miércoles, 4 de octubre de 2017

Antología de la Zarzuela

Entonces, después de que una masa de recios bigotones desalojen a golpes una plaza llena de mozos vestidos con trajes típicos, sale el Rey y se hace el silencio. Y entonces, suenan unos tambores y unas fanfarrias y el Rey sale dando dos o tres vueltas por el escenario como si fuera montando a caballo pero no va montando a caballo. Hace el ruido ese de los caballos, pero con la boca. Y se planta en el centro de la sala y canta, con la voz engolada y la música haciendo un ritmo de pasodoble. Y canta lo siguiente: tengo una espada y la sé utilizar y por eso me mandaron fuera a estudiar. Y con mi espada voy a proteger a los que no puedo yo perder. Y me da en el corazón una fuerte emoción (¿?) saber que en mi nación, se me espera con devoción, porque todo es una acción que necesita reacción. Y no os deberéis preocupar (aparece un conjunto de personas con cara de no entender), porque yo os voy a ayudar y nada os va a pasar. Porque con mi espada desde aquí os voy a rescatar. Y a los que no son como deben de ser, se les va a suceder, que un fuerte espadazo les va a caer. Y si pensaste que te había dolido, más te va a doler. Y si te he dado vas a circular, como circulan los caballitos de mar... en el mar.
Y da dos o tres vueltas otra vez a lomos de su caballo imaginario y cuando quiere empezar de nuevo a cantar, una voz desde el interior dice que se acabó y los músicos dejan de tocar y ya no se habla más. Y sale otro grupo de gente al escenario y se ponen a cantar. Pero no cantan todos la misma canción. Por grupos van apareciendo y cantan, pero no todos a la vez. Como no se entiende lo que dicen, al final, aparece un señor con barba y la música va sonando antigua, una música que no es ni pasodoble, que no es ni un minué, es algo más antiguo todavía. Todavía más añejo. Si puede ser. Los músicos ni siquiera entienden la partitura. Pero aún así el señor de la barba va a cantar. Pero no recuerda la letra y va balbuceando palabras. Todo con la voz que requiere la obra. Engolada y viril: Yo..., la ley, de todos, entonces, Europa, economía, España, todos, Europa otra vez, una ley, país fuerte, gol.
Y abandona el escenario sin que se sepa bien bien si ha ido a por un papel o va a volver o ya está. Y entonces sale el verdadero protagonista, y aparece y todo el escenario cambia. Y ya no es una Zarzuela y salta en el tiempo, y en el espacio y en el lugar y parece todo más moderno, más contemporáneo y más fresco. Y la música parece muy moderna, pero de fondo uno reconoce algo cercano al pasodoble. Y cambia de idioma y entonces canta lo siguiente: lo hemos visto, lo hemos tocado, hemos alcanzado el objetivo y ya nada nos para. Y esta gente (y aparece un grupo que se parece a los que salían antes como agachados y es que la obra no da para contratar a tanta gente), viene a cumplir, lo que yo les voy a decir, y no tiene otra cosa que hacer, que al país... y se queda parado y vuelve entonces a empezar. Y no tiene otra cosa que pensar, que al país salvar. Y el grupo de personas que antes miraban al de la barba con extrañeza, ahora miran al personaje que acaba de salir con honda admiración.
Y la música y el escenario de tan moderno que es deslumbra y encandila y sale un grupo de coristas que aún más frescos y decididos entonan canciones pegadizas a ritmo de la música y todo es mejor y más bueno y será todo mejor y todo más lindo y más ameno. Y sus canciones enganchan, y sus canciones te contagian y hasta el público las canta y las asume y da igual sobre lo que cantes, que varían la letra, que todo encaja, y da bien y abandonan el escenario, pero no lo abandonan porque ya lo tienen ocupado. Y parecía que nose iban a ir y no se van. Y cuando sale otra vez el que habló antes, habla ya como ellos. Y yo mismo creo que estoy hablando así.
Y sale un grupo que se parece a mí y nadie le quiere escuchar. Y salgo yo y empiezo a cantar. Y mi canto te va a cansar porque es un canto irregular. No es un canto para animar, no es un canto para asustar. Es un canto que te hará pensar. Y tú lo que quieres es actuar. Porque todo lo tenemos a tocar. Y se trata de pensar que otra cosa...
Y quito el disco de la zarzuela, y no me gusta la zarzuela. Y la zarzuela es una mierda.

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