martes, 10 de octubre de 2017

Otro texto sobre el tema

Como decía la canción de La Polla Records, no tengo nada que decir y lo que digo te lo tienes bien sabido.
Ayer habló Ada Colau y propuso parar máquinas. No entraré en los detalles de todo lo que dijo, pero simplemente apuntaré que tanto a Puigdemont como a Rajoy, les conminó a que cambiasen el rumbo. También se lo dijo al PSOE.
Bien, inmediatamente después de hacer los tweets reglamentarios, la reacción. No puedes situarte en medio, decían las respuestas. Desprecia las ostias del 1 de octubre, decían. No ha dicho nada, es cínica, decían. Dialogar con quien te pega, decían y dicen. No hay nadie con quien dialogar. Parece ser que nadie quiere dialogar. Que nadie quiere parar. Adelante pues.
Por la tarde, en una manifestación en Valencia, los ultras fascistas con la policía mirando, atacan a gente. Gente de izquierdas e independentista. Podría haberlo dejado en ‘fascistas atacando a gente’, que era lo que me pide el cuerpo. Antes Pablo Casado, con esa sonrisilla de ‘voy a hacer una gracia y es esta que os estoy contando a ver si la pilláis’, decía que Puigdemont puede acabar como Lluis Companys. Es de ser un cafre y un irresponsable de tomo y lomo.
Jordi Évole escribe un artículo desde una zona de guerra, describiendo lo que está viendo, a grandes trazos, y transmite su miedo a que esa situación pueda trasladarse un día aquí. Estando en manos de una policía que hace afirmaciones de parte, en manos de policías que ya no sirven –se supone- a la ciudadanía, sino a una parte, qué menos que pensar que cualquier cosa puede ser posible. Se puede hablar de todo, menos de romper España. Ergo no se puede hablar de todo, dice la ministra. Bien, el artículo de Évole tampoco vale. No recuerdo bien los argumentos que utiliza una compañera para desmontarlos, pero tampoco valen. Por dónde están escritos, porque, básicamente, colaboran con el opresor que quiere que tengamos miedo. No vale la gente que tenga miedo. Solo valen los valientes, enviar postales desde el frente.
Hoy es el día. Según dicen en la radio, que están bien informados, parece ser que Carles Puigdemont va a decir algo pero que no va a ser lo que se supone que es la DUI pero que puede contentar a todos. Los que no queremos ni DUI ni 155, no sé si estaremos contentos. Va a dar igual, estemos como estemos no le va a hacer gracia a nadie. En la radio dicen que Puigdemont y Rajoy son muy parecidos. Personas de derechas con un profundo amor a su patria. Seguirá la cosa hacia delante, como posponiendo algo que sabemos que provocará daño y dolor… daño y dolor. La vía eslovena. En TV3, ante la propuesta de utilizar la vía Eslovena, hacen un reportaje de un proceso de independencia idílico en el que solo mueren 40 personas. 40 personas. Yo no pienso ir.
En fin. Que este artículo no va a cambiar nada, porque ya está todo ahí. Hoy habrá amigos y amigas que irán al Parlament a proteger las instituciones. Hoy habrá amigos y amigas que no irán a ninguna parte. Hoy habrá amigos y amigas que esperan con ilusión que pase algo. Y posiblemente esos amigos y amigas no coincidan entre sí sobre lo que les hace más ilusión.
Este texto no va a servir para nada más que para hacer perder el tiempo. No llama a ocupar las calles, no llama a tirar hacia delante, no llama a aprovechar la ventana de oportunidad que supone este momento de ruptura. Llama a nada. No llama a nada. Para qué llamar. No sé si hay alguien que escuche.
Me llama la atención la gente que quiere que pase algo. Lo sospechosos que somos los que parece que no queremos que pase nada. Y queremos que pase, ya lo creo que sí. Queremos que se pire Rajoy y el PP. Que termine este episodio de Diversión con banderas y que empecemos a hablar de cambiar qué significa ser español y ser catalán. O porqué tiene que significar algo. Si es que tiene que significar algo. Intento hablar como un hippie de mierda y se me escapa la risa. O me siento ridículo. Paz y amor. John Lennon diciendo que no cuentes con él para la revolución… o sí.
He estado escuchando a Sergi Pàmies en la radio. Me gustan sus libros, no me gusta lo que leo de él en prensa. Hoy decía que no le mola ver banderas en cada casa, gente envuelta en banderas. Y que esto no tiene solución. Es un poco así y es así. Esto no tiene solución.
Gente que quiere A y sabe que ya no le vale una cosa más que A, porque A está ahí y lo ven y quieren ver que A es ya. Gente que siempre ha sido de B y no va a tolerar que haya otra cosa que B, no lo va a tolerar. Y gente que quiere C, que no ha pasado nunca C, y que espera que cambien cosas para que C pueda ser posible alguna vez.
No nos vamos a poner de acuerdo. Este texto no va a cambiar nada, pero de qué vas a escribir. O qué vas a decir. Puedes no escribir nada e ir al Parlament hoy a defender la democracia, me dirán. Y levanto la ceja así como diciendo...Y tendré que explicar otra vez lo mismo desde el principio. O puedo… o no puedo. Da igual. La verdad es que es un chollo que esté pasando esto porque así no me tengo que esforzar para inventar nada para escribir. Miras el fb, lees la prensa, escuchas la radio, ves la tele. Y vomitas. Y copias lo que otros dicen. Es fácil.
Y luego a esperar. Esperar a nada. Porque ninguno de estos textos de mierda no vale para nada. Que pase lo que tenga que pasar.

Tengo ganas de escribir sobre las bolsas de tela. Mañana si eso. 

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