viernes, 13 de abril de 2018

Pink Floyd - Animals

Aquí estamos. Con noventa años y hablando de discos. Con noventa años y escribiendo por escribir acerca de discos que nos gustan mucho. Noventa años tirados por la borda, uno detrás del otro. Aquí. Y mañana, cuando sea otro día, no tendremos otra cosa que hacer que perder el tiempo escribiendo de discos. En fin. Si tu no te preocupas de mí y yo no me preocupo de ti, iremos dando tumbos por esos campos del diablo y no tendremos a nadie que nos proteja de los cerdos. Porque en este mundo, en esta sociedad, tenemos que tener a gente al lado, tenemos que tener cuidado. Porque estamos rodeados de gente que nos quiere mal. Perros, cerdos, corderos. Todos juegan de alguna manera u otra a darnos por el ñaca. Porque son así, porque el sistema necesita que sean así. Y cuando escuchas esto, cuando además tiene una música de fondo que te sobrepasa, da igual que tengas noventa años. Posiblemente te importará una mierda tener noventa años, mil años, solo te importará... no sé. En realidad qué nos importa. Tienes que ser rápido, tienes que ser más rápido que ellos. Minuto 3.43 de la canción Dogs del disco Animals de Pink Floyd. Ya has llegado al lugar.
El disco Animals de Pink Floyd es del año 1977. Es el disco que está entre el Wish you were Here y el The Wall. Y es uno de los discos menos... bla bla bla.
Un disco para parar de tanta ensoñación, de tanto recuerdo, de tanto éter, de tanto pensar en la luna y en los lunáticos y poner los pies a tierra. Un disco en el que Roger Waters nos comienza diciendo que si no nos preocupamos los unos de los otros, estamos a su merced. Porque ellos no tienen piedad. Nunca la han tenido, nunca la tendrán. El disco del cerdo volando. El disco de la fábrica. El disco de los animales.
Un disco con cinco canciones. La primera y la última son la misma canción, pero con la letra distinta. En las dos nos advierte lo mismo. Los cerdos volando.
Las siguientes canciones, esa, la canción de los perros, larga, enorme. Comienza cantando Gilmour y sigue cantando al final Waters diciendo lo de que a veces me da la impresión de que he sido usado. En un concierto de la gira anterior a Waters se le va la pinza y escupe a un fan. Esto es un shock. Los santos Pink Floyd, los bucólicos Pink Floyd escupiendo a un fan. Se les va la olla. En qué mundo vivimos.
Quiénes somos. Nos escupimos a nosotros mismos. Nos hacemos daños, nos gusta llegar al límite a ver hasta dónde somos capaces de ir. El límite. No me lo vuelvas a hacer nunca más, porque ya no te paso ni una. Ni una más. Todo el mundo tiene un precio y nadie tiene amigos.
Todo el mundo tiene un precio y nadie tiene amigos.
La canción número 3 del disco es la que abre la segunda cara del disco y se llama Cerdos. Está dedicada a una política británica, guardián de la moralidad. Rectas costumbres. Y eres una risa. Eres una risa de verdad. Este disco estoy convencido de haberlo comentado antes. O esta canción. He dicho muchas veces que a mí me gustaría vivir dentro de esta canción. Del punteo del cerdo. Eres una risa. Eres una charada.
Quieres mantener los sentimientos lejos de las calles. Una vida tranquila, ordenada, de paseo, aquí, bien, tranquilos. Que no nos moleste. Das risa. Eres casi una risa.
Pero das miedo.
Era el año 1977 y los que daban miedo ya mandaban en muchos sitios y han mandado siempre. Pero asomaba la patita otro tipo de miedo. El miedo contra el que ya no tenemos respuesta. Eres una risa. Pero das miedo.
Esta canción es tan así que parece que la siguiente ya no existiera. La de los corderos. Y es una canción tremenda. Pero aquí le estamos viendo la patita al miedo. Y cómo va trabajando. Con la cara de Whitehouse, de Thatcher, de lo correcto, del éxito, de la calidad, de lo bueno, los buenos y los malos. Lo sonriente, lo dulce, lo modélico. Los cerdos.
Al final. Después de un panorama tan desolador, solo nos queda una cosa.
Sabes que yo me preocupo de ti y yo sé que tú te preocupas de mí. Así que no me siento solo o aplastado, porque todos necesitamos apoyo contra los cerdos.
Los cerdos que vuelan. 
Es posible que no valgamos para nada más que para advertir que los cerdos vuelan. Pero algo es algo.

1 comentario:

  1. Pues sí, necesitamos apoyo contra los cerdos y otros animales. No sé si la encontraré hoy en Pink Floyd, porque, aunque son gran debilidad mía, hoy no tengo el día para ellos.

    Feliz domingo

    Bisous

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