martes, 19 de octubre de 2021

Fiero disparo


Cuando era pequeño, había en mi casa un libro que trajo mi padre sobre el mundial 82 de fútbol. El libro era una enciclopedia del fútbol, con biografías de un montón de jugadores y momentos estelares del fútbol así como un resumen de los mundiales. Uno de los jugadores que aparecía y con foto, era Denis Law. Un futbolista escocés de los sesenta y principios de los setenta. De él se decía que tenía un fiero disparo. O que tenía un ojo oceánico. O que tenía una pierna hercúlea. O que tenía un fabuloso sentido de la orientación en espacios amplios. O que podía volar a tu alrededor y que notases una leve brisa pero nada más porque era rápido como la rapidez y listo como la listeza y no habías ni siquiera comenzado a preguntarte porqué ese birujillo en el cogote cuando él ya estaba en otra parte. O bien te había atrapado. No te puede atrapar nadie si no quieres. No tienes amigos que tengan un fiero disparo como Denis Law. Tienes amigos que tienen más bien un buen sentido de la colocación y una mata de pelo atrás como la que tenía Graeme Souness, que repartía unas ostias, unas buenas entradas a la altura de la cintura, patadas de las que luego te quedas mirando al rival diciendo, vale, le he dado, pero no nos pongamos ahora melodramáticos. Te he dado, circula. No mires tanto. Qué miras. Una buena mata de pelo atrás y un buen bigote que deje constancia de que por aquí ha pasado Graeme Souness. Un fiero disparo como el de Denis Law, que tuvo una lesión de rodilla y le impidió jugar la final de la Copa de Europa con el Benfica y a partir de ahí, dicen los videos, comenzó su cuesta abajo. No volvió a ser el mismo. Y acabó jugando para el Manchester City, el equipo rival. No hemos dicho que su equipo de toda la vida fue el Manchester United. No hemos dicho tantas cosas. Tantas cosas que nos callamos para que luego aparezcan como haciendo una analogía del efecto paralaje, que yo te lo sabría explicar pero que me cuesta también porque son cosas que aprendí hace tiempo y que muy posiblemente en el propio tiempo en el que las tuve que aprender tampoco es que las tuviera muy por la mano. Denis Law era escocés como Graeme Souness. También era escocés Kenny Dalglish, que jugó en el Liverpool, junto con Graeme Souness. Pero un fiero disparo solo lo poseía Denis Law. Denis Law jugó su último año de carrera futbolística en el Manchester City y jugó su último partido contra el Manchester United precisamente. Y resulta que el último gol que marcó en su carrera fue contra el Manchester United. Y resulta que ese gol envió a su Manchester United a la Segunda división. Y fue un golazo, que no fue de un fiero disparo, pero que tuvo su qué. Es un gol en el que un jugador del City se interna en el área y dispara, pero el tiro sale mal o rebotado y el balón le cae a Law que marca de tacón. Y cuando se da cuenta de que ha marcado el gol baja la cabeza y no lo celebra. Hay un compañero que viene a él y le da como bofetadas en la cara. Y él que no. Inmediatamente pide el cambio y se va. Están jugando además en el campo del Manchester United. Johan Cruyff también jugó su último año como jugador en el Feyenoord, el máximo rival del club de toda la vida de Cruyff, el Ajax. Y el tío, con 36 años o así, hizo un año que se te va la pinza. Como cuando se te va la pinza escuchando la tormenta eléctrica de Neil Young tocando el Love and only love en el rock and rio en Madrid, y piensas que eso no se tiene que acabar nunca. Hay momentos que no se acaban nunca en tu cabeza. Esa vez que. O aquella. Ese gol de Cruyff yendo a centrar y la bola bota rara y se va colando para dentro y Cruyff dice, pff. Patillas, melenitas, piernuchas, bigotorros, césped irregular. Un fiero disparo. Un regate seco. Un arranque que deja a dos jugadores sentados. La delantera estadounidense que choca contra todos y acaba colándotela, Alex Morgan, como si fuera el Torpedo Müller. El fútbol ahora parece que nunca pasa, que no hay partidos, que no se está jugando. Un fiero disparo. Una bola suelta. El vientecillo de octubre que no sabes si hace frío o calor. 

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