado, porqué, si tu filiación es esta o la otra o si te están buscando y no te encuentran. Eso es que me pone más malo que otra cosa. Yo que sé qué me pasó. Pues que me pasó y que ya está. Que en unos días estaré otra vez así, como en esta fotito, tan a gusto con la gente, mis partiditas al sol, míralo qué bien anda, qué simpático, pues yo me lo imaginaba de otra manera porque como era el malo y resulta que no, fíjate, si es inofensivo. Fiaros. Fiaros de lo que os cuenta la gente, fiaros de lo que dice la prensa, fiaros. Yo que sé lo que me pasó. Que podría haber sido grave, podría. Que podría haberme ido palante, podría. Que podría haberme quedado con el yeyo encima, pues también. Y oye, que todo haya sido eso. Espero. Tampoco te puedes fiar. No os fieis. 

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