viernes, 15 de octubre de 2021

Los reyes de la noche - Carlos Therón y Alfonso Valor


Vista la serie Los Reyes de la noche, una suerte de adaptación libérrima de la rivalidad en las ondas que se viviera en los años ochenta y noventa entre los periodistas deportivos José Ramón de la Morena y José María García. La historia sonará a chino para la juventud que hoy en día esto de la radio deportiva debe verlo como una cosa, no ya de boomers, sino de dinosaurios. Radio deportiva. Escuchar la radio por la noche, acurrucado en la cama, las entrevistas, las noticias explosivas, los escándalos, los fichajes, despellejar a este o aquel, la musiquita melancólica cuando se habla de algo tonto, programas hechos por hombres muy hombres para ser escuchados por hombres que quieren sentir que ese que habla es como tú. La pugna entre una manera de hacer radio digamos joven y con algún que otro acento semi progre, como era el caso de José Ramón de la Morena, y esa radio de escándalo, populista, rebelde contra el poder pero al mismo tiempo completamente apegada a lo más rancio, que era José María García. Y que podían ser intercambiables entre sí. José Ramón de la Morena como buque insignia de la Ser, ese faro de la España progre que por el día era culta, divertida, moderna y por la noche pretendía hacer pasar el fútbol y el deporte como algo que podía ser intelectualizado aunque el propio de la Morena alardease de tío de pueblo, sencillo, de Brunete, el tío nosequé y todo aquello. Por su parte, José María García representaba otra cosa, diferente, el fútbol y su autoparodia. Un comecocos, el opio del pueblo, pero quién no estaba enganchado a uno o al otro. 

La serie viene a representar los primeros tiempos de la ruptura entre estos dos monstruos de la radio que un día formaron parte del mismo equipo hasta que Jota o Joserra se independiza y arma su propio programa. Y cómo el viejo, Paco Maldonado, el Cóndor (en la vida real el Butanito), sigue manteniendo el trono a base de las peores artes, esquivando además los golpes que le lanza el joven. 

Aunque la serie se encarga en cada episodio de recordarnos que no hay una traslación real de la pugna entre estos dos, todo encaja. Hasta el nombre de Jota Montes (JOSERRA MON de la Morena) no es casual. Así que la serie es entretenida en grado sumo para quienes vivimos aquella pugna. Yo, ya lo digo ahora, era de De la Morena, aunque muy poco tiempo después vi que en realidad De la Morena era un populista bastante manipulador que, además, no le guardaba ninguna simpatía a mi equipo, el Athletic Club, o a tótems de nuestra historia, como Javier Clemente. Cosa que, en cambio García sí que hacía. En fin.

La serie, como digo, está bien. Sobre todo en los tramos en los que aparece Javier Gutiérrez como Paco Maldonado / José María García, y la caracterización de su equipo de crápulas. Habría que saber quién es quién en la vida real. Pipi Estrada... quién más. Pero pierde un poco en la parte de Miki Esparbé como Joserra. Quizás está bien en su papel de malo, de su transformación en segundos de persona como blandurria, a una mirada criminal. Pero le falta, para quienes escuchábamos a De la Morena, ese puntito carajillero, ese puntito sucio, ese puntito con el que pretendía hacerse pasar por uno de los tuyos. 

Hay una subtrama, la que trata sobre el programa nocturno, el mítico Hablar por Hablar (parlar per parlar en su época catalana) y la pugna de la periodista por hacerse un hueco. Mil puntos para la coprotagonista de esa trama, otra De Molina de Linares. 

Y la serie acaba y acaba justo cuando empieza digamos el enfrentamiento de verdad, de poder a poder. No se sabe, creo que no habrá, si habrá continuación. Una lástima, porque todo ese mundo y sus peleas prometía emociones fuertes. Ríete tú de los youtubers y los twitcheros.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario